Cada una de las letras primarias estaba formada por un telco (tallo) y un lúva (arco). Las formas que se ven en 1-4 se consideraban normales. El tallo podía ser alzado, como en 9-16, o reducido, como en 17-24. El arco podía ser abierto, como en las series i y iii, o cerrado, como en ii y iv; y en ambos casos podía duplicarse: v. g., en 5-8.
En la Tercera Edad la costumbre había modificado la libertad teórica de aplicación, al punto que la serie I se aplicaba a las series dentales o t (tincotéma), y la II a las labiales o p (parmatéma). La aplicación de las series III y IV variaba de acuerdo con los requerimientos de las diferentes lenguas.