Zaguán de casa de la novia. Portón al fondo. Es de noche. La novia sale con enaguas blancas encañonadas, llenas de encajes y puntas bordadas y un corpiño blanco, con los brazos al aire. La criada, lo mismo.
CRIADA
Aquí te acabaré de peinar.
NOVIA
No se puede estar ahí dentro del calor.
CRIADA
En estas tierras no refresca ni al amanecer.
(Se sienta la novia en una silla baja y se mira en un espejito de mano. La criada la peina).
NOVIA
Mi madre era de un sitio donde había muchos árboles. De tierra rica.
CRIADA
¡Así era ella de alegre!
NOVIA
Pero se consumió aquí.
CRIADA
El sino.
NOVIA
Como nos consumimos todas. Echan fuego las paredes. ¡Ay!, no tires demasiado.
CRIADA
Es para arreglarte mejor esta onda. Quiero que te caiga sobre la frente. (La novia se mira en el espejo). Qué hermosa estás. ¡Ay! (La besa apasionadamente).
NOVIA (Seria).
Sigue peinándome.
CRIADA (Peinándola).
¡Dichosa tú que vas a abrazar a un hombre, que lo vas a besar, que vas a sentir su peso!
NOVIA
Calla.
CRIADA
Y lo mejor es, cuando te despiertes y lo sientas al lado y que él te roza los hombros con su aliento, como con una plumilla de ruiseñor.
NOVIA (Fuerte).
¿Te quieres callar?
CRIADA
¡Pero, niña! ¿Una boda, qué es? Una boda es esto y nada más. ¿Son los dulces? ¿Son los ramos de flores? No. Es una cama relumbrante y un hombre y una mujer.
NOVIA
No se debe decir.
CRIADA
Eso es otra cosa. ¡Pero es bien alegre!
NOVIA
O bien amargo.
CRIADA
El azahar te lo voy a poner desde aquí, hasta aquí, de modo que la corona luzca sobre el peinado.
(Le prueba el ramo de azahar).
NOVIA (Se mira en el espejo).
Trae.
(Coge el azahar y lo mira y deja caer la cabeza abatida).
CRIADA
¿Qué es esto?
NOVIA
Déjame.
CRIADA
No son horas de ponerte triste. (Animosa). Trae el azahar. (Novia tira el azahar). ¡Niña! ¿Qué castigo pides tirando al suelo la corona? ¡Levanta esa frente! ¿Es que no te quieres casar? Dilo. Todavía te puedes arrepentir. (Se levanta).
NOVIA
Son nublos. Un mal aire en el centro. ¿Quién no lo tiene?
CRIADA
Tú quieres a tu novio.
NOVIA
Lo quiero.
CRIADA
Sí, sí, estoy segura.
NOVIA
Pero este es un paso muy grande.
CRIADA
Hay que darlo.
NOVIA
Ya me he comprometido.
CRIADA
Te voy a poner la corona.
NOVIA (Se sienta).
Date prisa, que ya deben ir llegando.
CRIADA
Ya llevarán todos lo menos dos horas de camino.
NOVIA
¿Cuánto hay de aquí a la iglesia?
CRIADA
Cinco leguas por el arroyo, que por el camino hay el doble.
(La novia se levanta y la criada se entusiasma al verla).
Despierte la novia
la mañana de la boda.
¡Que los ríos del mundo
lleven tu corona!
NOVIA (Sonriente).
Vamos.
CRIADA (La besa entusiasmada y baila alrededor).
Que despierte con el ramo verde
del laurel florido.
¡Que despierte
por el tronco y la rama
de los laureles!
(Se oyen unos aldabonazos).
NOVIA
¡Abre! Deben ser los primeros convidados. (Entra. La criada abre sorprendida).
CRIADA
¿Tú?
LEONARDO
Yo. Buenos días.
CRIADA
¡El primero!
LEONARDO
¿No me han convidado?
CRIADA
Sí.
