TERCERA PARTE
Tierras de refugio

Cada uno de los cinco reinos cristianos ha firmado una tregua de paz con el califa almohade al-Nasir, aunque no todos lo hacen con idénticos motivos. Algunos están tramando turbias alianzas con él.

Las disputas territoriales y las revanchas entre los distintos reinos los enfrentan. León lucha contra Castilla y Portugal, y Navarra lo hace contra Aragón y Castilla.

Sin acuerdo entre ellos, cualquier proyecto unificador que tenga como destino último la reconquista de las tierras que pertenecieron a sus antepasados visigodos, y que ahora se denominan al-Ándalus, está abocado al fracaso.

Incluso dentro de los mismos reinos, hasta relaciones tan sólidas como las que tiene el alférez Diego López de Haro con su rey Alfonso VIII de Castilla se acaban quebrando. A tal grado llega la tensión entre uno y otro que el monarca toma por las armas las Encartaciones y su señorío en Vizcaya, y se dirige ahora, en plena primavera de mil doscientos tres, hacia Estella con su homónimo leonés, donde don Diego está refugiado junto a sus hombres. Quieren capturarle para vengar sus últimas injurias.