Interior de la cueva donde vive la novia. Al fondo, una cruz de grandes flores rosa. Las puertas redondas con cortinas de encaje y lazos rosa. Por las paredes, de material blanco y duro, abanicos redondos, jarros azules y pequeños espejos.
CRIADA
Pasen… (Muy afable, llena de hipocresía humilde. Entran el novio y su madre . La madre viste de raso negro y lleva mantilla de encaje. El novio , de pana negra con gran cadena de oro). ¿Se quieren sentar? Ahora vienen. (Sale).
(Quedan madre e hijo sentados, inmóviles como estatuas. Pausa larga).
MADRE
¿Traes el reloj?
NOVIO
Sí. (Lo saca y lo mira).
MADRE
Tenemos que volver a tiempo. ¡Qué lejos vive esta gente!
NOVIO
Pero estas tierras son buenas.
MADRE
Buenas; pero demasiado solas. Cuatro horas de camino y ni una casa ni un árbol.
NOVIO
Estos son los secanos.
MADRE
Tu padre los hubiera cubierto de árboles.
NOVIO
¿Sin agua?
MADRE
Ya la hubiera buscado. Los tres años que estuvo casado conmigo plantó diez cerezos. (Haciendo memoria). Los tres nogales del molino, toda una viña y una planta que se llama Júpiter, que da flores encarnadas, y se secó. (Pausa).
NOVIO (Por la novia).
Debe estar vistiéndose.
(Entra el padre de la novia. Es anciano, con el cabello blanco reluciente. Lleva la cabeza inclinada. La madre y el novio se levantan y se dan las manos en silencio).
PADRE
¿Mucho tiempo de viaje?
MADRE
Cuatro horas. (Se sientan).
PADRE
Habéis venido por el camino más largo.
MADRE
Yo estoy ya vieja para andar por las terreras del río.
NOVIO
Se marea. (Pausa).
PADRE
Buena cosecha de esparto.
NOVIO
Buena de verdad.
PADRE
En mi tiempo, ni esparto daba esta tierra. Ha sido necesario castigarla y hasta llorarla, para que nos dé algo provechoso.
MADRE
Pero ahora da. No te quejes. Yo no vengo a pedirte nada.
PADRE (Sonriendo).
Tú eres más rica que yo. Las viñas valen un capital. Cada pámpano una moneda de plata. Lo que siento es que las tierras… ¿entiendes?… estén separadas. A mí me gusta todo junto. Una espina tengo en el corazón, y es la huertecilla esa metida entre mis tierras, que no me quieren vender por todo el oro del mundo.
NOVIO
Eso pasa siempre.
PADRE
Si pudiéramos con veinte pares de bueyes traer tus viñas aquí y ponerlas en la ladera, ¡qué alegría!…
MADRE
¿Para qué?
PADRE
Lo mío es de ella y lo tuyo de él. Por eso. Para verlo todo junto, ¡que junto es una hermosura!
NOVIO
Y sería menos trabajo.
MADRE
Cuando yo me muera, vendéis aquello y compráis aquí al lado.
PADRE
Vender, ¡vender! ¡Bah!; comprar, hija, comprarlo todo. Si yo hubiera tenido hijos hubiera comprado todo este monte hasta la parte del arroyo. Porque no es buena tierra; pero con brazos se la hace buena, y como no pasa gente no te roban los frutos y puedes dormir tranquilo.
(Pausa).
MADRE
Tú sabes a lo que vengo.
PADRE
Sí.
MADRE
¿Y qué?
PADRE
Me parece bien. Ellos lo han hablado.
MADRE
Mi hijo tiene y puede.
PADRE
Mi hija también.
MADRE
Mi hijo es hermoso. No ha conocido mujer. La honra más limpia que una sábana puesta al sol.
PADRE
Qué te digo de la mía. Hace las migas a las tres, cuando el lucero. No habla nunca; suave como la lana, borda toda clase de bordados y puede cortar una maroma con los dientes.
MADRE
Dios bendiga su casa.
PADRE
Que Dios la bendiga.
(Aparece la criada con dos bandejas. Una con copas y la otra con dulces).
MADRE (Al hijo).
¿Cuándo queréis la boda?
NOVIO
El jueves próximo.
PADRE
Día en que ella cumple veintidós años justos.
MADRE
¡Veintidós años! Esa edad tendría mi hijo mayor si viviera. Que viviría caliente y macho como era, si los hombres no hubieran inventado las navajas.
PADRE
En eso no hay que pensar.
MADRE
Cada minuto, métete la mano en el pecho.
PADRE
Entonces el jueves. ¿No es así?
