Quiero dar las gracias a mucha gente: al profesor de latín del hijo de Jerrilyn Farmer; a Toni L. P. Kelner y Steve Kelner, amigos y cajas de sonido; a Ivan Van Laningham, que derrocha tanto sabiduría como opinión sobre infinidad de temas; a la doctora Stacy Clanton, de quien puedo decir lo mismo; a Alejandro Dumas, autor de la fabulosa Los tres mosqueteros, que todo el mundo debería leer; a Anne Rice, por vampirizar Nueva Orleans y al lector de Uncle Hugo's, que adivinó la trama de esta novela por adelantado… ¡Va por vosotros!