despertarme, no la veo… Creo que está cerca…, me ha hecho daño…

—¡No temas, Lyra! Si tú también tienes miedo, me volveré loco…

Ambos intentaron abrazarse con fuerza, pero sus brazos sólo estrecharon el aire. Lyra trató de expresar lo que pretendía decir:

—Lo único que deseo es despertarme… Tengo miedo de quedarme dormida para siempre y morirme. ¡Quiero despertar! ¡Quiero estar viva y despierta aunque sólo sea una hora! No sé si esto es real o no, ni siquiera… Pero yo te ayudaré, Roger. ¡Te lo juro!

—Pero si estás soñando, Lyra, cuando despiertes quizá no lo creas. Eso es lo que me ocurriría a mí, creería que se trataba de un sueño.

—¡No! —protestó Lyra furiosa, y