[1] ‘no lo pudo evitar’.<<

[2] ‘con expresión solemne y signos de aprobación’.<<

[3] ‘No bien se hubo retirado’.<<

[4] La perorata de la ventera tiene un segundo sentido picante.<<

[5] ‘pertrechos’.<<

[6] ‘Se admiraron, se sorprendieron’.<<

[7] ‘después de comer, en la sobremesa’.<<

[8] ‘le habían trastornado el juicio’.<<

[9] letrado: ‘texto escrito’.<<

[10] ‘mil pesares’.<<

[11] ‘oigo’.<<

[12] ‘es muy agradable’.<<

[13] ‘De verdad que no lo sé, señor’.<<

[14] Los cuatro libros del valeroso caballero don Cirongilio de Tracia, de Bernardo de Vargas (Sevilla, 1545).<<

[15] Obra de Melchor Ortega que estaba entre los libros de don Quijote.<<

[16] A partir de la edición de 1580, la Crónica del Gran Capitán iba acompañada de la biografía del soldado García de Paredes (1466-1530), famoso por su fuerza extraordinaria.<<

[17] ‘patrañas, fantasías’.<<

[18] ‘espada grande que se manejaba con dos manos’.<<

[19] ‘¡Y a mí qué me importa!’; es frase hecha.<<

[20] ‘muñequitos que se hacían abriendo la parte superior de una vaina de haba y quitando una semilla para que pareciera un fraile’.<<

[21] ‘se enfrentó, derrotó’.<<

[22] ‘en voz baja’.<<

[23] ‘hacer la segunda voz en una canción o el segundo papel en una obra’.<<

[24] ‘frailes reformados’, que tenían fama de íntegros y veraces.<<

[25] ‘engañarme’.<<

[26] ‘que no tengo un pelo de tonto’.<<

[27] En las culturas con una alfabetización insuficiente, la escritura conllevaba o todavía conlleva un plus de veracidad: el mero hecho de constar por escrito parecía garantizar la realidad de una noticia o de un relato. Los requisitos legales necesarios para la publicación de una obra tendían a avalar esa impresión, y tanto más cuanto que los volúmenes de Don Cirongilio de Tracia y de la Historia del Gran Capitán se le presentaban al ventero (como, en su locura, a don Quijote) con el mismo aspecto en cuanto portadas, formato, etc. En el siglo XVII, la categoría moderna de la ‘ficción’, un tipo de lenguaje que no es ni ‘verdad’ ni ‘mentira’, sino que tiene un estatuto propio, no estaba aún sólidamente establecida.<<

[28] ‘juego parecido al billar’.<<

[29] Se refiere a los nobles, a los que estaba vedado el trabajo manual.<<

[30] ‘decidió’.<<

[31] Novela tiene aquí el sentido, regular en la época, de ‘relato corto’ (la acepción moderna de ‘relato extenso’ no se generalizó hasta el siglo XIX), y en particular según el modelo de Boccaccio y de la narrativa italiana. De hecho, la acción de El curioso impertinente transcurre en Florencia, en tiempos del Gran Capitán, no sólo porque algunos aspectos de la historia podrían haberse juzgado impropios de la España de los Austrias, sino porque el género se sentía como característico de Italia. (Por eso se enorgullecía Cervantes en el prólogo a las Novelas ejemplares: «yo soy el primero que he novelado en lengua castellana, que las muchas novelas que en ella andan impresas todas son traducidas de lenguas extranjeras, y éstas son mías propias, no imitadas ni hurtadas».) En el Quijote, la presencia de una novela busca acentuar la variedad de los «cuentos y episodios» que se alternan con los lances del protagonista (véase I, 28).<<

[32] De los venteros se decía que eran moriscos.<<

[33] En el Siglo de Oro fueron muchos los textos que se difundieron sólo en copias manuscritas. Así circularon durante un tiempo las Novelas ejemplares del propio Cervantes, en general compuestas antes del Quijote, pero no publicadas sino en 1613.<<

[34] ‘alguna curiosidad, alguna cosa interesante’.<<