Saliendo de atrás del mostrador, se acercó hasta el perro y vio que lo que traía
en la boca era una nota envuelta en un plástico. Cogió la nota y la leyó:
“¿Podría usted enviarme medio kilo de chuletas y cinco salchichas?”. Envuelto
en el plástico venía también un billete de $200.00
El carnicero preparó el pedido y una vez listo metió en una bolsa las chuletas y
las salchichas junto con el cambio. Mostró las asas de la bolsa al perro, que
las puso en su boca y abandonó la carnicería.
El carnicero estaba asombradísimo y decidió salir detrás del perro para ver
qué hacía.