[1] «Media noche era por filo, los gallos quieren cantar», empieza el romance del Conde Claros. Por filo, ‘en punto, exactamente’, se contradice jocosamente con poco más a menos.<<

[2] Los ladridos, en especial nocturnos, se consideraban mal augurio.<<

[3] ‘Dios’ se sustituye por sol.<<

[4] apartamiento: ‘casa de recreo apartada del cuerpo principal del palacio’.<<

[5] ‘aldabonazos, golpes de aldaba’.<<

[6] ‘de una vez por todas’.<<

[7] ‘no lo creeré aunque lo vea con mis ojos y lo toque con mis manos’, recuerdo de la incredulidad del apóstol Santo Tomás.<<

[8] ‘Hemos encontrado la iglesia’. Con la sustitución de dado por topado, y de forma totalmente extraña al contexto del Quijote, la frase se ha proverbializado para indicar que la Iglesia o una autoridad se interpone en la realización de un proyecto.<<

[9] Que solían estar al lado de las iglesias.<<

[10] ‘ojalá lo pueda ver troceado, como comida para los perros, puesto que así nos humilla y marea’.<<

[11] ‘y no llevemos las cosas demasiado lejos, al límite’.<<

[12] No es eso lo que don Quijote y Sancho han dicho en I, 25 (ni el narrador en I, 1). Pero el amor de oídas, por la reputación de una persona, fue tema grato a la literatura medieval, en la que, como en el Quijote, lleva al extremo la idealización de la amada.<<

[13] Asimismo en el sentido de ‘la visita, el encuentro’.<<

[14] ‘dar un puñetazo en el cielo’, es decir, ‘intentar lo imposible’.<<

[15] ‘antes de despuntar el día para ir a labrar el campo’.<<

[16] Primeros versos del romance de Guarinos, donde se cuenta la derrota de los Doce Pares. En algunas versiones, el segundo dice «en la caza (‘batalla’) de Roncesvalles».<<

[17] El romance cuenta los amores del moro Calaínos con la princesa Sevilla, hija de Almanzor, que le pide las cabezas de Roldán, Oliveros y Reinaldos de Montalbán a cambio de su amor; sin embargo, Calaínos no logra su intento y muere a manos de Roldán.<<

[18] ‘brizna, migaja’.<<

[19] ‘instrucciones’.<<

[20] ‘me gusta’.<<

[21] ‘nueva confianza, credulidad’.<<