NOVIO
Así es.
PADRE
Los novios y nosotros iremos en coche hasta la iglesia que está muy lejos, y el acompañamiento en los carros y en las caballerías que traigan.
MADRE
Conformes.
(Pasa la criada ).
PADRE
Dile que ya puede entrar. (A la madre). Celebraré mucho que te guste.
(Aparece la novia. Trae las manos caídas en actitud modesta y la cabeza baja).
MADRE
Acércate. ¿Estás contenta?
NOVIA
Sí, señora.
PADRE
No debes estar seria. Al fin y al cabo ella va a ser tu madre.
NOVIA
Estoy contenta. Cuando he dado el sí es porque quiero darlo.
MADRE
Naturalmente. (Le coge la barbilla). Mírame.
PADRE
Se parece en todo a mi mujer.
MADRE
¿Sí? ¡Qué hermoso mirar! ¿Tú sabes lo que es casarse, criatura?
NOVIA (Seria).
Lo sé.
MADRE
Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancha para todo lo demás.
NOVIO
¿Es que hace falta otra cosa?
MADRE
No. Que vivan todos, ¡eso! ¡Que vivan!
NOVIA
Yo sabré cumplir.
MADRE
Aquí tienes unos regalos.
NOVIA
Gracias.
PADRE
¿No tomamos algo?
MADRE
Yo no quiero. (Al novio). ¿Y tú?
NOVIO
Tomaré. (Toma un dulce. La novia toma otro).
PADRE (Al novio).
¿Vino?
MADRE
No lo prueba.
PADRE
¡Mejor!
(Pausa. Todos están en pie).
NOVIO (A la novia).
Mañana vendré.
NOVIA
¿A qué hora?
NOVIO
A las cinco.
NOVIA
Yo te espero.
NOVIO
Cuando me voy de tu lado siento un despego grande y así como un nudo en la garganta.
NOVIA
Cuando seas mi marido ya no lo tendrás.
NOVIO
Eso digo yo.
MADRE
Vamos. El sol no espera. (Al padre). ¿Conformes en todo?
PADRE
Conformes.
MADRE (A la criada).
Adiós, mujer.
CRIADA
Vayan ustedes con Dios.
(La madre besa a la novia y van saliendo en silencio).
MADRE (En la puerta).
Adiós, hija. (La novia contesta con la mano).
PADRE
Yo salgo con vosotros. (Salen).
CRIADA
Que reviento por ver los regalos.
NOVIA (Agria).
Quita.
CRIADA
Ay, niña, enséñamelos.
NOVIA
No quiero.
CRIADA
Siquiera las medias. Dicen que son todas caladas. ¡Mujer!
NOVIA
¡Ea, que no!
CRIADA
Por Dios. Está bien. Parece como si no tuvieras ganas de casarte.
NOVIA (Mordiéndose la mano con rabia).
¡Ay!
CRIADA
Niña, hija, ¿qué te pasa? ¿Sientes dejar tu vida de reina? No pienses en cosas agrias. ¿Tienes motivo? Ninguno. Vamos a ver los regalos.
(Coge la caja).
NOVIA (Cogiéndola de las muñecas).
Suelta.
CRIADA
¡Ay, mujer!
NOVIA
Suelta he dicho.
CRIADA
Tienes más fuerza que un hombre.
NOVIA
¿No he hecho yo trabajos de hombre? ¡Ojalá fuera!
CRIADA
¡No hables así!
NOVIA
Calla he dicho. Hablemos de otro asunto.
(La luz va desapareciendo de la escena. Pausa larga).
CRIADA
¿Sentiste anoche un caballo?
NOVIA
¿A qué hora?
CRIADA
A las tres.
NOVIA
Sería un caballo suelto de la manada.
CRIADA
No. Llevaba jinete.
NOVIA
¿Por qué lo sabes?
CRIADA
Porque lo vi. Estuvo parado en tu ventana. Me chocó mucho.
NOVIA
¿No sería mi novio? Algunas veces ha pasado a esas horas.
CRIADA
No.
NOVIA
¿Tú le viste?
CRIADA
Sí.
NOVIA
¿Quién era?
CRIADA
Era Leonardo.
NOVIA (Fuerte).
¡Mentira! ¡Mentira! ¿A qué viene aquí?
CRIADA
Vino.
NOVIA
¡Cállate! ¡Maldita sea tu lengua!
(Se siente el ruido de un caballo).
CRIADA (En la ventana).
Mira, asómate. ¿Era?
NOVIA
¡Era!
TELÓN RÁPIDO
FIN DEL ACTO PRIMERO