[1] Sínodo de Arras, capítulo XIV, en Sacrorum Nova et Amplissima Collectio, ed. de J. D. Mansi, París y Leipzig, 1901. Citado por Alberto Manguel, Leer imágenes, Alianza, Madrid, 2000, p. 151. <<
[2] Citado por David Freedberg, «Apolo, David, santa Cecilia: música y pintura en algunas obras de Poussin en el Prado», en VV. AA., Historias inmortales, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2002, p. 240. <<
[3] Juan Rof Carballo, Los duendes del Prado, Espasa-Calpe, Madrid, 1990, p. 80. <<
[4] Ramón Gaya, El sentimiento de la pintura, Arión, Madrid, 1960, p. 167. <<
[5] Lucas 1, 5-25. <<
[6] El doctor Fovel se refiere a La Visitación (ca. 1517), tabla pintada por Giulio Romano y Giovanni Battista Penni sobre un diseño de Rafael. <<
[7] Lucas 1, 39-45. <<
[8] Santa Teresa lo dijo en términos parecidos: «Esta visión, aunque es imaginaria, nunca la vi con los ojos corporales, ni ninguna, sino con los ojos del alma» (Libro de la vida, 28, 4). <<
[9] Léase el capítulo de Josephine Jungic, «Prophesies of the Angelic Pastor in Sebastiano del Piombo’s Portrait of Cardinal Bandinello Sauli and Three Companions», en Marjorie Reeves (ed.), Prophetic Rome in the High Renaissance Period, Oxford University Press, Oxford, 1992. <<
[10] La propuesta fue de un antiguo director del Museo del Prado, Diego Angulo, oponiéndose a otras propuestas tampoco confirmadas que han pretendido identificarlo con Juan de Silva, marqués de Montemayor y notario mayor de Toledo. <<
[11] Josephine Jungic, op. cit. <<
[12] Édouard Schuré, Les prophètes de la Renaissance, Perrin, París, 1920, p. 181 (existe versión en español: Leonardo da Vinci y los profetas del Renacimiento, Abraxas, Barcelona, 2007, p. 162). <<
[13] La sorprendente historia de las versiones de La Virgen de las Rocas ocupó todo un capítulo de mi libro La ruta prohibida, Planeta, Barcelona, 2007, p. 285. <<
[14] Giorgio Vasari, Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos, Cátedra, Madrid, 2002, p. 524. <<
[15] Ibídem, p. 525. <<
[16] Benjamin Blech y Roy Doliner, Los secretos de la Capilla Sixtina, Aguilar, Madrid, 2010, p. 52. <<
[17] No hay consenso en esa identificación. Otros intérpretes de la obra ven incluso a Arquímedes o a Pitágoras. <<
[18] Esta peculiar idea ha sido subrayada por algunos expertos en la figura del beato Amadeo y su tiempo, pero más recientemente por Martijn van Beek, «The Apocalypse of Juan Ricci de Guevara. Literary and iconographical artistry as mystico-theological argument for Mary’s Inmaculate Conception in Immacula tae Conceptionis Conclusio (1663)», en el Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, 22 (2010), p. 220. <<
[19] Contrato fechado el 25 de abril de 1483 y redactado por el notario Antonio de Capitani. Se trata del primer documento que confirma la llegada de Leonardo a Milán. <<
[20] De 1454 a 1457. <<
[21] Pseudomateo, cap. XVIII, menciona el episodio de la cueva en la que se detiene la Sagrada Familia camino de Egipto, pero sin citar explícitamente a Juan. <<
[22] BNE, ms. 8936, f. 3r. <<
[23] Pier Carpi, Las profecías del papa Juan XXIII, Martínez Roca, Barcelona, 1977, p. 55. <<
[24] Ibídem, p. 104. <<
[25] Ibídem, p. 127. <<
[26] Así lo describirá años después Christian Jacq en El iniciado, Martínez Roca, Barcelona, 1998, p. 15. <<
[27] Por si esto fuera poco, a Tomás la tradición cristiana lo llama también Dídimo, que en griego vuelve a significar «gemelo». <<
