Michoacán es quizá la primera entidad de México que cubrió el perfil de un estado capturado por el crimen organizado, el cual a través de las armas, la corrupción y la simbiosis con la clase política local se impuso como parte de un gobierno, dominando todo el territorio, aplicando impuestos, teniendo bajo sus órdenes a autoridades y legisladores y controlando la generación de riqueza a través del dominio del comercio, los bienes y servicios, estableciendo sus propios códigos de conducta, es decir, sus propias leyes.
Tal vez Michoacán es la primera entidad donde se está configurando nuevamente el Estado mexicano, 200 años después de que en la ciudad de Apatzingán se proclamara la primera Constitución, en 1814. Sólo que ahora, el crimen organizado y las autodefensas ciudadanas aparecen como actores de poder que llegaron a controlar parte del territorio michoacano, estableciendo su propia forma de gobierno.
Esta modalidad del crimen organizado empezó con Los Zetas, siguió con La Familia Michoacana y después con Los Caballeros Templarios, que la perfeccionaron hasta llegar a los niveles más altos del cogobierno, como pasó en la administración del gobernador Fausto Vallejo, quien se retiró un año antes de concluir su mandato por viejas enfermedades que se mezclaron con investigaciones judiciales a su hijo, acusado de estar con Los Templarios, y entre señalamientos de haber recibido dinero templario para su campaña.
Ya no se trataba de la simple compra de autoridades, es decir, de los tradicionales casos de corrupción en los que ha caído un buen número de políticos, sino de un fenómeno de simbiosis entre el crimen organizado y las autoridades de los niveles municipal y estatal, que fueron apoyadas con narcodólares en sus campañas o impuestas a punta de las armas, como ocurrió en la elección de 2011 en Michoacán.
Los Caballeros Templarios encontraron un territorio fértil para fortalecer su proyecto político y de gobierno en la permisividad de autoridades locales corruptas; en organizaciones sociales corrompidas; en policías municipales y estatales mal pagados; en movimientos campesinos, estudiantiles y políticos debilitados por el golpeteo brutal del gobierno federal priista que se ensañó por ser la meca del cardenismo, provocando la muerte de 50 militantes de 1986 a 1993. También en una población campesina en extrema pobreza en la mitad de los 113 municipios, y sobre todo en la clase política priista dispuesta a ganar elecciones a cualquier costo.
Desde el principio, Los Templarios reclamaron como un derecho natural su predominancia en Michoacán por el hecho de haber nacido en la entidad; su potestad de controlar el estado y su gobierno con la ley de “plata o plomo”; su facultad de defender su territorio de otros cárteles; la atribución de realizar funciones de seguridad pública y justicia en pueblos, comunidades y municipios completos como si fueron autoridades electas, pero a través de la fuerza y el terror, y la autoridad para gobernar por el apoyo económico que le dieron al PRI para que ganara las elecciones de 2011.
De esta manera, La Familia Michoacana y luego Los Caballeros Templarios se apropiaron por la fuerza, la coerción y la corrupción de estas facultades de la administración pública, lo que les generó beneficios económicos, políticos y sociales, pero sobre todo les ayudó a crear una serie de alianzas políticas y respaldo social con la idea de generar legitimidad.
Dice Guillermo Valdés Castellanos, exdirector del Cisen, que Michoacán “fue el estado pionero en este tipo de privatización de la totalidad de los asuntos públicos municipales” por parte de La Familia Michoacana, a lo que habría que agregar que con Los Caballeros Templarios este nivel de dominio llegó a la ya mencionada “captura del Estado” o a la “reconfiguración cooptada del Estado”, que significa la validación política de las acciones del crimen organizado para obtener legitimación a largo plazo. (Valdés Castellanos, 2013)
Al referirse a la descomposición política y de gobierno de Michoacán, el exgobernador Leonel Godoy aclara que ya no fue producto de la estrategia de Calderón, sino de la llegada del PRI al gobierno del estado con el apoyo de Los Templarios.
“Lo que ahora todo mundo ve con claridad es el vínculo del PRI con el crimen organizado, con Los Caballeros Templarios, desde las elecciones de 2011. Eso está clarísimo a estas alturas. En descargo de Calderón, aunque nunca estuve de acuerdo con su estrategia, ésta no fue la que descompuso Michoacán. Sí hubo muchos muertos, como pasó en otros lados, porque era una guerra de las fuerzas federales contra el crimen organizado, que en mi época era La Familia Michoacana y ahora son Los Caballeros Templarios. Pero la descomposición del estado, casi un narcoestado, es en la época del PRI, y aquí nada tiene que ver la estrategia de Felipe Calderón.
“No me canso de poner el ejemplo de Apatzingán, donde el PRD iba 20 puntos arriba una semana antes de la elección. Y el candidato del PRI, Uriel Chávez, a quien todo el mundo identifica como familiar de El Chayo, hace que nuestro candidato se vaya, y el día de la elección amenazan a los movilizadores del PRD y ganamos dos de 90 casillas, lo que es absolutamente imposible de creer en un municipio donde el PRD ha ganado tantas batallas, donde el cardenismo está en la médula de la gente.”
El exmandatario señala que ésta es una muestra de cómo el crimen organizado se metió hasta el fondo en la vida política del gobierno priista de Fausto Vallejo, y aclara que probarlo le corresponderá al gobierno federal, porque se trata de un delito federal.
“Yo se lo pedí a Felipe Calderón y en mi opinión hizo lo posible por probarlo, para no especular. Sólo hay que recordar que a Fausto Vallejo le validaron su triunfo dos días antes de la toma de protesta, el 13 de febrero de 2012, y Calderón jamás le habló para felicitarlo. No tengo ninguna duda de que Calderón intentó probarlo, pero no lo consiguió y nosotros tampoco tuvimos elementos. La gente nos lo decía pero nadie lo quería denunciar.
Godoy aclara que son cosas diferentes la actitud guerrista de Calderón y la simbiosis Templarios-PRI en Michoacán, que no se da en ningún otro estado, aunque ha habido gobernadores acusados de estar con el narcotráfico.
Gobernador por cuatro años (2008-2012), Godoy reconoce que los cárteles han apoyado a diferentes partidos, pero como estrategia para gobernar el estado, Los Templarios lo hicieron con el PRI en 2011.
“Yo aventuro una razón: en mi opinión Los Templarios no querían que ganara Luisa María Calderón por la actitud de su hermano, Felipe. Por eso resolvieron apoyar al PRI. A nuestros candidatos los amenazaron, supongo que no querían que se desperdiciara un voto.”
–¿Es un hecho de que con el regreso del PRI en Michoacán con Los Caballeros Templarios se conforma un cogobierno? –se le pregunta.
–No te sé decir si hubo un cogobierno, los elementos jurídicos que en este momento se están viendo parecieran indicar que la respuesta es afirmativa, pero no sé.
–¿Hay una captura del gobierno, una captura del estado?
–Yo creo que se sintieron libres, a sus anchas, que había un gobierno que les debía el triunfo a ellos, como lo ha dicho varias veces La Tuta, eso ocurrió. Sin duda las pláticas de varios prominentes priistas con ellos no eran para ver cómo trasladar droga al norte del país, yo creo que se trataban temas políticos, como queda claro en la entrevista de La Tuta con Rodrigo Vallejo.
Godoy fue secretario de Gobierno en el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel y luego gobernador. Le tocó ver de frente el crimen organizado y la transformación de Michoacán.
Explica que, al igual que en el resto del país, en Michoacán el fenómeno del crimen organizado fue avanzando, y pasó de albergar a productores de amapola y mariguana a comercializadores, distribuidores, creadores de nuevas drogas sintéticas e integrantes del gobierno estatal.
