Hechos póstumos

1905 Aparece en Russia el volumen Lo grandioso en lo ínfimo, de Sérguei Nilus, donde se publica un texto que se presenta así: «Un amigo, ahora difunto, me dio un manuscrito que, con una precisión y una claridad extraordinarias, describe los planes y el desarrollo de una siniestra conjura mundial …

Este documento obra en mi poder desde hace casi cuatro años, junto con la absoluta garantía de que es la traducción veraz de documentos (originales) robados por una mujer a uno de los jefes más poderosos y de mayor nivel de iniciación de la masonería. El hurto tuvo lugar al término de una asamblea secreta de los «iniciados» en Francia, país que es el nido del «contubernio masónico judío». A quienes deseen ver y oír, me atrevo a desvelar este manuscrito con el título de Protocolos de los sabios de Sión».

Los protocolos se traducen inmediatamente a muchísimas lenguas.

1921 El London Times descubre las relaciones con el libro de Joly y denuncia los Protocolos como una falsificación. Desde entonces los Protocolos han sido reeditados continuamente como auténticos.

1925 Hitler, Mein Kampf (I, 11) «En los famosos Protocolos de los sabios de Sión queda claro que la existencia de este pueblo se apoya en una continua mentira. El Frankfurter Zeitung dice lloriqueando cada semana que Los protocolos se basan en una falsificación: y en ello está la mejor prueba de que son verdaderos… Cuando este libro se convierta en patrimonio común de todo el pueblo, el peligro judaico podrá considerarse eliminado».

1939 Henri Rollin, L’Apocalypse de notre temps: «Podemos considerarlos la obra más difundida en el mundo después de la Biblia».