[28] En sus Estudios sobre iconología (Alianza, Madrid, 1972, p. 189), el erudito Erwin Panofsky definió a la Academia Platónica de Florencia como «un grupo selecto de hombres reunidos por la mutua amistad, un gusto común por el ingenio y la cultura humana, una veneración casi religiosa hacia Platón y una exaltada admiración por un sabio bondadoso y amable, Marsilio Ficino». No se me ocurre mejor síntesis de lo que fue el lugar en el que se plantó la semilla del Renacimiento. <<
[29] Marsilio Ficino, «On the Platonic Nature. Instructions and function of the Philosopher», en Meditations on the Soul, Inner Traditions International, Rochester, VT, 1996, p. 88. <<
[30] Véase mi novela Las puertas templarias (Martínez Roca, Barcelona, 2000) para un desarrollo completo, en clave de ficción, de esta idea. <<
[31] Manuel Ríos Mazcarelle, Savonarola: una tragedia del Renacimiento, Merino, Madrid, 2000, p. 132. <<
[32] Marsilio Ficino, In Platonis Alcibiadem Epitome, bibl. 90, p. 133: «Est autem homo anima rationalis, mentis particeps, corpore utens.» <<
[33] Marsilio Ficino, Theologia Platonica, III, 2, bibl. 90, p. 119. <<
[34] Llegué incluso a publicar un artículo con las notas de aquel trabajo: «Las profecías y la guerra», en la revista Más Allá de la Ciencia, en un número monográfico sobre la guerra del Golfo, en marzo de 1991, pp. 30-35. <<
[35] «Paiporta: los ángeles y el Libro de las dos mil páginas», en la revista Más Allá, 14 (abril de 1990). Págs. 76-83. También recogí parte de su historia en un libro que escribí años más tarde con Jesús Callejo, La España extraña, DeBolsillo, Barcelona, 2007, pp. 239-242. <<
[36] Tomás de Aquino, Suma Teológica, parte I, cuestión 51, objeción 3. <<
[37] Romano Giudicissi y Maribel García Polo, Los dos niños Jesús: historia de una conspiración, Muñoz Moya y Montraveta, Cerdanyola del Vallès, 1987. <<
[38] Ibídem, p. 25. <<
[39] Esta idea se desarrolla plenamente en Giorgio I. Spadaro, The Esoteric Meaning in Raphael’s Paintings, Lindisfarne Books, Great Barrington, MA, 2006. <<
[40] Carta de Victorino Novo y G. M. Curros, en El Heraldo Gallego del 18 de julio de 1876. <<
[41] VV. AA., «Corona fúnebre a la memoria del inspirado escritor y poeta gallego Teodosio Vesteiro Torres», El Correo Gallego, Orense, 1877. <<
[42] Francesc Cambó, Memorias (1876-1936), Alianza, Madrid, 1987, p. 403. <<
[43] David Cast, «Boccaccio, Botticelli y la historia de Nastagio degli Onesti», en VV. AA., Historias inmortales, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2002, p. 74. <<
[44] Eso sucedió hacia 1478. El lugar se llamó La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo, y al parecer ambos artistas llegaron a diseñar a medias el cartel del local, hoy perdido. <<
[45] Giorgio Vasari, op. cit., p. 414. <<
[46] El primero en establecer la relación entre ese sermón (que conocemos sólo por referencias) y el cuadro fue John Pope Hennessy, Sandro Botticelli, the Nativity in the National Gallery, The Gallery Books, Londres, 1947, p. 8. <<
[47] En el original,
ΤΑΥTHΝ ΓΡΑΦΗΝ ΕΝ ΤΩΙ ΤΕΛΕΙ ΤΟΥ X ΣΣΣΣΣ ΕΤΟΥΣ ΕΝ ΤΑΙΣ ΤΑΡ[ΑX]ΑΙΣ THΣ ΙΤΑΛΙΑΣ Α ΛEΞΑΝΔΡΟΣ ΕΓΩ ΕΝ ΤΩΙ ΜΕΤΑ XΡΟΝΟΝ ΗΜΙXΡΟΝΩΙ ΕΓΡΑΦΟΝ ΠΑΡΑ ΤΟ ΕΝΔΕΚ/ΑΤΟΝ ΤΟΥ ΑΓΙΟΥΙΩΑΝΝΟΥ ΕΝ ΤΩΙ ΑΠΟΚΑΛΥΨΕΩΣ BΩΙΟΥΑΙ ΕΝ THΙ ΑΥΣΕΙ ΤΩΝ Γ ΚΑΙ ΗΜΙΣΥ ΕΤΩΝ ΤΟΥ ΔΙΑBΟΛΟΥ ΕΠΕΙΤΑ ΔΕΣΜΟΘQΗΣΕΤΑΙ ΕΝ ΤΩΙ ΙBΩΙ ΚΑΙ BΛΕΨΟΜΕΝ… ΝΟΝ ΟΜΟΙΟΝ THΙ ΠΡΑΦΗΙ ΤΑΥTHΙ. <<
