[1] ‘va estirándose sin romperse’.<<
[2] También en el sentido de ‘desdichado caballero’.<<
[3] almohada: ‘cojín que se colocaba sobre el estrado y donde la mujer se sentaba para recibir visitas’.<<
[4] ‘seca, hosca’.<<
[5] soledad: en el sentido actual y también en el de ‘lugar solitario o apartado, arboleda, floresta’.<<
[6] ‘la virtud supera todos los infortunios’.<<
[7] Sancho adapta el refrán «Donde se cree que hay tocinos, no hay estacas», es decir, ‘las apariencias engañan’.<<
[8] ‘las cosas ocurren cuando menos se esperan’.<<
[9] ‘lo arreó con una vara’.<<
[10] ‘apoyado en su lanza’.<<
[11] ‘no menos confuso de lo que él quedaba’.<<
[12] ‘no se veía’.<<
[13] Sancho revuelve los términos de dos de las obras de misericordia.<<
[14] ‘robarles’.<<
[15] Son versos que se repiten en romances de Fernán González y de Bernardo del Carpio.<<
[16] ‘que si sospecha algo, os auguro infortunios’.<<
[17] ‘¡Largo, fuera, aléjate, demonio!’. La x de oxte tenía una pronunciación entre s y ch.<<
[18] El refrán acaba «en casa de Tamayo» o bien «no en mi sayo», e indica el deseo de alejar las desgracias.<<
[19] De hecho, esos refranes se usaban para ponderar la dificultad de buscar entre una gran muchedumbre.<<
[20] ‘tengo que salirme con la mía’; la expresión remite al juego del hito.<<
[21] ‘Quizá con esa insistencia conseguiré de él’.<<
[22] Se entiende ‘lugar’, con el sentido de ‘tiempo, ocasión’.<<
[23] Dado que las hembras del asno son más mansas y fiables que los machos.<<
[24] ‘rápidamente, a la carrera’.<<
[25] ‘¿Podré tener este día por feliz o infortunado?’, de acuerdo con la costumbre romana de señalar con una piedra blanca un día feliz y con una negra un mal día.<<
[26] ‘rótulos o títulos de cátedras’; el nombre del ganador de una oposición a cátedra se pintaba en las paredes de la facultad con almagre, ‘pintura arcillosa de color rojizo’, junto al monograma de la palabra víctor, ‘vencedor’.<<
[27] ‘a campo abierto’.<<
[28] ‘brillan como el oro’.<<
[29] ‘todas una sarta de perlas’.<<
[30] ‘con más de diez capas de bordado’ (aunque sólo lo había de dos o tres).<<
[31] ‘y además de todo esto’.<<
[32] ‘jacas de piel manchada o moteada’, en el vulgarismo de Sancho.<<
[33] ‘que es el no va más’.<<
[34] ‘en el prado común a todos los vecinos’.<<
[35] ‘no es muy seguro’.<<
[36] ‘en el cogote’.<<
[37] ampo: ‘copo’.<<
[38] Es eco del romance de la infanta Urraca: «calledes, hija, calledes, / no digades tal palabra».<<
[39] ‘soberbia, altanería’; Sancho quiere decir alteza.<<
[40] ‘buen talante, buena disposición’.<<
[41] ‘sin gracia y con enfado’.<<
[42] nora en tal: ‘en hora mala’; déjenmos: ‘déjennos’. Las labradoras emplean el tipo de lenguaje que convencionalmente se consideraba propio de los rústicos.<<
[43] ‘¿A mí con esas cosas?’; jo: ‘so’, voz para ordenar pararse a la montura; estregar: ‘cepillar el pelo del animal’.<<
[44] ‘burlas, insultos’.<<
[45] ‘Sigan por su camino y déjennos hacer el nuestro, que les irá mejor’.<<
[46] Recuerdo de un verso de la Égloga III de Garcilaso: «Mas la fortuna, de mi mal no harta».<<
[47] ‘cima’.<<
[48] contrahecha: ‘disfrazada y desfigurada’.<<
[49] Expresión que denota extrañeza.<<
[50] Por ‘requiebros’.<<
[51] ‘comenzó a dar saltos arqueando el lomo’.<<
[52] La almohada que sirve de montura (albarda) cae a la parte inferior al aflojarse la correa que la sujeta (cincha).<<
[53] ‘cogió carrerilla’.<<
[54] Las mujeres solían montar con ambas piernas hacia el mismo lado del animal.<<
[55] ‘ave de caza’.<<
[56] ‘malquerido, odiado’.<<
[57] ‘tal como es en realidad’.<<
[58] ‘En fin’.<<
[59] ‘montículo de tierra donde se coloca la diana’.<<
[60] ‘donde apunten y asesten’.<<
[61] ‘me apestó y envenenó’.<<
[62] ‘sujetas en una varilla o colgadero’.<<
[63] ‘bultos que se forman en la corteza de los alcornoques’.<<
[64] Era creencia común de la fisiognomía.<<
[65] ‘en la cara interior del muslo’.<<
[66] ‘que le quedaban muy bien’.<<
[67] ‘silla sin adornos’, a la altura del lomo, o bien ‘silla elevada’ respecto a aquél.<<
[68] ‘silla con estribos altos’.<<
[69] ‘gualdrapa’, tela que cubre parte de la montura.<<
[70] «Este episodio señala decididamente una nueva fase de la locura de don Quijote insinuada en algunos episodios de la Primera parte … Don Quijote siempre verá la realidad tal cual es (el episodio de la cueva de Montesinos es un sueño), y serán los que le circundan (Sancho, los Duques) quienes le crearán un mundo de fantasía» (Martín de Riquer).<<
[71] ‘hablaron’.<<