Capítulo 52

Dos semanas después estaban en Nueva York para el servicio religioso en memoria de Danny. Marybeth llevaba un fular negro alrededor del cuello, que hacía juego con los oscuros guantes de encaje. La tarde se había presentado ventosa y fría, pero acudió mucha gente a pesar de ello. Parecía que todas las personas con las que Danny había conversado, chismorreado o hablado por teléfono alguna vez estaban allí. Eran muchas. Ninguna de ellas se apresuró para irse, ni siquiera cuando comenzó a llover.