Pero hace una distinción: “Esta actividad de participar en la vida política y económica de una sociedad es nueva, no la había visto, soy criminólogo, estudio el tema y eso sí es nuevo, el hecho de que incursionaran en el cobro de piso, influir en las elecciones municipales, exigir posiciones en los ayuntamientos, no se había dado antes. Eso viene con un crecimiento paulatino en Michoacán desde el gobierno de Víctor Manuel Tinoco Rubí.”
En la administración de Tinoco Rubí, apunta, el crimen organizado estaba en cinco municipios; con Cárdenas Batel, en 13, y en su administración, en 21, pero con Vallejo llegó hasta 112, salvo el municipio de Cherán, que tiene un consejo de gobierno indígena.
“Antes de que el PRI gobernara en Michoacán el crecimiento era natural, normal, paulatino, y ese crecimiento lo analizó bien Calderón, sintió que se estaban debilitando las instituciones y había que fortalecerlas, pero cometió el error de hacerlo sólo con la fuerza.”
Se le comenta que hace 200 años, en Apatzingán –el corazón de Tierra Caliente– se escribió la primera Constitución, que comenzó a configurar el Estado mexicano. Ahora, en esa misma ciudad, parece que es el crimen organizado el que configura el nuevo perfil del Estado.
–¿No es aventurado decir eso? –se le inquiere.
–Si duda que no lo es, pero también están las autodefensas, que es el movimiento popular armado. Digan lo que digan, ése fue un movimiento popular armado, porque estaban limoneros, cortadores de limón pobres, ganaderos, profesionistas, maestros, eso es lo que componían las autodefensas en esa región.
El crecimiento y la influencia de los cárteles en Michoacán alcanzaron a todos los partidos políticos. Incluso prominentes panistas parientes del expresidente de la República, Felipe Calderón, fueron acusados de tener tratos con las bandas.
En un video que circuló en las redes sociales el 27 de noviembre de 2013, La Tuta dijo que tuvo contactos con Luisa María Calderón Cocoa, a través de intermediarios, en 2006 y 2011.
Las revelaciones del jefe templario se dieron en respuesta a las afirmaciones que la hermana del hoy expresidente hizo en 2013 acerca de que Fausto Vallejo había ganado con la ayuda del grupo criminal. La senadora y la dirigencia de su partido habían insistido en la desaparición de poderes en Michoacán, argumentando ingobernabilidad por la presencia de las bandas criminales y la ausencia del gobernador durante meses por motivos de salud.
En agosto de 2013, la senadora Calderón dijo en entrevista (Olmos, 2013) que el gobernador Vallejo había cedido el poder gubernamental a los grupos del crimen organizado. Criticó también a Jesús Reyna, quien se quedó al frente del gobierno temporalmente, mientras Vallejo se recuperaba.
En septiembre acusó nuevamente a funcionarios del gobierno vallejista de tener vínculos con Los Templarios, imputó al secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Armando Ballinas; al alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, y al exdiputado local y líder transportista José Trinidad Martínez Pasalagua.
Un mes después, en octubre, acusó a Rodrigo Vallejo Mora, de tener vínculos con las bandas. “Gente de la campaña del actual gobernador de Michoacán negoció con el crimen organizado” y “uno de los hijos de Fausto Vallejo está vinculado”, espetó la senadora conocida como Cocoa.
Luego de esta tanda de aseveraciones, La Tuta sacó el video donde negó todo contacto con Fausto Vallejo y miembros de su equipo, afirmando que el único contacto había sido con la senadora Calderón.
Dijo que, en 2006, Cocoa lo buscó a través de intermediarios para resolver el caso de Alfonso Reyes Hinojosa, primo de Felipe y Luisa María, quien fue secuestrado por Los Templarios para obligarlo a pagar una deuda que tenía con ellos por 30 millones de pesos y que no quería cubrir.
En realidad, el plagio del familiar de los Calderón se registró el 3 de enero de 2008 a las 18:00 horas en la lujosa colonia Las Américas, de Morelia.
Reyes Hinojosa se dedicaba a la compraventa de dólares y era dueño de una casa de cambio. Cuando fue plagiado viajaba con su esposa, Martha Contreras de Reyes, en un vehículo que fue interceptado por tres hombres encapuchados armados con rifles de alto poder, que tripulaban una camioneta Ford Expedition blanca.
Los plagiarios obligaron al primo del presidente a descender de su vehículo y a subir a la otra camioneta, en la que se lo llevaron rumbo al sur.
Más tarde fue confirmado por el gobierno estatal y federal que Alfonso Reyes había sido liberado sano y salvo a las 22:00 horas. Se ratificó que ese hombre era hijo de un hermano de María del Carmen Hinojosa González, madre de Felipe Calderón.
En el video, La Tuta consideró que no era admisible que Alfonso no pagar sus deudas sólo por pariente de un mandatario.
“Ahí empezó el problema de Felipe Calderón con nosotros, La Familia Michoacana y ahora Los Caballeros Templarios. El motivo realmente fue que nosotros retuvimos a un familiar de él, Alfonso Reyes Hinojosa.”
La Tuta dijo que Luisa María, por medio de su hermano Juan Luis, les mandó decir “que por qué no soltábamos a la persona, que nos estábamos metiendo con la familia del presidente”.
Nuevamente confundiendo las fechas, sostuvo que llegaron a un arreglo: “El primero de noviembre, cuando retuvimos al señor, de 2006, y lo soltamos el 2 de noviembre de 2006, más o menos un mes antes de que tomara posesión el electo, que era Felipe Calderón Hinojosa. Arreglamos, se comprometió a pagar a los pequeños empresarios 20 millones de pesos, y al señor no lo volvimos a ver más que cuando toma posesión el señor Felipe Calderón y aparece a un lado de él”.
A partir de ahí el capo hace una serie de acusaciones en las que vincula a la familia Calderón con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
“El pleito se agrava cuando sacamos a Los Zetas de Lázaro Cárdenas, Michoacán, a finales de 2008, a mediados, ya había pasado la mitad de 2008, y se nos dejan venir con más ganas: porque les afectamos sus intereses. Ya teníamos el pleitecito con ellos de esa manera.
“Cuando nosotros hicimos el trato para soltar al muchacho, o al señor más bien, lo hicimos por medio de un señor que se llama Carlos Mejía Villaseñor, lo pueden buscar en el IFE y darse cuenta quién es ese señor. Él tenía una relación muy íntima con la actual senadora Luisa María Calderón. Él se volvió testigo protegido, está en Guadalajara, está siendo protegido por el Cártel Jalisco Nueva Generación, nos ha atacado mucho.
“Investiguen y ustedes verán, señores de la SEIDO, señores de la PGR, señores de la PFP, lo que estoy diciendo, y para eso les voy a mostrar unas pequeñas pruebas. Esa es la historia de cómo se vinieron dando los casos”.
El traficante ofrece antecedentes de este personaje, que tuvo un papel de mediador en la campaña de 2011 junto con Francisco Javier Girón del Toro, cuando la ahora senadora fue candidata del PAN a la gubernatura:
“Carlos Mejía Villaseñor nos adeuda a la empresa 12 millones de dólares que se le prestaron para hacer los fraccionamientos. Por no pagarlos se va con los enemigos. Antes (inaudible) muchas cosas. Interviene Luisa María Calderón para hacer ciertos arreglos cuando su hermano todavía no se venía lo de Lázaro (sic) para que perdonáramos al señor a cambio de algunos favores. ¿Por qué? Porque tenían una relación muy íntima, no sé de qué tipo. Lo pueden constatar. (…)
“Mis respetos para los señores que están en el poder, tanto en la Presidencia de la República como en el gobierno del estado. No tenemos que ver nada, nunca me he reunido con ningún funcionarios del gobierno, ni siquiera personalmente –lo aclaro–, ni siquiera me reuní con Luisa María Calderón Hinojosa, pero sí nos mandó pedir un favor y se lo voy a demostrar con unos videos que aquí van anexados para que ustedes escuchen.”
