Presentación… para los padres de los niños
Ella era buena y eso nadie lo podía dudar, pero ante todo era congruente con su propia naturaleza. Antes que nada era una Orca, una cazadora y eso ningún ser humano lo podía cambiar.
Juan Gerardo Paredes Orea
La presente antología es una propuesta de cuentos cortos que al igual que muchas otras historias pueden cumplir con diversas finalidades, entre las que se encuentran el entretenimiento, el despertar el interés por la lectura, promover la imaginación de los niños al mismo tiempo que pueden desarrollar su creatividad y contribuir a la formación de mejores seres humanos.
Pero también es cierto que los cuentos pueden cumplir con una función educativa, dejando mensajes en donde se promuevan valores y pautas de comportamiento, que de alguna manera favorezcan la convivencia positiva en sus relaciones sociales pero sobre todo dejar un impacto en los niños que han empezado a insertarse de alguna manera en el mundo de los adultos, donde hay reglas y normas que tienen que aprender para incorporarse en su contexto de manera favorable.
De manera ambiciosa, a través de estos cuentos se pretende rescatar lo que caracteriza o debería caracterizar a las personas “el lado humano” a través de la amistad, la solidaridad, el amor, el cuidado por el otro, la comprensión, etc., pero también del reconocimiento de aquello que muchas veces nos gusta porque es desagradable como la tristeza, las malas intenciones, el enojo, por mencionar sólo algunos aspectos, pero que sin duda forman parte de la vida del ser humano.
Aunado al punto anterior, la propuesta que tienes en tus manos no sólo busca fomentar lo que ya se ha mencionado, esta antología presenta historias ficticias que paradójicamente pueden aplicarse a la realidad que viven los niños, en donde los adultos (ya sea papás, hermanos, tíos, profesores) pueden generar la reflexión en los pequeños, cuestionando cada una de las historias y promoviendo a su vez situaciones de aprendizaje.
El conocimiento, como sabemos se da en todo momento, lo importante es rescatar el aspecto lúdico de cada situación, ¿cómo hacerlo?, siempre invitando a los niños a cuestionar lo leído, a situarse en el lugar del otro como lo hizo Luis cuando fue a ver al mono alegre, a proponer una solución para Tiqui tiqui Tiqui tiqui, a reinventar la historia de la princesa de Bacalar y sus lágrimas negras, a pensar que harían en el lugar de Rosy y su perrito café, cómo hubieran resuelto el problema. Estos aspectos son sólo una pauta de las muchas cosas que se pueden llevar a cabo, dependerá de la habilidad del lector para sacar el mayor provecho de cada una de las historias.
Finalmente, deseo que los breves cuentos aquí planteados dejen huellas positivas en los niños y sean una herramienta para fomentar aprendizajes, valores y actitudes que contribuyan a la formación de mejores seres humanos
Maritza Pérez García