LEONARDO
Por eso vengo.
CRIADA
¿Y tu MUJER?
LEONARDO
Yo vine a caballo. Ella se acercaba por el camino.
CRIADA
¿No te has encontrado a nadie?
LEONARDO
Los pasé con el caballo.
CRIADA
Vas a matar al animal con tanta carrera.
LEONARDO
¡Cuando se muera, muerto está!
(Pausa).
CRIADA
Siéntate. Todavía no se ha levantado nadie.
LEONARDO
¿Y la novia?
CRIADA
Ahora mismo la voy a vestir.
LEONARDO
¡La novia! ¡Estará contenta!
CRIADA (Variando de conversación).
¿Y el niño?
LEONARDO
¿Cuál?
CRIADA
Tu hijo.
LEONARDO (Recordando como soñoliento).
¡Ah!
CRIADA
¿Lo traen?
LEONARDO
No.
(Pausa. Voces cantando muy lejos).
VOCES
¡Despierte la novia
la mañana de la boda!
LEONARDO
Despierte la novia
la mañana de la boda.
CRIADA
Es la gente. Vienen lejos todavía.
LEONARDO (Levantándose).
¿La novia llevará una corona grande, no? No debía ser tan grande. Un poco más pequeña le sentaría mejor. ¿Y trajo ya el novio el azahar que se tiene que poner en el pecho?
NOVIA (Apareciendo todavía en enaguas y con la corona de azahar puesta).
Lo trajo.
CRIADA (Fuerte).
No salgas así.
NOVIA
¿Qué más da? (Seria). ¿Por qué preguntas si trajeron el azahar? ¿Llevas intención?
LEONARDO
Ninguna. ¿Qué intención iba a tener? (Acercándose). Tú, que me conoces, sabes que no la llevo. Dímelo. ¿Quién he sido yo para ti? Abre y refresca tu recuerdo. Pero dos bueyes y una mala choza son casi nada. Esa es la espina.
NOVIA
¿A qué vienes?
LEONARDO
A ver tu casamiento.
NOVIA
¡También yo vi el tuyo!
LEONARDO
Amarrado por ti, hecho con tus dos manos. A mí me pueden matar, pero no me pueden escupir. Y la plata, que brilla tanto, escupe algunas veces.
NOVIA
¡Mentira!
LEONARDO
No quiero hablar, porque soy hombre de sangre y no quiero que todos estos cerros oigan mis voces.
NOVIA
Las mías serían más fuertes.
CRIADA
Estas palabras no pueden seguir. Tú no tienes que hablar de lo pasado. (La criada mira a las puertas presa de inquietud).
NOVIA
Tiene razón. Yo no debo hablarte siquiera. Pero se me calienta el alma de que vengas a verme y atisbar mi boda y preguntes con intención por el azahar. Vete y espera a tu mujer en la puerta.
LEONARDO
¿Es que tú y yo no podemos hablar?
CRIADA (Con rabia).
No; no podéis hablar.
LEONARDO
Después de mi casamiento he pensado noche y día de quién era la culpa, y cada vez que pienso sale una culpa nueva que se come a la otra; ¡pero siempre hay culpa!
NOVIA
Un hombre con su caballo sabe mucho y puede mucho para poder estrujar a una muchacha metida en un desierto. Pero yo tengo orgullo. Por eso me caso. Y me encerraré con mi marido, a quien tengo que querer por encima de todo.
LEONARDO
El orgullo no te servirá de nada. (Se acerca).
NOVIA
¡No te acerques!
LEONARDO
Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima. ¿De qué me sirvió a mí el orgullo y el no mirarte y el dejarte despierta noches y noches? ¡De nada! ¡Sirvió para echarme fuego encima! Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad. ¡Cuando las cosas llegan a los centros, no hay quien las arranque!
NOVIA (Temblando).
No puedo oírte. No puedo oír tu voz. Es como si me bebiera una botella de anís y me durmiera en una colcha de rosas. Y me arrastra, y sé que me ahogo, pero voy detrás.