En el video subido a YouTube en 2013, el jefe del narco insiste: “La única persona que tuvo acercamiento con nosotros fue Luisa María Calderón Hinojosa, por medio de un señor que jugó la diputación por el distrito de Apatzingán, Francisco Javier Girón del Toro”.
La Tuta añade, en la grabación de 16.29 minutos: “Esta señora lo mandó tres veces a hablar con nosotros. Ahí está y lo pueden constatar. Le vamos a mostrar los videos para que vea que es cierto lo que decimos. Lo mandaron con nosotros en tres ocasiones. La última ocasión que nos vio fue faltando dos días para la elección, que fue un viernes por la tarde, para decirnos que estábamos en los acuerdos, y que la señora nos iba a respetar cuando ganara y que íbamos de la mano para que ella ocupara el triunfo y que todo se olvidaba”.
El dirigente de Los Templarios, que con su clásica gorra de beisbolista niega vínculos con el gobierno de Enrique Peña Nieto y el de Vallejo, insiste: “Yo en lo personal me molesté un poco, porque claramente le dije a esa persona, Francisco Javier Girón del Toro, que nosotros no queríamos tratos con ningún partido político y que ganara el que mejor fuera.
Las elecciones de 2011 en Michoacán fueron especiales no por la contienda entre los partidos, sino por la clara participación de Los Caballeros Templarios en apoyo a los candidatos del PRI.
Antes de los comicios ya había denuncias de la intromisión de grupos criminales en los procesos de otras entidades, como en Tamaulipas. Pero en el caso de Michoacán, el IFE tenía detectadas 66 secciones en riesgo de ser afectadas por el crimen organizado. Se ubicaban en Lázaro Cárdenas, Puruándiro, Jiquilpan de Juárez, Zamora de Hidalgo, Ciudad Hidalgo, Zacapu, Pátzcuaro y Apatzingán. Extrañamente no incluía otros municipios de la Tierra Caliente michoacana, zona controlada por Los Templarios.
En los comicios del 13 de noviembre, que estuvieron salpicados de denuncias por la presencia de hombres armados en muchos municipios, el PRI ganó la gubernatura, 46 municipios –entre ellos Apatzingán y Uruapan, reconocidos como enclaves de Los Templarios– y 25 diputaciones.
El 6 de diciembre de 2011, el excandidato del PAN a la alcaldía de Michoacán, Marko Cortés, denunció que el mismo día de la elección fue detenido un operador de Los Caballeros Templarios, Juan Gabriel Orozco El Gasca, con propaganda del candidato del PRI Wilfrido Lázaro, así como con armas y el manual de su grupo delictivo. Esto demostraba, destacó, que el crimen organizado operó a través de las casillas, amenazó a los operadores panistas y a sus representantes, movilizó ciudadanos e inhibió el voto.
Unas semanas después de la elección, fue difundida una grabación donde se escuchaba a Horacio Morales Baca El Perro, reconocido como el tercero al mando en La Familia Michoacana, presionando a pobladores para que votaran por el candidato del PRI a la alcaldía de Tuzantla, Julián Rodríguez Rosales. En la grabación se menciona que el aspirante del PRD, Silvano Aureoles, había recibido 2 millones de dólares para su campaña de parte de Los Caballeros Templarios, así que la sentencia era que cualquiera que votara por el sol azteca moriría.
Hubo más denuncias antes y después de los comicios. Pero ni el gobierno de Leonel Godoy ni el de Felipe Calderón hicieron algo. Es más, el mero día de la votación el gobierno federal retiró a los militares y policías federales, dejando que los criminales actuaran de manera impune a favor de los candidatos del PRI.
Semanas después del proceso electoral michoacano, en el marco de la celebración de su quinto año de gobierno, Felipe Calderón reconoció que en Michoacán el crimen organizado “bajó” de sus aspiraciones a 50 candidatos del PRI, PAN y PRD bajo la amenaza de ser desaparecidos. Justificó que, por ese riesgo, no lanzó una alerta sobre la injerencia de los delincuentes en las elecciones.
El 28 de diciembre de aquel año, la cadena de noticias estadunidense CNN reportó que los comicios michoacanos “estuvieron marcados por algunos acontecimientos que, de acuerdo con los partidos y el mismo gobierno federal, afectaron los resultados, como las amenazas por parte del crimen organizado contra los votantes y el asesinato de un alcalde panista”. Se trataba del edil de La Piedad, Ricardo Guzmán.
Al final, ninguna autoridad electoral, judicial o política cambió los resultados electorales, sólo Los Caballeros Templarios lanzaron un reclamo y advertencia al priista Fausto Vallejo a través de mantas: le exigieron cumplir su palabra de dejarlos trabajar por el bienestar de los michoacanos.
En entrevista, Luisa María Calderón hace hincapié en que esta contienda fue controlada por el crimen organizado.
“Entiendo que en el año 2006 hay una alarma al final del gobierno de Fox sobre el montón de tienditas de narcomenudeo que había en Michoacán. Se habló mucho de las tachas que vendían a los chiquillos afuera de las escuelas, tal alarma nos llamó a modificar el código de procedimientos penales.”
Ya para esas fechas, recapitula, la delincuencia organizada tenía cooptadas a los policías estatales y municipales. “Ellos dicen (los agentes): ‘Si van a ser mis enemigos, mejor me los hago mis amigos’, y con eso tenemos la primera llamada de atención grave, que es el secuestro y desaparición de la secretaria del ayuntamiento en Uruapan, Maribel Martínez Martínez, en agosto de 2008”.
El plagio de la funcionaria se dio en San Juan Nuevo. En ese rapto participó Isidro Echavarría, director de Seguridad Pública, quien un año después fue detenido por la PGR junto con otros tres hombres, identificados como miembros de La Familia Michoacana.
“Así que las cosas siguen creciendo, siguen haciéndose mucho más difíciles. Para 2007 tenemos claro que hay unos personajes que convocan a los aguacateros a un hotel, les dicen que va a llegar una persona y quien llega es El Chayo, quien les anuncia que necesita una cuota para protegerlos, y desde entonces el asunto de la cuota se extiende, lo aceptan los aguacateros, luego los limoneros, los empacadores y así, ejido por ejido. En Morelia recientemente han ido apareciendo quemas de restaurantes, antros, negocios… eso responde a que la gente no paga su cuota.
“Las cosas son más difíciles, en 2009 –que a mí me tocó coordinar el proceso electoral intermedio– me acuerdo que algunos de nuestros precandidatos en municipios pequeños de Tierra Caliente y en el Oriente fueron llamados (por La Familia Michoacana). El encargado de ésta era un personaje al que le decían El Lince. Él hacia este trabajo de Tacámbaro para abajo (hacia el sur) porque ya tenían repartidas sus zonas.
“El Lince les dijo que no se les ocurriera contender, que ellos iban a decir con quién irían en la elección. En efecto, el día en que llegan las elecciones amenazaron a nuestros representantes de casilla, les exigieron que no se presentaran y les dijeron que quien no aceptara hasta lo podrían matar. Las cosas fueron aumentando, algunos de los nuestros se atrevieron a ir de candidatos, a más de uno lo levantaron para asustarlo y luego lo soltaron.”
