En lenguas como el Oestron, en las que abundaban las consonantes[44] tales como nuestras ch, j, sh, la serie III se aplicaba habitualmente a ellas; en ese caso la serie IV se aplicaba a la serie normal k (calmatéma). En Quenya, que tenía además de la calmatéma una serie palatal (tyelpetéma) y una serie labializada (quessetéma), las palatales se representaban mediante un signo diacrítico Fëanoriano que indicaba «sigue y» (por lo común dos puntos colocados debajo), mientras que la serie IV era una serie kw.
Dentro de estas aplicaciones generales, por lo corriente se observaban también las siguientes relaciones. Las letras normales de grado 1 se aplicaban a las «oclusivas sordas»: t, p,k, etc. La duplicación del arco indicaba la adición de «sonoridad»: así, si 1, 2, 3, 4 = t, p, ch, k (o t, p, k, kw), 5, 6, 7, 8 = d, b, j, g (o d, b, g, gw). La elevación del arco indicaba que la consonante se abría en una «fricativa»: así, suponiendo los valores precedentes para grado 1, grado 3 (9-12) = th, f, sh, ch (o th, f, kh, khw/hw), y grado 4 (13-16) =dh, v, zh, gh (o dh, v, gh, ghw/w).
El sistema Fëanoriano original tenía también un grado con ramificaciones que se extendían tanto por encima como por debajo de la línea. Estas ramificaciones representaban de ordinario consonantes aspiradas (v. g. t + h, p + h, k + h), pero podían representar también otras variantes consonánticas cuando las circunstancias así lo requerían. No eran necesarias en las lenguas de la Tercera Edad que utilizaban esta escritura; pero estas formas se utilizaban mucho como variantes (las que se distinguen más claramente del grado 1) de los grados 3 y 4.
El grado 5 (17-20) se aplicaba habitualmente a las consonantes nasales: así, 17 y 18 eran los signos más comunes de n y m. De acuerdo con el principio observado más arriba, el grado 6 tuvo que haber representado las nasales sordas, pero como tales sonidos (ejemplificados por nh en galés o hn en inglés antiguo) se daban muy raramente en las lenguas de que se trata, el grado 6 (21-24) se utilizaba con mayor frecuencia para las consonantes más débiles o «semivocálicas» de cada una de las series. Entre las letras primarias, este grado comprendía las de forma más pequeña y sencilla. Así, 21 se utilizaba con frecuencia para representar una r débil (no vibrante), que originalmente se daba en el Quenya, y que se consideraba en el sistema la consonante más débil de las tincotéma; 22 se utilizaba para representar la w; cuando la serie III se utilizaba como serie palatal, 23 se usaba comúnmente para representar una y consonántica.[45]
Dado que algunas de las consonantes del grado 4 tendían a hacerse más débiles en la pronunciación y se aproximaban a las del grado 6 o se mezclaban con ellas (como se lo describe arriba) muchas de las consonantes últimas dejaron de tener una función clara en las lenguas Eldarin; y las letras que representaron vocales derivaron en amplia medida de estas mismas letras.
NOTA
El deletreo normal del Quenya divergía de las aplicaciones de las letras aquí descritas. El grado 2 se utilizaba para las combinaciones nd, mb, ng, ngw, frecuentes todas, pues b, g, gwaparecían sólo en ellas, mientras que para rd, ld, se utilizaban las letras especiales 26,28. (Para lv, no para lw, muchos hablantes, especialmente Elfos, utilizaban lb: esto se escribía con 27 + 6, pues lmb no podía darse nunca.) De modo similar, el grado 4 se utilizaba para las combinaciones extremadamente frecuentes nt, mp, nk, nqu, pues el Quenya no tenía dh, gh, ghw, y para v se utilizaba la letra 22. Véase más adelante la denominación de las letras Quenya.