CRIADA (Cogiendo a Leonardo por las solapas).
¡Debes irte ahora mismo!
LEONARDO
Es la última vez que voy a hablar con ella. No temas nada.
NOVIA
Y sé que estoy loca y sé que tengo el pecho podrido de aguantar, y aquí estoy quieta por oírlo, por verlo menear los brazos.
LEONARDO
No me quedo tranquilo si no te digo estas cosas. Yo me casé. Cásate tú ahora.
CRIADA (A Leonardo).
¡Y se casa!
VOCES (Cantando más cerca).
Despierte la novia
la mañana de la boda.
NOVIA
¡Despierte la novia!
(Sale corriendo a su cuarto).
CRIADA
Ya está aquí la gente. (A Leonardo). No te vuelvas a acercar a ella.
LEONARDO
Descuida.
(Sale por la izquierda. Empieza a clarear el día).
MUCHACHA 1 (Entrando).
Despierte la novia
la mañana de la boda;
ruede la ronda
y en cada balcón una corona.
VOCES
¡Despierte la novia!
CRIADA (Moviendo algazara).
Que despierte
con el ramo verde
del laurel florido.
¡Que despierte
por el tronco y la rama
de los laureles!
MUCHACHA 2 (Entrando).
Que despierte
con el largo pelo,
camisa de nieve,
botas de charol y plata
y jazmines en la frente.
CRIADA
¡Ay, pastora,
que la luna asoma!
MUCHACHA 1
¡Ay, galán,
deja tu sombrero por el olivar!
MOZO 1 (Entrando con el sombrero en alto).
Despierte la novia
que por los campos viene
rodando la boda,
con bandeja de dalias
y panes de gloria.
VOCES
¡Despierte la novia!
MUCHACHA 2
La novia
se ha puesto su blanca corona,
y el novio
se la prende con lazos de oro
CRIADA
Por el toronjil
la novia no puede dormir.
MUCHACHA 3 (Entrando).
Por el naranjel
el novio le ofrece cuchara y mantel.
(Entran tres convidados).
MOZO 1
¡Despierta, paloma!
El alba despeja
campanas de sombra.
CONVIDADO
La novia, la blanca novia,
hoy doncella,
mañana señora.
MUCHACHA 1
Baja, morena,
arrastrando tu cola de seda.
CONVIDADO
Baja, morenita,
que llueve rocío la mañana fría.
MOZO 1
Despertad, señora, despertad,
porque viene el aire lloviendo azahar.
CRIADA
Un árbol quiero bordarle
lleno de cintas granates
y en cada cinta un amor
con vivas alrededor.
VOCES
Despierte la novia.
MOZO 1
¡La mañana de la boda!
CONVIDADO
La mañana de la boda
qué galana vas a estar;
pareces, flor de los montes,
la mujer de un capitán.
PADRE (Entrando).
La mujer de un capitán
se lleva el novio.
¡Ya viene con sus bueyes por el tesoro!
MUCHACHA 3
El novio
parece la flor del oro.
Cuando camina,
a sus plantas se agrupan las clavelinas.
CRIADA
¡Ay mi niña dichosa!
MOZO 2
Que despierte la novia.
CRIADA
¡Ay mi galana!
MUCHACHA 1
La boda está llamando
por las ventanas.
MUCHACHA 2
Que salga la novia.
MUCHACHA 1
¡Que salga, que salga!
CRIADA
¡Que toque y repiquen
las campanas!
MOZO 1
¡Que viene aquí! ¡Que sale ya!
CRIADA
¡Como un toro, la boda
levantándose está!
(Aparece la novia. Lleva un traje negro mil novecientos, con caderas y larga cola rodeada de gasas plisadas y encajes duros. Sobre el peinado de visera lleva la corona de azahar. Suenan las guitarras. Las muchachas besan a la novia).