[48] Así lo reflejó en su obra Convivio de’ segreti della Scriptura Santa (publicado hacia 1508). <<
[49] Marjorie Reeves, The Influence of Prophecy in the Later Middle Ages, Oxford University Press, Oxford, 1969, p. 438. <<
[50] John Dee es uno de los personajes históricos esenciales de mi novela El ángel perdido, Planeta, Barcelona, 2011. A ella remito a los lectores que deseen saber más de este hombre. <<
[51] Cuadros suyos son Orillas del Azañón (1858), Desembo cadura del Bidasoa (1865), Torre de las Damas (1871), Alcalá de Guadaira (ca. 1890) y su magnífico Vista de Venecia (ca. 1900). <<
[52] Véase mi libro La ruta prohibida y otros enigmas de la Historia, Planeta, Barcelona, 2007, donde hablo de esta cuestión. <<
[53] Instrucciones de Carlos V a Felipe II, Ausgburgo, 18 de enero de 1548. Citadas por Manuel Fernández Álvarez en Carlos V, el César y el hombre, Espasa, Madrid, 1999, p. 705. <<
[54] Juan de Mariana, Historia de España, tomo VII, libro V, Francisco Oliva Impresor, Barcelona, p. 497. <<
[55] Citado por Gabriele Finaldi en «La Gloria de Tiziano», en VV. AA., Tiziano y el legado veneciano, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2005, p. 115. <<
[56] La armadura de acero y oro con la que posó Carlos V para este cuadro se conserva, por cierto, en la armería del Palacio Real de Madrid. Y si se compara con el retrato, se verá hasta qué punto fue fiel Tiziano a la realidad. <<
[57] Juan 19, 34-37: «Pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y seguidamente salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es veraz, él sabe que dice la verdad, para que vosotros creáis. Pues todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: "No se le romperá hueso alguno." Y también la Escritura dice: "Verán al que traspasaron."» <<
[58] Una buena recopilación de estos mitos se encuentra en la obra de Trevor Ravenscroft El pacto satánico, Robinbook, Barcelona, 1991. <<
[59] Buenos ejemplos son el Sacro Catino de Génova, un plato hexagonal recuperado en la primera cruzada en Cesarea Marítima, entre las modernas Tel Aviv y Haifa; un vaso de mármol custodiado en la catedral de Troyes, Francia, destruido durante la Revolución francesa; el cáliz de O Cebreiro, en el Camino de Santiago, que justifica la aparición del Grial en el escudo de Galicia; o el Cáliz de Ardagh, una pieza de orfebre ya fechada en el siglo VIII. Otros creen que aún yace enterrado en la capilla de Rosslyn, a las afueras de Edimburgo, o en Oak Island, e incluso en Glastonbury, todos ellos lugares sin demasiado fundamento histórico para albergar la preciada reliquia. <<
[60] Antonio Beltrán, Estudio sobre el Santo Cáliz de la catedral de Valencia, Instituto Diocesano Valentino Roque Chabás, Valencia, 1984. <<
[61] Fue el 8 de noviembre de 1982. Más recientemente, Benedicto XVI volvió a hacerlo el 8 de julio de 2006. <<
[62] Se han inventariado una veintena de estos Salvadores eucarísticos que De Juanes y su taller repitieron a lo largo de los años. Además de los dos conservados en el Museo del Prado (uno, el del cáliz convencional, procede de Fuente la Higuera, y se cree que fue el primero que pintó el artista; en el otro aparece ya el Grial de san Lorenzo), existen otros muy notables en el Ayuntamiento y en la Catedral de Valencia, en la parroquia de Sot de Chera (Valencia), en la parroquia de Jávea (Alicante), en el Szépmüvészeti Múzeum de Budapest, en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid o en las colecciones John Ford de Londres y Grasses de Barcelona. En paradero desconocido (muchos seguramente destruidos en la guerra civil española) están los de Benimarfull (Alicante), Sueca (Valencia) y Segorbe (Castellón), y los de varias parroquias de la capital levantina. Casi todos mostraban el Santo Grial en manos de Jesús o frente a él. <<