Saúl Solís Solís El Lince era el encargado de La Familia Michoacana y después de Los Caballeros Templarios del control de la siembra y cosecha de enervantes, tráfico de droga y manejo de laboratorios clandestinos, extorsiones, secuestros y homicidios en los municipios de La Huacana, Ario de Rosales, Nuevo Urecho, Tacámbaro y Turicato, así como en el Estado de México.
El 19 de septiembre de 2011, en Nueva Italia, el Ejército lo detuvo y lo acusó de ser uno de los principales responsables de la agresión en contra de personal militar el primero de mayo de 2007, en Carácuaro, Michoacán, donde perdieron la vida un coronel y cuatro elementos de tropa.
El Lince es primo de Kike Plancarte. De 2003 a 2005 fue director de Seguridad Pública de Turicato y, en 2009, candidato del Partido Verde Ecologista de México para una diputación federal.
La senadora del PAN sostiene que ya desde entonces la policía municipal era impuesta por las bandas del crimen organizado y que eran los agentes quienes informaban a los capos quién salía y entraba a los pueblos.
“Yo empecé a meter más las narices porque me importaba ir resolviendo el problema cuando fuera gobernadora y vi que los ministerios públicos no tenían elementos para hacer sus averiguaciones previas. Alguien me dijo: ‘Me piden que vaya a levantar huellas y la tinta que tengo aquí ya no sirve, ya no tengo dinero para la gasolina para desplazarme a tal lado, cuando tengo que traer una orden de presentación se la tengo que pedir a la policía municipal que me ayude. Pero la policía municipal, en lugar de ir por el que se necesita presentar, va a informar y luego golpea al que hace la denuncia’.
“Entonces empiezas a ver que los secuestros se repiten una y otra vez, que la gente decía: ‘A mi hijo lo secuestraron y cuando lo llevé al Ministerio Público a ratificar se orinó en la puerta porque los secuestradores eran ellos’. También otro caso en el que alguien pagó (un secuestro) con un portafolio que luego vio en la oficina ministerial. Era muy difícil esto porque son uno solo, los ministeriales persiguen a alguien que está en falta y, si es de los suyos, los liberan, y si es de los de enfrente, los ponen. De tal manera que no hay gente que denuncie.”
La panista recuerda testimonios de gente que había sido secuestrada y contaba que la traían en una patrulla por varios días y escuchaba por la radio cómo le decían a la policía del municipio: “Ábranme cancha, porque aquí traigo uno”.
Hacia las elecciones de 2011, en las que participó como candidata para el gobierno de Michoacán, las cosas fueron empeorando, al grado de que todo ese proceso estuvo controlado por Los Caballeros Templarios.
“Cuando termina el gobierno pasado de Leonel Godoy, (las autoridades) deciden retirar al Ejército y a la Policía Federal, y claro, los del crimen organizado salen a las calles y controlan. Nosotros tuvimos malas señales en los cierres de campaña, hubo candidatos nuestros que ya no llegaron, y otros que después de la elección los levantaron o los mandaron llamar para decirles que mejor ni se metieran.
“Hubo más de 20 candidatos nuestros atorados, sin poder salir, gente nuestra amenazada con muchas variantes, había un tal ‘grupo de distención’ con el que pactaban grupos políticos, y el gobernador nunca quiso pedir que salieran las fuerzas armadas, nunca lo autorizaron, sólo salieron en el municipio de Maravatío porque iban a linchar a la gente, pero ya era tarde.
“De tal manera que ellos decían a quién iban a apoyar y si, a pesar de ello, la gente participaba y ganaba al que apoyaban, bueno, pues ellos iban y le cobraban, imponiendo al jefe de la policía municipal.”
La legisladora sostiene que cuando Vallejo tomó posesión como gobernador, la invitó a conversar cuando presentó su plan de desarrollo.
“Le dije: ‘Le encargo a mis alcaldes, tengo 28, la policía no es suya y los extorsionan’. Me dijo ‘así están todos’. De tal forma que eso se agravaba, en Tierra Caliente fueron tomando el territorio de forma terrible, a los limoneros les decían cuándo cortar o cuándo no hacerlo. Además de la cuota que desde hacía cinco años ya pedían: si mataban un becerro pedían cuota, si vendían queso, también. Controlaban la actividad económica más elemental.
“Cuando decían cuándo y quién podía cortar limón afectaban hasta a los jornaleros que sólo podían trabajar un par de días y luego no tenían qué comer. Después fueron cobrando impuesto predial y decidieron cobrar por comprar carne, etc. Es cuando la gente se rebela y dice ‘hasta aquí’.”
Recuerda que el 20 de abril de 2013 y para demostrar fuerza, el crimen organizado realizó una serie de manifestaciones en varias zonas del estado, incluyendo Morelia.
“Estos mentecatos hicieron una demostración de fuerza, hicieron marchas en las ciudades grandes, obligando a la gente a ir, cerraron las salidas de Morelia, Uruapan, con gente que mandaron. A los empresarios que no cooperaron les quemaron sus empacadoras, como en Tancítaro, y cuando la gente corrió y quiso apagarlo, la detuvieron diciendo: ‘¡Hey, esto se quema hasta el último palo!’. La gente había tratado de rescatarlo porque era su empleo.”
De acuerdo con reportes periodísticos, ese día Los Templarios lanzaron amenazas de bomba y realizaron bloqueos carreteros, de alcaldías y comercios, además de suspender clases en 735 escuelas y diseminar rumores de estallido social.
Los accesos a Morelia fueron bloqueados por integrantes de supuestas organizaciones sociales, transportistas y comerciantes –algunos embozados–, que causaron densos congestionamientos en las salidas a Pátzcuaro, Charo, Los Reyes, Uruapan, Múgica y Quiroga.
Las carreteras a Pátzcuaro, Guadalajara y Salamanca fueron bloqueadas por cinco horas y, según informes de la PJEM, ante las amenazas de bomba las autoridades municipales de los ayuntamientos de Zacapu, Apatzingán, Buenavista, Múgica, Tepalcatepec, La Huacana, Jiquilpan, Sahuayo, Villamar, Briseñas, Cojumatlán, Venustiano Carranza, Marcos Castellanos, Pajacuarán y Zamora, entre otras, decidieron parar labores.
En Apatzingán, aproximadamente mil 500 personas vestidas con pantalones de mezclilla y playeras con la leyenda “Soy comunitario. Muera el mal gobierno”, se manifestaron portando palos. Un hombre que se identificó como “Comandante Tonatiuh” emitió un comunicado para dar a conocer el surgimiento del Frente Nacional por un Modelo de Seguridad Pública.
Mientras que, en Zacapu, un grupo denominado Movimiento Ciudadano por la Ciudad, el Pueblo, Caminos y Carreteras de Michoacán demandó a los gobiernos federal y estatal garantizar la seguridad. El grupo emitió volantes de protesta por el surgimiento de guardias comunitarias.
El gobierno de Fausto Vallejo tuvo que admitir en un boletín que las manifestaciones fueron incitadas por grupos delictivos: “Se identifica con toda claridad que la mayor parte de los manifestantes no están ahí por su propia voluntad, sino que en diversos puntos acudieron ante el temor de represalias por parte de grupos delictivos”.
Después de esta demostración de fuerza, dice la senadora Calderón, Los Templarios fueron tomando más territorios y sometiendo a la gente a tal grado que ya no podía hacer nada.
