Le he dado las gracias una y otra vez a mi familia durante toda esta locura, así que ahora le toca a la gente que ha llegado a mi vida desde entonces.
A Jenny y a Gitte, os lo he dicho antes y os lo repetiré todas las veces que haga falta: os quiero un montón, ¡ni más ni menos!
A mis agentes, Andrea Barzvi y Kristyn Keene de ICM Partners. Cuando entré en vuestras oficinas sabía que había encontrado mi hogar. Por primera vez me sentí emocionada, en vez de abrumada, y fue cosa vuestra. Os estaré eternamente agradecida.
A Beth y a Selina de Grand Central Publishing, por la fe que depositasteis en una autora novel. Estoy atónita ante el potencial de mi futuro, ese que os habéis ofrecido a apoyar y a defender. Gracias.
A los blogueros que trabajan sin descanso para promocionar y apoyar a los escritores y a mis señoritas obsesionadas con Jesse, que le dan un significado nuevo a la palabra «entusiasta». ¡Me encanta estar con vosotras, quedaos siempre conmigo! Tengo planeado seguir capturando vuestra imaginación durante años y años. ¡Me muero de ganas de hacerlo!
Han pasado muchísimas cosas desde la publicación de Seducción y Obsesión, demasiadas para poder asimilarlas todas, pero han pasado y me han pasado a mí, una chica británica que tenía una idea que no conseguía quitarse de la cabeza. Y lo cierto es que me alegro mucho de que fuera así, porque de lo contrario no existiría Jesse Ward, ni los momentos apisonadora, ni las cuentas atrás, ni los dedos metidos en tarros de mantequilla de cacahuete. Éstos son sólo algunos de los detalles adictivos que han calado en mis maravillosos lectores, junto con el amor loco y apasionado de dos personas.
La presión para estar a la altura en Confesión ha sido inmensa, y espero haberlo conseguido. Hemos llegado al final, a la conclusión de la historia de Jesse y de Ava.
Que la disfrutéis.
Bss,
JODI