Las letras adicionales. Nº 27 era normalmente utilizada para representar la l. Nº 25, en su origen una modificación de 21, se utilizaba para representar una r «plenamente» vibrante. Los Nº 26,28 eran modificaciones de éstas. Se utilizaban con frecuencia para representar las sordas r (rh) y l (lh)respectivamente. Pero en Quenya se las utilizaba para rd y ld. 29 representaba s, y 31 (con rizo duplicado) z en las lenguas que eran necesarias. Las formas invertidas 30 y 32, aunque podían utilizarse como signos independientes, en general se utilizaban como meras variantes de 29 y 31, de acuerdo con la conveniencia de la escritura, v. g., se usaban mucho acompañando a tehtar superpuestos.
Nº 33 fue originalmente una variación que representaba cierta variedad (más débil) de 11; en la Tercera Edad se la utilizó principalmente para representar la h. 34 se usaba sobre todo (si se la usaba) para representar una w sorda (hw). 35 y 36, cuando se las usaba como consonantes, se las aplicaba sobre todo a la y y la w respectivamente.
Las vocales se representaban de modo diverso por tehtar, habitualmente colocados sobre la letra consonántica. En lenguas como el Quenya, en la que la mayor parte de las palabras terminan en vocales, el tehtar se ponía encima de la consonante precedente; en las semejantes al Sindarin, en que la mayor parte de las palabras terminan en consonante, se colocaba en la consonante siguiente. Cuando no había consonante alguna en la posición requerida, el tehta se ponía sobre el «breve portador», una de cuyas formas comunes se asemejaba a una i sin punto. Los tehtar utilizados en las diversas lenguas para representar las vocales eran abundantes. Los más comunes, habitualmente aplicados a (variedades de) e, i, a, o, u se muestran en los ejemplos dados. Los tres puntos, la forma más frecuente de representación de la a, se escribían de diversos modos en la escritura rápida; a menudo se utilizaba una especie de circunflejo.[46] El punto único y el «acento agudo» se utilizaban con frecuencia para representar la e y la i (pero en ciertos sistemas de la e y la i). Los rizos se utilizaban para representar la o y la u. En la inscripción del Anillo el rizo abierto hacia la derecha representaba la u; pero en la inscripción [en algunas ediciones] de la página del título representa la o, y el rizo abierto hacia la izquierda, la u. Se prefería el rizo hacia la derecha, y la aplicación dependía de la lengua de que se trataba; en la Lengua Negra la o no era frecuente.
Las vocales largas se representaban generalmente colocando el tehta sobre el «portador largo», una de cuyas formas comunes era una especie de j sin punto. Pero para el mismo fin, solía doblarse el tehtar. Esto, sin embargo, sólo era frecuente en el caso de los rizos, y a veces en el del «acento». Como signo de y siguiente se utilizaban sobre todo dos puntos.
La inscripción de la Puerta del Oeste constituye un ejemplo de «plena escritura» en la que las vocales se representan mediante letras separadas. Aparecen todas las letras vocálicas utilizadas en Sindarin. Puede observarse el uso del N.º 30 como signo de la y vocálica; también de los diptongos poniendo el tehta que representa la y siguiente sobre la letra vocálica. El signo de w (necesario para la expresión de au, aw) era el rizo u o una modificación del mismo ~. Pero los diptongos a menudo se escribían enteros, como en la transcripción. En este modo la vocal larga se indicaba por lo general mediante el «acento agudo», llamado en este caso andaith, «marca larga».
Además de los tehtar ya mencionados había varios otros utilizados sobre todo para abreviar la escritura; en especial indicaban combinaciones de consonantes frecuentes que de este modo no se escribían por entero. Entre éstos se utilizaba a menudo una barra (o un signo semejante al tilde castellano)sobre una consonante para indicar que era precedida por la nasal de la misma serie (como en nt, mp, nk); pero un signo similar colocado debajo indicaba de ordinario que la consonante era larga o doble.