Todo esto, porque en las elecciones del 2011, Fausto Vallejo ganó con el apoyo de Los Caballeros Templarios. “La elección se las debe, cuando perdí en números y lo entendí, le dije que no se trataba de cuántos votos sino de cómo llegaron esos votos. Le pedí que no se arrodillara frente a los delincuentes organizados.
–¿Se arrodilló? –se le pregunta.
–Bueno, pues no ha podido hacer gran cosa, no ha podido cambiar funcionarios, el C4 (centro de control y mando policial) lo tienen bajo control (los narcos). ¡Qué es eso! Los ministeriales los tienen bajo su control, ¡qué es eso! No ha podido cambiar las cosas y esto no es un secreto, lo sabemos todos.
Por su parte, el exdirigente de las autodefensas José Manuel Mireles, unos días antes de ser detenido en la población de La Mira, ubicada en la costa de Michoacán, denunció que los niveles de corrupción fueron tan altos que se llegó al “narcogobierno”.
“Durante 12 años no nada más los policías federales estuvieron al mando del crimen organizado, también el Ejército, también la Marina, yo incluso estuve ocho meses denunciando que el gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, era el comandante general de Los Templarios, y decían: ‘No, pinche Mireles está loco’. Está bien, pero nosotros teníamos las fotos y los vídeos de la gente de nosotros que iba a las reuniones cuando El Chayo le dio 3 mil millones de pesos para la campaña a los priistas en Michoacán, para Chucho Reina.
“No, pero Mireles es un mentiroso, volvían a decir… ¡Perfecto! ¿Pero dónde está Chucho Reyna ahorita? Está en la cárcel, porque a los ocho meses el obispo de Apatzingán publicó un desplegado nacional diciendo lo que Mireles había dicho durante ocho meses. Y a los 10 meses una televisora presentó la documentación de esta asociación entre Jesús Reyna y Los Caballeros Templarios, porque lo filmaron los muy pendejos. Ahí se comprometían con ese dinero a poner todos los presidentes municipales, todos los diputados, todo el equipo de gobierno de puros caballeros templarios, para eso ocuparon los 3 mil millones de pesos.
“Ya está Chucho Reina en la cárcel y varios alcaldes en la cárcel y hay varios diputados en la cárcel y hay varios señores del gabinete del estado. (…) Yo personalmente denuncié que un general recibía un millón y medio de pesos mensuales, el de la 43 Zona Militar en Apatzingán, porque yo no hallaba una explicación lógica. El cuartel de la 43 Zona Militar está en la entrada de Apatzingán, y a 100 metros estaban los retenes de Los Templarios encapuchados y con cuernos de chivo ¡y no los veían!
Sólo en una cosa me equivoqué, no era un millón y medio, eran 15 millones de pesos mensuales lo que recibían esos federales, comprobado. Así que no nada más la Policía Federal estaba vendida con ellos, también el Ejército”.
Desde el inicio del gobierno de Fausto Vallejo en Michoacán todos sabían del papel protagónico de Los Caballeros Templarios en el proceso electoral de 2011 y de los vínculos de este grupo con miembros importantes de la familia del gobernador y de su equipo.
Pero nadie decía nada por temor a represalias de este grupo, que había hecho tratos directos con Jesús Reyna cuando era el coordinador de la campaña vallejista.
En 2012, cuando Vallejo ya gobernaba y Reyna era su segundo, en la oficina de Seguridad Pública estatal se tenía elaborada una ficha en la cual constaba que el otrora coordinador de campaña había tenido encuentros en marzo y octubre de 2011 con El Chayo y La Tuta.
Según el documento, en esas dos reuniones se acordó el apoyo del grupo criminal a la campaña de Vallejo, quien al final derrotó por amplio margen al perredista Silvano Aureoles y a la panista Luisa María Calderón.
En varias ocasiones el coordinador general de las autodefensas, José Manuel Mireles, aseguró que Los Templarios metieron 3 millones de dólares a la campaña del PRI en 2011. Pero nadie le hacía caso.
El análisis citado es un informe “confidencial”, fechado el 16 de marzo de 2012. Tiene membrete de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, fue elaborado por un asesor de nombre Juan García Bravo y se dirigió al entonces titular de esa dependencia, Elías Álvarez Hernández.
El reporte señala que “de acuerdo con informaciones obtenidas”, Reyna tuvo reuniones privadas con “interlocutores de la delincuencia organizada” y que los datos se obtuvieron por conducto de una “fuente confiable”.
“Se estableció contacto con la fuente de información, la cual informó que a finales del mes (entre el 26 y el 29) de marzo de 2011 se realizó una reunión privada entre C. JOSÉ DE JESÚS REYNA GARCÍA y operadores de Los Caballeros Templarios en Michoacán, y quien fuera identificado como Miguel Granados Godoy, los dos de filiación priista, (quienes) acordaron contactar una reunión privada con los líderes de la cúpula de este grupo delictivo para establecer una estrategia política electoral y de acuerdos mutuos”, señala el texto.
En palabras de la fuente, “en dicho acuerdo se priorizó una primera entrevista, la que fue autorizada, y debería ser en la sierra más alta entre Tumbiscatío y Aguililla, la cual debería ser en la última semana del mes de julio, donde se designa para la reunión (a) Mario Gascón Juárez, quien fungió como chofer para llevarlos al lugar previsto según la fuente, estableciendo el restaurante de Aguililla en la ciudad de Uruapan”.
El escrito precisa que a ese lugar llegaron Jesús Reyna, coordinador de campaña del PRI; Guillermo Valencia Reyes, aspirante a la alcaldía de Tepalcatepec, y José Trinidad Pasalagua o Martínez Pasalagua, líder de los transportistas locales.
Valencia abandonó desde 2013 la presidencia municipal de Tepalcatepec, acusado por la población de ser templario. En entrevista para este libro niega haber asistido a dicho cónclave y ser parte de este grupo. Por su parte, José Trinidad Martínez Pasalagua, exdiputado local, fue detenido en la SEIDO por esta vinculación con Los Templarios y como parte de la averiguación PGR/SEIDO/UEITA/059/2014.
Estos tres personajes, señala el documento, fueron trasladados a la comunidad de Cuatro Caminos, donde los contactos serían El Chivo (Ignacio Berber) y El Chuky (Omar Tafolla), “quien los recibiría en la plaza principal, donde transbordan (a) otros vehículos que los llevarían al lugar (en el) que se había acordado la reunión, el cual se identificó como un rancho llamado El Jabalí, en la parte alta de la comunidad llamada Las Cruces del municipio de Tumbiscatío”.
En la fecha de ese encuentro, Reyna coordinaba la campaña de Vallejo, quien tenía como bandera política limpiar el estado de la delincuencia organizada que se había expandido durante los gobiernos perredistas de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, cuyo medio hermano había sido acusado precisamente de tener vínculos con La Familia Michoacana.
Siempre según la fuente, después de la reunión los asistentes –Reyna, Valencia y Pasalagua– fueron regresados a la plaza principal de Cuatro Caminos, donde los recibió Mario Gascón Juárez. Se menciona que los tres políticos llegaron entusiasmados y comentando que El Doctor (El Chayo) y El Profe (La Tuta) habían decidido “apoyar a los candidatos del PRI”.
Agrega que en la reunión también estuvo presente Saúl Solís Solís El Lince, con quien acordaron la alianza con el Partido Verde Ecologista rumbo a la gubernatura, cosa que se concretó el 2 de agosto de 2011.
