En su forma más antigua, la extensión y la elaboración de estas certhas se llamaron Angerthas Daeron, pues las adiciones a las viejas cirth y su reorganización se atribuyeron a Daeron. Lo más probable, sin embargo, es que las principales adiciones, la introducción de dos nuevas series, 13-17 y 23-28, fueran invención de los Noldor de Eregion, pues se utilizaron para la representación de sonidos desconocidos en el Sindarin.
En la reordenación de las Angerthas pueden observarse los siguientes principios (evidentemente inspirados en el sistema Fëanoriano): 1) la adición de un trazo a una rama añadía «sonorización»; 2) la inversión de la certh indicaba apertura a una «fricativa»; 3) la colocación de la rama a ambos lados del tallado añadía sonorización y nasalización. Estos principios se seguían regularmente, salvo en un punto. En Sindarin (antiguo) era necesario un signo que representara una m fricativa (o una v nasal) y como el mejor modo de lograrlo era la inversión del signo de m, al N.° 6, fácilmente reversible, se le atribuía el valor de m, pero al N.° 5 se le atribuía el valor hw. El N.° 36, cuyo valor teórico era el de z, se lo utilizaba en la escritura del Sindarin o del Quenya para la representación de ss: cf. 31 Fëanoriana. El N.º 39 se utilizaba para i o y(consonántica); 34 y 35 se utilizaban indistintamente para la representación de s; y 38 se utilizaba para la secuencia nd, aunque la forma no la relacionaba claramente con las dentales.