Albarracín: durante la Edad Media se denominaba Santa María de Albarracín. Fue un pequeño reino de taifa dirigido por una familia beréber con apellido Al-Banú-Razín, del que tomó su nombre. La ganó más tarde el rey Lobo y después la donó a la familia navarra de los Azagra, convirtiéndose desde entonces en señorío independiente. En 1284 fue incorporado a la corona de Aragón.
Castillo fortaleza de Salvatierra: al sur de Ciudad Real, y en el camino del paso del Muradal que comunicaba Castilla con Andalucía, se elevaba esta fabulosa fortificación. Un fruto preciado para ambos contendientes, cristianos y musulmanes, dado su estratégico enclave. Durante el reinado de Alfonso VIII, la gobernó la Orden militar de Calatrava, hasta que fue conquistada por las tropas del califa almohade al-Nasir a finales de 1211. Aquel suceso provocó tal trastorno en la cristiandad que muchos lo compararon con la pérdida de Jerusalén, y contribuyó a que el Papa convocara una santa cruzada contra los almohades en España.
Cuéllar: cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Tras su conquista a los sarracenos por el rey Alfonso VI de Castilla, fue repoblada y poco después ganó fuero de villa libre. La monarquía castellana no deseaba que aquellos territorios reconquistados fueran gobernados por la nobleza o la Iglesia, como ocurría en los antiguos feudos del norte, y por ello los cedía a campesinos y pecheros venidos de Castilla y de Navarra. De ese modo se garantizaba un apoyo bélico sin contrapartidas, y rebajaba el poder de aquellas dos seculares instituciones. En el siglo XII y XIII, Cuéllar destacó por su importante cabaña ovina, el comercio de lana y sus destacados recursos de madera. Durante esos dos siglos se levantaron numerosas iglesias que hoy día constituyen una de las joyas del mudéjar español.
Fitero: en aquella población se levantó el primer monasterio del Císter en España. Durante el siglo XII perteneció a Castilla, convirtiéndose en un enclave estratégico por hacer vértice con Navarra y Aragón. En sus cercanías se sellaron importantes tratados entre los tres reinos cristianos.
Marrakech: capital del imperio almohade. En árabe significa «Ciudad de Dios». Durante el siglo XII mantuvo una importante vida cultural y comercial. La alcazaba o palacio real se encontraba próxima a la aljama o mezquita, cuyo minarete es idéntico a la Giralda, aneja a la catedral de Sevilla, que fue la antigua aljama almohade.
Navas de Tolosa: al sur del puerto del Muradal y al oeste de Despeñaperros, cercana a la actual población de Santa Elena, se encuentra el escenario donde se libró probablemente la batalla más crucial de la España medieval. Se llama nava a una planicie húmeda, muchas veces pantanosa. Tras la famosa batalla acaecida el 16 de julio de 1212, la tradición atribuye al arzobispo de Narbona su denominación, por haberse producido en aquellas navas, y además cerca de una fortaleza castillo que tomaba nombre de la ciudad francesa de Tolosa. La coincidencia le pareció curiosa, proponiendo para la posteridad el nombre de la batalla de las Navas de Tolosa.