AGRADECIMIENTOS
Gracias a mi mujer y a mi hija por todo lo mucho que me dan cada día y por hacer que todo merezca la pena. Gracias a mis padres, a toda mi familia y a mis amigos. Gracias en especial a Javier por hacer de primer lector de Circo Máximo.
Gracias a Purificación Plaza por su paciencia, profesionalidad y pericia como editora. Sus consejos son siempre atinados.
Gracias a un montón de personas que generosamente compartieron su inmenso conocimiento para que de esa forma Circo Máximo se aproxime lo más fidedignamente posible al mundo clásico. En concreto, gracias a Alejandro Valiño (catedrático de derecho romano de la Universidad de Valencia), a Julia Grau (catedrática de latín y griego del IES Luis Vives de Valencia), a Jesús Bermúdez (catedrático de latín de la Universitat Jaume I), a Rubén Montañés (profesor de griego clásico de la Universitat Jaume I), a Ana Elisa Gil (traductora e intérprete jurado de rumano) y a Antonio Piñero (catedrático de filología griega y experto en filología bíblica trilingüe de la Universidad Complutense de Madrid). Si hay aciertos en Circo Máximo se deben en gran parte a la colaboración de estas personas, mientras que si hay errores, éstos son sólo achacables al autor de la novela.
Gracias también a la biblioteca de la Universitat Jaume I y a su servicio de Obtención de Documentos.
Gracias a la Agencia Literaria Carmen Balcells, en particular a Ramón Conesa y a Gloria Gutiérrez por su constante apoyo.
Gracias a todo el equipo editorial de Planeta, incluidos los ilustradores y diseñadores gráficos.
Gracias a todos los lectores que, ya sea en España o en América Latina, me escriben mensajes a través de mi web, Facebook o Twitter para animarme a seguir escribiendo. Son un gran estímulo en todo momento.
Gracias a Trajano y su mundo, convulso con frecuencia, esperanzador en ocasiones. Incluso gracias a Mario Prisco o Pompeyo Colega o Carpophorus y tantos otros ruines, porque si bien la vida sería infinitamente mejor sin la perversión de los malvados, la literatura, sin ellos, sería aburrida.