[63] Antonio Palomino, El museo pictórico y escala óptica, vol. 3: El parnaso español, pintoresco y laureado, Aguilar, Madrid, 1947, p. 88. La obra original, también en tres volúmenes, es de 17151724. <<
[64] Barón de Alcalahí, Diccionario biográfico de artistas valencianos, F. Domenech, Valencia, 1897, p. 173. <<
[65] Marcos Antonio de Orellana, «Biografía pictórica valenciana», edición preparada por Xavier de Salas, en Fuentes literarias para la Historia del Arte español, Madrid, 1930, p. 57. <<
[66] Esta historia, mencionada por el pintor Francisco Pacheco, fue recogida por Richard Cumberland en su obra Anecdotes of eminent painters in Spain, vol. I, J. Walter, Londres, 1782, p. 149; y antes por el padre jesuita Juan Eusebio Nieremberg en Firmamento religioso de luzidos astros en algunos claros varones de la Compañía de Iesús, tomo 2, María de Quiñones, Madrid, 1644, p. 553. <<
[67] Algunos historiadores se han referido siquiera brevemente a esta creencia del rey. Una referencia notable es el texto de Geoffrey Parker, Felipe II: la biografía definitiva, Planeta, Barcelona, 2010, p. 951. <<
[68] Fray José de Sigüenza, La fundación del monasterio de El Escorial, Aguilar, Madrid, 1988, p. 367. La obra original es de 1605. <<
[69] Juan Rof Carballo, op. cit., p. 153. <<
[70] «Gens absque consilio est et sine prudentia. Utinam saperent et intelligerent ac novissima providerent.» Deuteronomio 32, 28-29. <<
[71] «Abscondam faciem meam ab eis et considerabo novissima eorum.» Deuteronomio 32, 20. <<
[72] No es una alucinación mía. De hecho, a El jardín de las delicias se la llama también «La pintura del madroño», quizá por alusión a ese detalle que ya debió de resultar inconfundible para los habitantes del Madrid de Felipe II. De hecho, cuando el rey se hizo con ella en 1593 y la envió a engrosar su colección de El Escorial, en el libro de entregas del monasterio figura como «una pintura de la variedad del mundo, que llaman del Madroño». A nadie se le escapa que el oso y el madroño era, desde la batalla de las Navas de Tolosa (1212), el emblema por el que se reconocía a los habitantes de esta zona de la península Ibérica. Por qué está entonces ahí ese símbolo es un misterio de este cuadro. Uno más. <<
[73] Génesis 1, 18. <<
[74] Wilhelm Fraenger, Hieronymus Bosch: Il Regno Milenario, Abscondita, Milán, 2006, pp. 82-83. <<
[75] Epifanio de Salamis, Panarion (Adversus haereses), LXXII. <<
[76] Agustín de Hipona, De haeresibus, XXXI. <<
[77] El último en recoger esta idea ha sido Hans Belting, El jardín de las delicias, Abada, Madrid, 2012, p. 71 y ss. <<
[78] Domenicus Lampsonius, Pictorum aliquot celebrium Germaniae inferiores effigies, Hieronymus Cock, Amberes, 1572. <<
[79] Wilhelm Fraenger, op. cit., p. 84. <<
[80] Manuel Fernández Álvarez, Felipe II, Espasa, Madrid, 2010, p. 505. Esos cuernos, según los inventarios, fueron vendidos en 1603. <<
[81] En 1990, según el Boletín del Museo del Prado (tomo XI, no. 29, p. 117), la pinacoteca madrileña recibió la entonces cifra récord de 2.529.995 visitantes. <<
