Capítulo 54

Marybeth encontró un Dodge Charger abandonado en un almacén de chatarra local, y lo compró por trescientos dólares. Jude pasó el verano siguiente sudando en el jardín, sin camisa, reconstruyéndolo. Él entraba en la casa tarde todas las noches, tostado por el sol, todo el cuerpo menos la brillante cicatriz plateada que tenía en el centro del pecho. Marybeth le esperaba siempre en la puerta, con un vaso de limonada casera en la mano. A veces intercambiaban un beso, que sabía a refresco y aceite de motor. Eran sus besos favoritos.