XIII. Así pues, sucedió que en la Tienda no había Días ni Noches, sino sólo Hora de Apertura y Hora de Cierre. Y, además, allí no llovía, ni había Nieve.

XIV. Y los gnomos engordaron y se multiplicaron con el paso de los años, y dedicaron la mayor parte de su tiempo a alimentar Rivalidades y Pequeñas Guerras, un Departamento contra otro Departamento, y pronto olvidaron cuanto conocían del Exterior.

XV. De esta manera dijeron: «¿No es cierto que Arnold Bros (fund. en 1905) puso Todo bajo un solo Techo?».

XVI. Y quienes respondieron: «Quizá no Todo», sufrieron las crueles burlas y las pullas de los demás.

XVII. Y otros gnomos apuntaron con resolución: «Aunque existiera un Exterior, ¿qué cosas podría contener que necesitáramos? Pues aquí tenemos a nuestra disposición la energía de la Eléctrica, la Sección de Alimentación y Todo tipo de Diversiones».

XVIII. Y así, las Temporadas sofocaron los recuerdos como si fueran los almohadones de Complementos de Cama (3.a Planta).

XIX. Hasta que llegó de un lugar remoto un Extraño, anunciando a voz en grito: «¡Peligro y calamidad!».

De El libro de los gnomos,

Primera planta, vv. XII-XIX