Al sacudir
La quitó de la mesa mientras hablaba, y la sacudió adelante y atrás con todas sus fuerzas.
La Reina Roja no ofreció ninguna resistencia: pero su cara se hizo muy pequeña, y sus ojos se volvieron grandes y verdes; y mientras Alicia seguía sacudiéndola, ella seguía haciéndose más pequeña, y más gorda, y más suave, y más redonda… y…