Otro acuerdo que menciona la fuente sería el de una segunda reunión en los últimos días de septiembre de 2011, para la cual Reyna le pidió nuevamente a Gascón Juárez que estableciera contacto con El Chivo, a fin de reunirse con “los amigos”. Finalmente el segundo encuentro supuestamente tuvo lugar la segunda semana de octubre.
“Para el caso la fuente dijo que previo a salir de la reunión fueron citados en la sede del PRI estatal Jesús Reyna, Guillermo Valencia Reyes (el candidato a la alcaldía de Tepalcatepec), José Trinidad Martínez Pasalagua (líder de transportistas) y Armando Ballinas Mayes (asesor de campaña de Fausto Vallejo).”
El informante indica que fueron de nuevo a Cuatro Caminos, “donde se hizo el mismo procedimiento, estando igualmente solo en esa ocasión El Chivo, quien se encargó de llevarlos al mismo cerro en Tumbiscatío”.
Cinco horas después volvieron a Cuatro Caminos y, según la fuente, de regreso a Morelia Reyna les compartió a Valencia, Pasalagua y Ballinas el acuerdo tomado en dicho cónclave con Los Caballeros Templarios para su futuro político.
“Que dentro de su estrategia él sería el próximo secretario de Gobierno, que Armando Ballinas (quedaría) en el Consejo de Seguridad para establecer la estrategia electoral con los municipios y de ahí operaría sus cuadros para preparar el terreno para 2015.”
Pero que si se daba el caso de que “el gordito”, es decir Fausto Vallejo, se fuera antes, “nos colaríamos para ser el interino a la gubernatura del estado”, confió Reyna. Y así ocurrió tiempo después.
El 29 de noviembre de 2012, con mantas colocadas en distintos puntos de Michoacán y Guanajuato, Los Caballeros Templarios revelaron los acuerdos con el equipo de campaña de Vallejo.
Después de saludar al mandatario michoacano y manifestarle respeto “como gobernador elegido constitucionalmente”, Los Caballeros Templarios le recuerdan que ellos “limpiaron” Michoacán del Cártel del Golfo y de Los Zetas y que no tuvieron que ver con la muerte de la alcaldesa de Tiquicheo (María Santos Gorrostieta Salazar, asesinada en noviembre de 2012).
Pero sobre todo le reclaman no haberles otorgado los favores prometidos, pese a que lo ayudaron a ganar.
El mensaje de “Los Caballeros Templarios Guardia Michoacana” decía: “Las últimas tres generaciones de gobernantes han tenido lazos con nuestras organizaciones, llámese Familia Michoacana o Caballeros Templarios” y esos vínculos “deben de ser indirectos pero fuertes, en el caso suyo usted sabe que hay parientes de primera línea que no sólo simpatizan con nosotros y hasta han convivido con nosotros, hay un hecho relevante”. Era clara la referencia a Rodrigo Vallejo, quien en agosto de 2014 apareció en un video bebiendo y departiendo con La Tuta.
En el mensaje, Los Templarios sostenían que, además de combatir “oficialmente” a los otros grupos criminales, “extraoficialmente nosotros estamos esperando los frutos de nuestra labor hacia su partido, cosa que por el momento no hemos (tenido)”.
Los Templarios aludían a compromisos hechos “por sus dirigentes de campaña”. Y revelaron el trabajo que hicieron: “Como agrupamiento al margen de la ley fomentamos la apatía hacia el partido político del PAN, por nuestras acciones el PAN (perdió) enclaves importantísimos que ustedes capitalizaron bajo una coordinación mutua, larga, ardua y sobre todo costosa. Fueron dos objetivos: frenar al PAN e impulsar a los candidatos del PRI.
“Muchas fueron las promesas que se hicieron, pero por lo visto ninguno de sus enviados o delegados dan la explicación de por qué el alejamiento del PRI ahora en el poder, si en la campaña se sentaban a comer y a degustar una buena copa. Por un momento pensamos que los priistas que vinieron a buscar votos para usted, ayuda social, financiamiento económico, vehículos, hasta comida para sus cónclaves, etc. etc. etc. hablaron a sus espaldas.
“Esos pensamientos serían ingenuos porque usted, un gobernante inteligente, nunca podría decir y menos asegurar que el argumento sustancial y porcentual en votos al PRI y en especial para usted, por ejemplo (en) Tierra Caliente, se debió sólo a la estupenda labor de los agitadores políticos de su campaña.
“Usted sabe, la gente sabe, el gobierno federal sabe que tenemos una capacidad de movilización importante que cualquier político querría tener, cosa que usted como PRI propusieron y nosotros aceptamos, sólo buscamos que usted y su gobierno sean congruentes con lo que hicimos, sólo queremos que de manera directa podamos acceder a un beneficio por nuestra inversión.”
Los Templarios le decían a Vallejo que para ellos como “empresa” la situación sigue siendo igual desde que el PAN llegó a la Presidencia de la República, pero advierten: “Le aseguramos señor gobernador que podemos resistir otro sexenio de embates, tenemos capacidad de movilización social, tenemos capacidad de respuesta, hemos permeado en la sociedad sin amenazas, sin ventajas, sólo estamos ofreciendo a los michoacanos oportunidad de negocios, trabajo.
“No queremos, nunca hemos pensado, que se repita un mandato como el de Mario Marín o de Moreira, o para no ir más lejos como el del maestro Leonel Godoy, que no resistiría una fiscalización porque saldrían a relucir aparte de malos manejos, endeudamiento a nuestro estado con todo lo que se robó en contrataciones; eso no lo queremos, por eso tenemos metidos en cintura a los ediles que están a nuestra vista. Si usted está interesado en nuestra carta se estará preguntando ‘¿Bueno, pero qué es lo que quieren Los Caballeros Templarios?’
“Con gusto atenderemos a la persona que usted envíe. Los canales están diseñados con su oficina, sólo debe usarlos, usted es michoacano, nosotros también hemos enterrado compañeros, parientes, amigos que están luchando en otros estados para que la amenaza zeta no llegue a nuestras puertas, que no llegue a su casa señor gobernador. Si no gusta sumarse sea discreto por favor, no nos haga la vida más pesada, son 11 años de conflicto tanto internos como externos. Si usted tiene objeciones o puntos de vista para nosotros como grupo por supuesto que escucharemos atentamente, usted es parte de la sociedad por lo tanto nos debemos a usted y esperamos su respuesta.”
Jesús Reyna fue detenido el viernes 4 de abril tras una investigación de la PGR. Una de las líneas de investigación es el dinero del exgobernador interino.
Según otro documento confidencial al que se tuvo acceso, Reyna es propietario y administrador de varias lavanderías y tintorerías en Morelia desde 1992. El valor de esos negocios ronda los 3.2 millones de pesos.
Es concesionario y administrador de permisos para la prestación de servicios de transporte colectivo urbano en la capital del estado, con un valor aproximado de 1.5 millones de pesos. Posee dos edificios de departamentos en Morelia con un valor de 14 millones de pesos y una casa de 3 millones de pesos en la misma ciudad.
El documento registra que Reyna es socio, con una familia de apellido Otero, de algunos moteles y hoteles de paso en Morelia y otros municipios
El otro asistente al encuentro de 2011 con Los Caballeros Templarios que fue detenido es José Trinidad Martínez Pasalagua. El 21 de julio, con evidencia recabada por la PGR, el exlegislador priista fue acusado de formar parte de Los Templarios a quienes entregaba dinero producto de extorsiones.
El líder transportista apareció en un video que el 3 de abril obtuvo la PGR –y que posteriormente fue exhibido en YouTube–, en el que se evidencian las reuniones que sostenía con La Tuta.
