“ANTAÑAVO, EL LAGO SAGRADO DE LOS
ANTANKARANA”
En el País Antankarana, en el norte de Madagascar, se encuentra el lago
Antañavo. Cuenta el Pueblo Antankarana que hace mucho tiempo, donde hoy
está el lago existía un gran poblado que contaba con su rey, príncipes y
princesas, con grandes manadas de vacas y campos de yuca, patatas y arroz.
En este pueblo, mezclados entre la población, vivían un hombre y una mujer a
quienes sus vecinos no conocían. Se habían casado y tenían un niño de unos
seis meses de edad.
Una noche, el niño empezó a llorar, sin que la madre supiera qué hacer para
calmarlo. A pesar de las caricias de la madre, de mecerle en sus brazos, de
intentar darle de mamar, el niño no cesaba de llorar y gritar.
Entonces, la madre cogió al bebé en brazos y fue a pasear con él a las afueras
del pueblo, sentándose bajo el gran tamarindo donde las mujeres solían
juntarse por la mañana y por la tarde para moler arroz, por lo que le llamaban
ambodilôna. La madre pensaba que la brisa y el frescor de la noche calmarían
al niño. En cuanto ella se sentó, el niño se calló y se quedó dormido. Entonces,
suavemente volvió para su casa, pero nada más cruzar la puerta, el niño se
despertó y comenzó de nuevo a llorar y gritar.