MUCHACHA 3
¿Qué esencia te echaste en el pelo?
NOVIA (Riendo).
Ninguna.
MUCHACHA 2 (Mirando el traje).
La tela es de lo que no hay.
MOZO 1
¡Aquí está el novio!
MUCHACHA 1 (Poniéndole una flor en la oreja).
El novio
parece la flor del oro.
MUCHACHA 2
¡Aires de sosiego
le manan los ojos!
(El novio se dirige al lado de la novia).
NOVIA
¿Por qué te pusiste esos zapatos?
NOVIO
Son más alegres que los negros.
MUJER DE LEONARDO (Entrando y besando a la novia).
¡Salud! (Hablan todas con algazara).
LEONARDO (Entrando como quien cumple un deber).
La mañana de casada
la corona te ponemos.
MUJER
¡Para que el campo se alegre
con el agua de tu pelo!
MADRE (Al padre).
¿También están esos aquí?
PADRE
Son familia. ¡Hoy es día de perdones!
MADRE
Me aguanto, pero no perdono.
NOVIO
¡Con la corona da alegría mirarte!
NOVIA
¡Vámonos pronto a la iglesia!
NOVIO
¿Tienes prisa?
NOVIA
Sí. Estoy deseando ser tu mujer y quedarme sola contigo, y no oír más voz que la tuya.
NOVIO
¡Eso quiero yo!
NOVIA
Y no ver más que tus ojos. Y que me abrazaras tan fuerte, que aunque me llamara mi madre, que está muerta, no me pudiera despegar de ti.
NOVIO
Yo tengo fuerza en los brazos. Te voy a abrazar cuarenta años seguidos.
NOVIA (Dramática, cogiéndole del brazo).
¡Vamos pronto! ¡A coger las caballerías y los carros! Que ya ha salido el sol.
MADRE
¡Que llevéis cuidado! No sea que tengamos mala hora.
(Se abre el gran portón del fondo. Empiezan a salir).
CRIADA (Llorando).
Al salir de tu casa,
blanca doncella,
acuérdate que sales
como una estrella…
MUCHACHA 1
Limpia de cuerpo y ropa
al salir de tu casa para la boda.
(Van saliendo).
MUCHACHA 2
¡Ya sales de tu casa
para la iglesia!
CRIADA
¡El aire pone flores
por las arenas!
MUCHACHA 3
¡Ay la blanca niña!
CRIADA
Aire oscuro el encaje
de su mantilla.
(Salen. Se oyen guitarras, palillos y panderetas. Quedan solos Leonardo y su mujer).
MUJER
Vamos.
LEONARDO
¿Adónde?
MUJER
A la iglesia. Pero no vas en el caballo. Vienes conmigo.
LEONARDO
¿En el carro?
MUJER
¿Hay otra cosa?
LEONARDO
Yo no soy hombre para ir en carro.
MUJER
Y yo no soy mujer para ir sin marido en un casamiento. ¡Que no puedo más!
LEONARDO
¡Ni yo tampoco!
MUJER
¿Por qué me miras así? Tienes una espina en cada ojo.
LEONARDO
¡Vamos!
MUJER
No sé lo que pasa. Pero pienso y no quiero pensar. Una cosa sé. Yo ya estoy despachada. Pero tengo un hijo. Y otro que viene. Vamos andando. El mismo sino tuvo mi madre. Pero de aquí no me muevo.
(Voces fuera).
VOCES
¡Al salir de tu casa
para la iglesia,
acuérdate que sales
como una estrella!
MUJER (Llorando).
¡Acuérdate que sales
como una estrella!
Así salí yo de mi casa también. Que me cabía todo el campo en la boca.
LEONARDO (Levantándose).
Vamos.
MUJER
¡Pero conmigo!
LEONARDO
Sí. (Pausa). ¡Echa a andar! (Salen).
VOCES
Al salir de tu casa
para la iglesia
acuérdate que sales
como una estrella.
TELÓN LENTO