Según la PGR, se acreditó que formaba parte de dicho cártel y que se dedicada a la comisión de delitos contra la salud. A través de testimonios se supo que, en su calidad de líder transportista, cobraba cuotas mensuales a los concesionarios de las rutas. Los testigos lo identifican como colaborador directo de Servando Gómez, a quien era entregado el dinero.
Durante al menos ocho años, Martínez Pasalagua ejerció un fuerte liderazgo en ese sector de Michoacán, presionando para que la Comisión Reguladora del Transporte otorgara concesiones y rutas a personas afines a él y al grupo delictivo. También se detectó que el exlegislador priista influyó en la designación de funcionarios públicos en el área de transporte.
Los tentáculos de Los Caballeros Templarios en el gobierno de Vallejo alcanzaron hasta a su hijo menor, Rodrigo Vallejo, a quien el mandatario estatal defendió muchas veces diciendo: “Es parrandero y le gusta divertirse”, pero no tiene vínculos con ese grupo criminal. En los hechos, empero, las defensas del padre de El Gerber se cayeron cuando su vástago apareció al lado de La Tuta en un video.
El miércoles 18 de junio de 2014, Fausto Vallejo Figueroa anunció por Twitter su renuncia a la gubernatura de Michoacán antes de que Presidencia de la República lo hiciera oficial. Cinco días antes comenzó a circular una foto de su hijo Rodrigo Vallejo Mora en una reunión con La Tuta, lo que confirmaba algo que este grupo había insinuado desde noviembre de 2011: el hijo del mandatario protegía al cártel.
Aunque Fausto Vallejo quiso ocultar desde el principio de su gobierno y hasta donde pudo estas relaciones, cuando estaban a punto de ser reveladas presentó su dimisión arguyendo que se iba por motivos de salud. Para entonces, el gobierno federal ya alistaba la estrategia para detener a Rodrigo Vallejo, conocido como El Gerber, quien desde 2008 operaba para el crimen organizado.
El 21 de junio la revista Proceso (Olmos, 2014) publicó información basada en documentación confidencial de seguridad pública e inteligencia militar que confirmaba que El Gerber comenzó a trabajar para distintos grupos criminales de Michoacán desde joven, pero cobró más importancia a partir de que su padre ganó la gubernatura.
En el informe se decía que Vallejo Mora “es y fue utilizado por sus vínculos políticos para lograr los objetivos del grupo criminal tanto en (el) tráfico de influencias como en (los) acercamientos con la clase política que arribaría al gobierno michoacano, encabezado por Fausto Vallejo”.
Desde 2008 El Gerber aparece en la estructura de organizaciones criminales como La Empresa, La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, en las que cumplía un papel importante para el lavado de dinero y como intermediario con empresarios, comerciantes y políticos.
A últimas fechas, el hijo del gobernador tenía varias responsabilidades con Los Caballeros Templarios: el cobro de piso y protección de bares y discotecas de Morelia; conjuntaba a propietarios para otorgarles “el servicio” de manera obligada; traficaba con influencias a fin de facilitar “los trámites correspondientes para pagos”; otorgaba nuevos permisos y modificaba adeudos al municipio; y realizaba la “verificación y control de bares y restaurantes para el lavado de dinero”.
Los reportes mencionan que su primer contacto con La Empresa fue Héctor Gerardo Guzmán Múzquiz, a quien se señala como “operador” de cobros de piso y extorsiones en Morelia, igual que para el lavado de dinero. Este personaje estuvo involucrado, en enero de 2008, cuando miembros de La Familia Michoacana secuestraron durante unas horas a Alfonso Reyes Hinojosa, primo de Felipe Calderón.
Los documentos recogen también información de 2009, cuando Fausto Vallejo era alcalde de Morelia. En junio de ese año la Policía Federal detuvo a Arnoldo Rueda Medina, conocido La Minsa o El Fresa, quien en ese momento estaba acompañado de Rodrigo Vallejo. Desde el gobierno de Felipe Calderón llegó la orden de ponerlo en libertad sólo a él.
José Manuel Mireles ya había denunciado en 2013 los vínculos de Rodrigo Vallejo con Los Caballeros Templarios, así como los excesos que alardeaba hacer desde la Casa de Gobierno, donde vivía, mientras su padre habitaba otro domicilio.
“Hacía bailes en la Casa de Gobierno con puro criminal para demostrar que tenía poder para hacer las cosas. Eran bailes fastuosos a los que iban puros criminales: jefes de plaza, encargados de zona y muchos otros ‘invitados especiales’. A Rodrigo le gustaba mucho andar con los hijos de los narcos, en sus pachangas y francachelas. También le gustaba mostrar que tenía cierto control sobre los federales, porque cuando detenían a alguno de sus amigos hablaba con los federales para liberarlo. Además, como hijo del gobernador también tenía el control de algunas mafias en los transportes, y con los comerciantes era el encargado de cobrarles las cuotas”, señaló Mireles en entrevista cuando se le preguntó sobre Rodrigo Vallejo.
El jueves 19 de junio, al oficializar su renuncia, Vallejo Figueroa dijo que se iba “con la frente en alto”. Un mes después, ya en el retiro, el exmandatario tuvo que agachar la cabeza y defender una vez más a su hijo. El 28 de julio la agencia de noticias Quadratín difundió un video donde aparecía El Geber con La Tuta compartiendo una mesa, poniéndose de acuerdo sobre temas de gobernabilidad en el estado.
En dicha grabación, que dura 18 minutos y 15 segundos, se ve a Rodrigo Vallejo tomando una cerveza. A un lado, La Tuta. Hay otros dos personas que fugazmente intervienen en el diálogo.
Sentado cómodamente, Vallejo se dirige de modo distendido al jefe de Los Templarios, que le pide explicar la situación política del gobierno de su padre. En la charla, que se entrecorta en algunas de sus partes, Rodrigo le informa a “La Tuta” que su padre ha tenido múltiples trasplantes de órganos: “Ton’s le van a cambiar el páncreas, le van a cambiar el hígado, le van a cambiar el intestino. O sea son cinco cosas, es multivisceral”.
Después, Vallejo Jr. le propone al jefe de Los Caballeros Templarios formar parte de la agrupación para resolver algunos de los problemas: “Yo quiero formar un grupo para la empresa; cualquier cosa personal de los de hasta arriba, o cualquier cosa que no se quiera llegar a mezclar o los vayan a llegar a mezclar…”. La Tuta le pide que sea intermediario con funcionarios de gobierno para acabar con un cobro de cuotas.
Aunque se trataba de la prueba más clara de los goznes de Rodrigo Vallejo y Los Caballeros Templarios, antes ya se habían difundido otras dos muestras. El 4 de junio circuló en las redes una grabación donde se veía un camino, pero las voces eran las del hijo del exgobernador y Servando Gómez.
En el video de 12 segundos se escucha un breve diálogo: La Tuta le da instrucciones a El Gerber: “Los quiero a la chingada”, en tanto que Rodrigo contesta: “Unidos p’a delante, esto no acaba”.
En aquella ocasión el gobernador defendió a su hijo: “En mi familia no hay delincuentes”.
Pero después apareció una foto de su hijo con Servando Gómez, también conocido como El Profe porque estudio en la Normal Rural de Maestros en Arteaga, donde nació.
El 14 de junio el portal de Valor por Michoacán publicó una foto en blanco y negro donde estaban El Gerber y La Tuta. Los dos están sentados en torno a una mesa como si estuvieran platicando, en presencia de otras personas. Ese día Fausto Vallejo había salido a un chequeo médico en Estados Unidos, pero días antes, en una entrevista y sin especificar nombres, dijo que uno de sus hijos había sido llevado por la fuerza por un grupo de criminales.