[82] H. Stein-Schneider, «Pieter Brueghel. Peintre hérétique. Illustrateur du message familiste», en Gazette des Beaux-Arts, LVII (1986), pp. 71-74. <<
[83] Puede consultarse una edición reciente: Karel van Mander, Het Schilderboek, Wereldbibliotheek, Ámsterdam, 1995. <<
[84] Charles de Tolnay, Pierre Brueghel l’ancien, 2 vols., Nouvelle Société d’Éditions, Bruselas, 1935. <<
[85] Alaistair Hamilton, The Family of Love, James & Clark, Cambridge, 1981, p. 37. <<
[86] Un resumen completo de ese mito se encuentra en mi libro En busca de la Edad de Oro, Plaza & Janés, Barcelona, 2006, p. 50 y ss. <<
[87] H. Stein-Schneider, «Une secte néo-cathare du 16 e siècle et leur peintre Pieter Brueghel l’Ancien», en Cahiers d’Études Cathares, vol. 36, 105 (1985), pp. 3-44. <<
[88] Lynda Harris, The Secret Heresy of Hyeronimus Bosch, Floris Books, Edimburgo, 1995. <<
[89] Años después de esta conversación, el 19 de mayo de 2002, Juan Pablo II canonizó a Alonso de Orozco, incluyéndolo en el santoral. <<
[90] Alonso de Orozco, Confesiones del beato Alonso de Orozco del Orden de Ermitaños de N. P. San Agustín, libro 1, capítulo 6, Imprenta de Amigos del País, Manila, 1882, p. 14. <<
[91] Richard G. Mann, El Greco and his Patrons: Three Major Projects, Cambridge University Press, Cambridge, 1989. Existe traducción al español: El Greco y sus patronos, Akal, Madrid, 1994. <<
[92] El maestro se refiere a un cuadrito de 26 × 20 cm, pintado hacia 1570 por el Greco, en el que puede verse al arcángel Gabriel extendiendo un brazo hacia María mientras le anuncia que va a ser madre. <<
[93] Éxodo 3, 2-5. <<
[94] Ricardo Jorge, «Nova contribução biográfica, crítica e médica no estudo do pintor Doménico Theotocopuli», Revista da Universidade de Coimbra, I, 4 (1912). <<
[95] Elías Tormo y Monzo, conferencias pronunciadas en el Ateneo de Madrid, 7, 21 y 28 de abril de 1900. Recogidas en José Álvarez Lopera, De Ceán a Cossío: la fortuna crítica del Greco en el siglo XIX, Fundación Universitaria Española, Madrid, 1987, vol. II, pp. 489-490. <<
[96] Juan Sánchez Gallego, Esoterismo en la pintura de El Greco: el entierro del Conde de Orgaz, Rosa Libros, Sevilla, 2006. <<
[*] Ancona es un retablo con la parte superior curva. <<
[*] Literalmente, «el borgoñés». <<
[*] El pequeño detalle del estrabismo en las madonnas de Luini tiene su aquel por la carga que ya sabemos se le otorgó en el siglo XVI a esa anomalía. Vladimir Nabokov, el autor de Lolita, acuñó para ese tipo de mirada la expresión «ojos luinescos» en un cuento que publicó en 1924: «La Veneziana.» <<
[*] Los entrecomillados son extractos literales del texto del Decamerón de Giovanni Boccaccio, quinta jornada, octava narración. <<
[*] A los dominicos los llamaban en Italia Domine Cane, «perros del Señor».<<
[*] El maestro se refiere a Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim (1486-1535), un cabalista, nigromante e intelectual que estuvo al servicio de Maximiliano I y de Carlos V en sus años de juventud, y que más tarde escribiría un influyente tratado en el que mostraba su certeza de que todo en el universo está conectado por fuerzas sutiles que atraen o repelen la fortuna y el poder. Lo tituló De occulta philosophia. <<
[*] El pilum era una lanza parecida a las jabalinas, típica de las legiones romanas. <<
[*] «Cuidado, cuidado, Dios observa.» <<
[*] Conocida también como «Greta la loca» o «la loca Meg». <<