I. Y se reunieron los líderes de los gnomos, y el Abad Gurder les dijo: «Escuchad las palabras del gnomo del Exterior»;
II. Y algunos se opusieron diciendo: «Es un intruso; ¿por qué, pues, hemos de escucharlo?»;
III. Pero el Abad Gurder respondió: «Porque así lo quería el viejo Abad. Sí, y porque también yo lo deseo».
IV. Ante lo cual, los demás refunfuñaron pero guardaron silencio.
V. Y el gnomo del Exterior dijo: «Respecto a los rumores de demolición, tengo un plan.
VI. »Ahora que llega el momento de tomar esta grave decisión, no nos portemos como cochinillas que huyen cuando el tronco es derribado, sino como Valerosos Gnomos Libres»,
VII. Y los líderes lo interrumpieron para preguntar qué era una cochinilla, a lo cual respondió: «Está bien… Como ratas, para entendernos.
VIII. »Llevemos con nosotros lo que vamos a necesitar para iniciar una nueva vida en el Exterior, no en alguna otra Tienda, sino bajo el cielo. Conduzcamos a todos los gnomos, viejos y jóvenes, y llevemos toda la comida, todos los materiales y toda la información que vayamos a necesitar».
IX. Y los gnomos repitieron: «¿Todo?», y él asintió: «Todo». Y ellos declararon: «No podemos hacer una cosa así…».
De El libro de los gnomos,
Tercera Planta, vv. I-IX