El 30 de julio, cuando ya todos conocían el video de Rodrigo Vallejo y Servando Gómez, el exgobernador defendió una vez más a su hijo, quien fue citado por la SEIDO a comparecer para que declarara sobre esta reunión.
Vía Facebook, Rodrigo Vallejo mandó un mensaje anunciando que acudiría a las instalaciones de la PGR: “Como lo he dado a conocer, me presentaré a declarar con toda puntualidad ante las autoridades acatando el citatorio que ha emitido la PGR. Ahí expondré los hechos tal y como sucedieron y presentaré las pruebas que acreditan que la reunión a la que los delincuentes me forzaron a asistir fue en contra de mi voluntad tal y como en todo momento he sostenido y como se lo he hecho saber a mi propia familia, lamento profundamente que por ser hijo de quien soy no se me dé el beneficio de la duda y que con un video editado se presuma mi culpabilidad. Sin embargo puedo ver enfrente a mi familia con dignidad y confío ampliamente en que las autoridades actuarán conforme a derecho”.
Su padre compartió este mensaje en su cuenta de Twitter y esgrimió otra vez el argumento de las amenazas, y esta vez también él se defendió: “En el servicio público siempre me he conducido con absoluto apego a la ley, convencido de que es el único camino que nos puede conducir a la paz y al desarrollo. En mi paso por la política partidista y la administración pública he respetado y he instruido categóricamente a que sin distingos se respete la ley de forma irrestricta. Hoy más que nunca ratifico lo anterior”.
Hizo hincapié en que su hijo había acudido a la cita con el líder de Los Caballeros Templarios bajo amenazas, como tuvieron que hacer empresarios y presidentes municipales.
“En este sentido manifiesto que desde mi persona, mi familia, hasta cualquier otro ciudadano, se debe investigar y proceder conforme a derecho corresponda. Si se acredita que (Rodrigo) asistió por voluntad propia, enfáticamente lo digo: que se le castigue conforme a la ley. Sin embargo, si se comprueba que asistió bajo amenazas e intimidaciones en contra de su voluntad, esto deberá ser sopesado por las autoridades competentes. Confío en mi hijo, pero deberán ser las autoridades las que deslinden responsabilidades.”
A pesar de sus esfuerzos, de haber acudido personalmente al Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Procesos Penales del Estado de México y de solicitar un amparo para no pisar la cárcel, el 8 de agosto el juez dictó auto de formal prisión contra “el hijo incómodo”, luego de que el acusado se negara a colaborar informando el lugar, fecha y contenido de la conversación que tuvo con el líder de Los Caballeros Templarios, quien se encuentra prófugo.
El siguiente es el documento de inteligencia militar que, desde el 21 de junio, ya documentaba el trabajo de El Gerber para el crimen organizado.
Puesto dentro del organigrama
Familia Michoacana / Caballeros Templarios
![]() | Carlos Rosales Mendoza fundó las primeras células de La Familia Michoacana en la década de 1980. El Cártel del Milenio estaba compitiendo con la organización para el control de la producción y distribución de narcóticos en Michoacán. En 2000, Rosales Mendoza se unió con el Cártel del Golfo y Los Zetas para frustrar al Cártel del Milenio, causando una ola de violencia en el oeste de México que duró hasta 2003. Fue arrestado por el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) el 24 de octubre de 2004. En la actualidad se encuentra libre viviendo y operando nuevamente en Michoacán. |
![]() | Servando Gómez Martínez (Arteaga, Michoacán, 6 de febrero de 1966) es el actual líder de Los Caballeros Templarios y fue líder de La Familia Michoacana, por debajo de Nazario Moreno González El Chayo y de José de Jesús Méndez Vargas El Chango Méndez. Se graduó en la Escuela Normal de Arteaga, donde obtuvo su plaza como maestro en 1985. “Es uno de los hombres más violentos de La Familia Michoacana, al grado de ser capaz de asesinar sólo porque quien le leía las cartas del tarot le revelaba que supuestamente alguien lo traicionaba”, detalla un expediente de la PGR sobre la personalidad de Servando Gómez. Fue profesor de primaria, después agricultor, creó centros de ayuda a jóvenes farmacodependientes y luego traficante de estupefacientes, según la PGR. Con base en las declaraciones de su hermano, Luis Felipe Gómez Martínez El Güicho, incursionó en el tráfico de drogas después de 2001. En marzo de 2011, cuando se da a conocer la ruptura de La Familia Michoacana, Servando Gómez pasa a liderar, junto con Enrique Plancarte, el naciente cártel Los Caballeros Templarios. También fue, junto con Nazario Moreno El Chayo y Jesús Méndez El Chango (capturado por policías federales), líder de La Familia Michoacana. |
![]() | Dionisio Loya Plancarte El Tío (nacido el 21 de octubre de 1955) es un alto dirigente de Los Caballeros Templarios. Es el tío de Enrique Plancarte Solís, otro exalto rango. Desde 2009 fue catalogado como uno de los 37 capos de México más buscados, con 30 millones de pesos como recompensa por información que conduzca a su captura. Fue detenido por el Ejército mexicano en Morelia el 27 de enero de 2014. En la actualidad, el operador en la región de Guanajuato es su hijo. |
![]() | Alberto Espinoza Barrón La Fresa fue detenido el 29 de diciembre de 2008 en Morelia, en posesión de dos armas largas, una pistola, siete cargadores, cartuchos, tres teléfonos celulares, un radio de comunicación y documentos con información de La Familia, y trasladado al Centro Federal de Occidente El Rincón, ubicado en Tepic. En la actualidad se encuentra en libertad en Michoacán y restructurando la organización criminal que pretende hacerse llamar La Sobra (o Las Obras o La Obra) de Nazario. |
![]() | Héctor Gerardo Guzmán Mizquiz El Güero Guzmán fue detenido en 2009 por vínculos con la delincuencia organizada y dejado en libertad. Tiene en su haber ocho procesos en Jalisco, Guanajuato y Michoacán, y uno pendiente en estados Unidos. Su vínculo con La Empresa, Los Caballeros Templarios o Familia Michoacana es ser operador en Morelia para cobros de extorsiones; su posición es importante pues no sólo es de las personas de confianza de Carlos Rosales Mendoza El Tísico, sino que también es consuegro de Dionisio Loya Plancarte El Tío, actualmente detenido. En la actualidad se dedica no sólo a cobros de adeudos al grupo criminal, sino también a contactar a empresarios para lavar dinero. Es también intermediario en secuestros y extorsiones. Este hombre estuvo involucrado en el secuestro del primo del presidente Felipe Calderón Hinojosa. También fue el contacto inicial y actual del Rodrigo Vallejo Mora El Gerber. |
![]() | Rodrigo Vallejo Mora El Gerber es y fue utilizado por sus vínculos políticos para lograr ciertos objetivos del grupo criminal, tanto tráfico de influencias como el acercamientos con la clase política que arribaría al gobierno michoacano, encabezada por Fausto Vallejo Figueroa Su primera responsabilidad era el cobro de piso y protección a bares y discotecas de Morelia. Conjuntaba a propietarios para otorgarles “el servicio” de manera obligada. Su segunda responsabilidad era el tráfico de influencias para concretar los trámites correspondientes por pagos, otorgar nuevos permisos o modificar adeudos al municipio. La tercera responsabilidad era la verificación y control de bares y restaurantes para el lavado de dinero. |
Estructura