Me quedo en Londres. Siempre creo que me lo voy a pasar bien yendo a Edimburgo y al final sólo acabo consiguiendo ir a los espectáculos de mimo. Además, vas vestida de verano y entonces hace un frío que pela y tienes que pasearte temblando de frío por kilómetros y kilómetros de precipicios empedrados, pensando que todos los demás se lo están pasando en grande.