Por la información y las sugerencias sobre el Ejecutivo de Operaciones Especiales, debo dar las gracias a M.R.D. Foot; sobre el Tercer Reich, a Richard Overy; sobre sistemas telefónicos, a Bernard Green; sobre armas, a Candice DeLong y David Raymond. Por ayudarme con el trabajo de documentación en general, debo expresar mi agradecimiento, como siempre, a Dan Starer, de Research for Writers, de Nueva York, y a Rachel Flagg. Recibí abundante e inestimable ayuda de mis editores: Phyllis Grann y Neil Nyren en Nueva York, Imogen Tate en Londres, Jean Rosenthal en París y Helmut Pesch en Colonia; y de mis agentes, Al Zuckerman y Amy Berkower. Varios miembros de mi familia leyeron los borradores y me hicieron útiles criticas, especialmente John Evans, Barbara Follett, Emanuele Follett, Jann Turner y Kim Turner.