[1] ‘las gotas de rocío’.<<
[2] Quizá se recuerda aquí el último verso del poema A la salida de la cárcel de fray Luis de León: «Ni envidiado ni envidioso».<<
[3] ‘a dar pienso a tu asno’.<<
[4] ‘que el pensar en tu persona’, ahora recogiendo pensar en el sentido de ‘cuidar’.<<
[5] ‘el extremo opuesto al hierro’.<<
[6] ‘trozos de tocino’.<<
[7] ‘por la señal de la cruz’.<<
[8] ‘y no pedir imposibles’.<<
[9] ‘algo menos de medio litro’.<<
[10] ‘aunque las tenga el conde Dirlos’, héroe del romancero, que, al final de sus aventuras, vuelve a casa a tiempo de impedir que su mujer, que le había dado por muerto, se una en matrimonio con el infante Celinos.<<
[11] ‘de las cláusulas de nuestro contrato’.<<
[12] ‘con tal que’.<<
[13] ‘ensartado en un asador fabricado con el tronco de todo un olmo’.<<
[14] ‘en el molde corriente’.<<
[15] ‘un matadero entero’.<<
[16] ‘sin que se notara’.<<
[17] ‘odres para el vino’, fabricados con la piel de un buey.<<
[18] ‘montones’.<<
[19] ‘entrecruzados’.<<
[20] ‘más grandes que los recipientes usados para teñir ropa’.<<
[21] ‘pastas de harina, fritas y endulzadas con azúcar o miel’.<<
[22] ‘sacad’; el cocinero pondera la magnificencia del banquete, pues espumar significa literalmente ‘retirar la espuma que se forma encima de un caldo’.<<
[23] ‘apocado’.<<
[24] ‘adornos de las caballerías’.<<
[25] ‘correas que rodean el pecho de la caballería y se sujetan a la silla y la cincha’.<<
[26] ‘se moderaran’.<<
[27] ‘pañuelos para cubrir la cabeza’.<<
[28] ‘paño lujoso propio de campesinos’.<<
[29] ‘flauta de doble tubo’.<<
[30] ‘ballets, danzas con argumento y recitado’.<<
[31] El salvaje es un personaje típico de las representaciones y mascaradas; solía vestir tal como aquí se describe.<<
[32] ‘En la fachada’.<<
[33] ‘en sus cuatro paredes’.<<
[34] La mudanza se compone de cierto número de pasos que se bailan en cada estrofa.<<
[35] ‘y tensaba el arco’.<<
[36] ‘sima profunda, abismo’.<<
[37] ‘por encima de la luna’.<<
[38] Es decir ‘de la avaricia’.<<
[39] ‘a partir de hoy’.<<
[40] ‘en el dar demuestra su amor’.<<
[41] ‘delante del castillo rompía huchas llenas de monedas de oro’.<<
[42] ‘gato de piel rayada’.<<
[43] ‘con sus valedores o sus partidarios’.<<
[44] ‘como al principio’.<<
[45] Las descripciones de celebraciones, torneos o fiestas como las de Camacho se seguían en tiempos de Cervantes con un interés comparable al que hoy suscitan las crónicas de deportes o sobre las fiestas de la jet set.<<
[46] ‘que se le debe dar mejor la sátira que los rezos’; vísperas: ‘oración de la última hora de la tarde, hacia el anochecer, momento en que se rezan los Salmos’.<<
[47] ‘Apuesto por el poderoso’.<<
[48] ‘ya se ve’.<<
[49] ‘Que corra el gasto a la cuenta de las destrezas de Basilio’.<<
[50] ‘serán agua sucia, tanto si hay ocasión de comprobarlo (si viene a mano) como si no’.<<
[51] ‘había materia para murmurar’.<<
[52] ‘enterrado’.<<
[53] Probable reminiscencia del epitafio de una habladora en la Floresta española (1574) de Melchor de Santa Cruz: «Y es tanto lo que habló, / que aunque más no ha de hablar, / nunca llegará el callar / adonde el hablar llegó».<<
[54] ‘llama por igual a jóvenes y a viejos’.<<
[55] Versos de Horacio ya citados en el Prólogo a la Primera parte.<<
[56] ‘a nada le hace ascos’.<<
[57] ‘y a todo se acomoda’.<<
[58] Porque a la muerte se la representa con un esqueleto.<<
[59] La hidropesía es enfermedad que causa una sed extraordinaria.<<
[60] ‘Anímate y no decaigas’.<<
[61] Entiéndase: ‘si como tienes buena disposición natural, tuvieras discreción…, pudieras tomar…’.<<
[62] ‘teologías, sutilezas’. Las palabras de Sancho coinciden en sustancia con ideas especialmente gratas a Erasmo de Rotterdam (quien escribe, por ejemplo, que al teólogo se le reconoce «en bien vivir»). Pero en tiempos de Cervantes era ya cosa pasada el fervor del movimiento espiritual y literario que el erasmismo supuso en la primera mitad del siglo XVI, y no hay indicios de que el novelista estuviera familiarizado con las obras del gran intelectual holandés.<<
[63] Salmos, CX, 10.<<
[64] ‘acabar rápidamente’.<<
[65] Sentencia de Mateo, XII, 36: «De toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta el día del juicio».<<