[1] Acudiendo alocadamente a D4A, la Reina Blanca se sitúa en la casilla inmediatamente a la izquierda de Alicia. El hecho de que las reinas estén corriendo sin parar a lo largo de todo el cuento es una alusión a su facultad de desplazarse sin limitación en todas las direcciones del tablero. Con característica despreocupación, la Reina Blanca ha dejado pasar una oportunidad de dar jaque mate al Rey Rojo jugando a 3R. En su artículo «Alice on the Stage», Carroll dice de la Reina Blanca:
«Por último, a los ojos de mi imaginación soñadora, la Reina Blanca parecía afable, estúpida, gorda y pálida; desvalida como un niño de pecho, y con un aire lento, vago, perplejo, que sugiere imbecilidad, pero sin llegar a serlo del todo; eso sería, creo yo, fatal para el efecto cómico que debe producir. Hay un personaje extrañamente parecido en la novela de Wilkie Collins, No Name: por dos caminos distintos y convergentes, hemos alcanzado en cierto modo el mismo ideal, de manera que la señora Wragg y la Reina Blanca podrían considerarse hermanas gemelas.»
En la versión cinematográfica de la Paramount, el papel de la Reina Blanca lo hizo Louise Fazenda. <<
[2] Desde que Carroll lo utilizó, el recurso de «vivir hacia atrás» ha servido de base para muchos relatos fantásticos y de ciencia-ficción. El más conocido es el de F. Scott Fitzgerald, «The Strange Case of Benjamin Button». <<
[3] El Mensajero del Rey, como pone de manifiesto la ilustración de Tenniel, y como veremos en el capítulo VII, no es otro que el Sombrerero Loco del libro anterior. <<
[4] Carroll practicaba el consejo de la Reina Blanca. En su introducción a Pillow Problems habla de resolver mentalmente problemas matemáticos por la noche, durante las horas de insomnio, como una especie de terapia intelectual para impedir que pensamientos menos saludables nos atormenten. «Hay pensamientos escépticos que, por un momento, parecen arrancarle a uno la fe más firme; hay pensamientos blasfemos que le sobrevienen espontáneamente a las almas más reverentes; hay pensamientos impíos que torturan, con su odiosa presencia, la imaginación que anhelaría la pureza. Contra todos ellos, el más servicial aliado es un poco de trabajo mental.» <<
[5] «Creo», declaró Tertuliano en una defensa frecuentemente citada del carácter paradójico de ciertas doctrinas cristianas, «porque es absurdo». En una carta de 1864 a su amiguita Mary Macdonald, advertía Carroll:
«No te des tanta prisa en creer la próxima vez; te diré por qué: si te pones a creerlo todo, se te agotarán los músculos mentales, y entonces te quedarás tan débil que no serás capaz de creer las verdades más sencillas. La semana pasada, precisamente, un amigo mío se puso a creer en Jack Matagigantes. Lo consiguió; pero se quedó tan exhausto que cuando le dije que estaba lloviendo (lo que era verdad) no pudo creerlo, y salió precipitadamente a la calle sin sombrero ni paraguas, a consecuencia de lo cual se le mojó todo el pelo y durante casi dos días no tuvo un solo mechón que volviera a su sitio.» <<
[6] La Reina Blanca avanza una casilla, a 5AD. <<
[7] Alicia avanza también una casilla. Esta jugada la lleva a 5D, junto a la Reina (ahora oveja) otra vez. <<
[8] Williams y Madan, en su Handbook of the Literature of the Rev. C. L. Dodgson revelan (y reproducen una fotografía para probarlo) que los dos dibujos que hace Tenniel de la tienda copian el escaparate y la puerta de una tiendecita de comestibles situada en el número 18 de Saint Aldegate Street, Oxford. Tenniel tuvo el cuidado, no obstante, de invertir las posiciones de la puerta y del escaparate, así como el letrero que anuncia el precio del té a dos chelines. Estas inversiones apoyan la tesis de que Alicia no es una anti-Alicia (véase la nota 10, cap. I). <<
[9] La dificultad que encuentra Alicia para mirar directamente los artículos en venta de la tienda ha sido comparada por los divulgadores de la teoría de los quanta con la empresa imposible de determinar la situación exacta de un electrón en su trayectoria alrededor del núcleo de un átomo. Uno piensa también en esas manchitas minúsculas que a veces aparecen ligeramente desplazadas del centro de nuestro campo de visión, y que no podemos ver directamente porque se apartan al moverse el ojo. <<
[10] La perinola es una pequeña peonza parecida a lo que en Inglaterra y Estados Unidos se llama hoy «put-and-take-top». En la Inglaterra victoriana fue un juguete popular, utilizado en los juegos infantiles. Las caras planas de la parte superior llevan letras o números, y al detenerse la perinola, la cara superior indica lo que el jugador tiene que hacer en el juego. Las primeras perinolas tenían forma cuadrada y letras. La letra «T» de una de las caras representaba la palabra latina totum, e indicaba que el jugador lo cogía todo. <<
[11] En el poema preliminar de Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, Carroll describe a las pequeñas Liddell remando con «brazos inhábiles». Quizá Alicia Liddell, en uno de los paseos en barca con Carroll, se sintió tan desconcertada como Alicia aquí, ante el término marinero «alza». La Oveja le pide a Alicia que coloque las palas de los remos horizontalmente al moverlos hacia atrás para la siguiente «palada», de forma que el extremo inferior de la pala no arrastre por el agua. <<
[12] «Catching a Crab» [literalmente, «atrapar un cangrejo»] es una expresión marinera en la que un remo se hunde tanto en el agua que el movimiento del bote, si es bastante rápido, puede hacer que el puño del remo golpee el pecho del remero con la fuerza suficiente como para derribarle de su asiento Esto es lo que llega a ocurrirle a Alicia más adelante. «La frase se originó, probablemente», dice el Oxford English Dictionary, «por la sugerencia humorística de que el remero había cogido un cangrejo que le sujetaba el remo en el fondo del agua». Esta expresión se utiliza a veces (impropiamente) para designar otros errores en la boga que pueden derribar al remero. <<
[13] Es posible que Carroll pensara en esos juncos soñados como símbolos de sus pequeñas amigas. Los más bonitos parecen ser los más distantes, los que están un poco más allá del alcance de la mano; y una vez cogidos, se marchitan rápidamente y pierden su fragancia y su belleza. Naturalmente, están conscientemente concebidos como símbolos de la cualidad fugaz, efímera, inasible de toda la belleza. <<
[14] Los estudiantes del Christ Church, en tiempos de Carroll, insistían en que si uno pedía un huevo cocido para desayunar, normalmente le servían dos, uno bueno y otro malo (véase The Diaries of Lewis Carroll, vol. I, pág. 176). <<
[15] El movimiento de la Oveja al otro extremo de la tienda está indicado en el tablero por la jugada de la Reina Blanca a 8AR. <<
[16] Los puntos indican que Alicia ha cruzado el riachuelo, avanzando a 6D. Ahora está en la casilla de la derecha del Rey Blanco, aunque no se encuentra con él hasta después del episodio de Tentetieso, en el capítulo que viene a continuación. <<