Se utilizaba un gancho curvado hacia abajo unido al arco (como en hobbits, la última palabra en la página del título) para indicar una s siguiente, especialmente en las combinaciones ts, ps, ks (x), frecuentes en Quenya.
Por supuesto, no había «modo» que representara el inglés. A partir del sistema Fëanoriano podría inventarse uno fonéticamente adecuado. La breve inscripción de la portada no es un verdadero ejemplo. Muestra sobre todo lo que podría haber conseguido un hombre de Gondor que vacilara entre los valores de las letras para él familiares y la tradicional escritura del inglés. Es posible observar que se emplea aquí un punto debajo (una de cuyas funciones era representar las vocales débiles oscurecidas) para la representación de and [y] no enfatizada, pero se utiliza también en here [aquí] para representar la e final muda; the [el], of [de] y the [los] se expresan mediante abreviaturas (dh extendida, v extendida y, la última, mediante un trazo colocado por debajo).
Los nombres de las letras. En todos los modos cada letra y signo tenía un nombre; pero estos nombres se concibieron teniendo en cuenta los usos fonéticos en cada modo particular. No obstante, se consideraba a menudo deseable, especialmente para describir los usos de las letras en otros modos, que cada letra tuviera un nombre. Para este fin se utilizaban comúnmente los nombres Quenya «en pleno», aun cuando se refirieran a usos que eran peculiares de esa lengua. Cada «nombre en pleno» era una palabra en Quenya que contuviera la letra en cuestión. En lo posible, era el primer sonido de la palabra; pero cuando el sonido o la combinación expresada no se daba inicialmente, aparecía inmediatamente después de la vocal inicial. Los nombres de las letras del cuadro eran:
1) tinco, metal; parma, libro; calma, lámpara; quesse, pluma;
2) ando, puerta; umbar, destino; anga, hierro, ungwe, telaraña;
3) thúle (súle), espíritu; formen, norte; harma, tesoro (o aha, ira); hwesta, brisa;
4) anto, boca; ampa, gancho; anca, mandíbulas; unque, un hueco;
5) númen, oeste; malta, oro; noldo (más arcaico, ngoldo), alguien perteneciente al clan de los Noldor; nwalme (más arcaico ngwalme), tormento;
6) óre, corazón (mente interior); vala, poder angélico; anna, regalo; vilya, aire, cielo (más arcaico wilya); rómen, este; arda, región; lambe, lengua; alda, árbol; silme, luz estelar; silme nuquerna (s invertida); áre, luz solar (o esse, nombre); áre nuquerna; hyarmen, sur; hwesta sindarinwa, yanta, puente; úre, calor.
Toda variante es una consecuencia de que los nombres fueran anteriores a ciertos cambios que afectaron al Quenya tal como lo hablaban los Exiliados. Así, Nº 11 se llamaba harma cuando representaba la ch fricativa en todas sus posiciones, pero cuando este sonido se convirtió en h aspirada inicialmente[47] (aunque estuviera situada en medio de la palabra), se adoptó el nombre aha. Originalmente are era áze, pero cuando esta z se mezcló con 21, el signo se utilizó en Quenya para la muy frecuente combinación ss en esa lengua, y se le dio el nombre de esse. Se le daba a 12 el nombre hwesta sindarinwa o «hw de los Elfos Grises», porque en Quenya tenía el sonido hw, y no eran necesarios signos distintos para chw y hw. Los nombres de letras más comúnmente conocidos y usados eran 17n, 33 hy, 25 r, 9 f: númen, hyarmen, rómen, formen = oeste, sur, este, norte (cf. Sindarin dûn o annûn, harad, rhûn o amrûn, forod). Estas letras comúnmente indicaban los puntos cardinales O, S, E, N aun en lenguas que utilizaban nombres del todo diferentes. En las Tierras Occidentales se los nombraba en este orden, empezando de cara al oeste; de hecho, hyarmen y formen significaban en verdad región de mano izquierda y región de mano derecha (lo contrario del ordenamiento de muchas lenguas humanas).