MIÉRCOLES 22 DE NOVIEMBRE

55,3 kg (¡hurra!), 3 copas, 27 cigarrillos (absolutamente comprensible cuando mamá es una delincuente común), 5.671 calorías (oh, Dios, parece que he recuperado el apetito), 7 lotos instantáneas (acto nada egoísta para intentar ganar el dinero que todos han perdido, aunque he llegado a la conclusión de que quizá no se lo daría todo), ganancias totales: 10 libras, beneficio total: 3 libras (por algo hay que empezar).

10 a.m. De vuelta al piso, completamente agotada ya que no he dormido. Encima tengo que ir al trabajo y que me echen la bronca por llegar tarde. Papá parecía estar recuperándose un poco cuando me fui: alternando momentos de loca alegría, porque Julio había demostrado ser un sinvergüenza y quizá mamá regresase y empezase una nueva vida con él, y de profunda depresión, porque la nueva vida en cuestión sería una inacabable repetición de visitas a la prisión utilizando forzosamente el transporte público.

Mark Darcy regresó a Londres a altas horas de la madrugada. Le dejé un mensaje en el contestador dándole las gracias por su ayuda y todo eso, pero no me ha contestado. No puedo culparle. Apuesto a que ni Natasha ni ninguna mujer así le daría sopa azul ni resultaría ser la hija de una delincuente.

Una y Geoffrey me dijeron que no me preocupase por papá, porque Brian y Mavis iban a quedarse para ayudar a cuidar de él. Me he encontrado preguntándome por qué siempre es «Una y Geoffrey» y no «Geoffrey y Una», pero en cambio decimos «Malcolm y Elaine» y «Brian y Mavis». Y también decimos «Nigel y Audrey» Coles. De la misma forma que uno nunca diría «Geoffrey y Una» tampoco diría «Elaine y Malcolm». ¿Por qué? Me encontré, a pesar de mí misma, probando mi nombre al imaginar a Sharon o a Jude dentro de unos años aburriendo a sus hijas con «Ya conoces a Bridget y Mark, cariño, viven en aquella casa tan grande de Holland Park y van siempre de vacaciones al Caribe». Eso es. Será Bridget y Mark. Bridget y Mark Darcy. Los Darcy. No Mark y Bridget Darcy. Que Dios nos libre. Quedaría horrible. De repente me siento fatal por pensar en Mark Darcy en esos términos, como María con el Capitán Von Trapp en Sonrisas y lágrimas, y que tengo que correr a ver a la Madre Superiora, que me cantará Climb Every Mountain.