[1] En los palos de la baraja, los picos son los jardineros; los tréboles son los soldados, los diamantes son los cortesanos, y los corazones son los diez infantes reales. Las figuras, naturalmente, son los miembros de la corte. Obsérvese la habilidad con que Carroll ha transferido, a lo largo de este capítulo, el comportamiento de las cartas de una baraja de verdad al de sus cartas animadas. Se quedan planas tumbadas boca abajo, no se las puede identificar por el dorso, se las puede volver fácilmente boca arriba, y se curvan para formar los arcos del croquet. <<
[2] «Imaginé a la Reina de Corazones», dice Carroll en su artículo «Alice on the Stage» (citado en notas anteriores), «como una especie de encarnación de la pasión irrefrenable… como una Furia ciega y caprichosa». Sus constantes órdenes de decapitación sorprenden a esos críticos modernos de la literatura infantil que consideran que los relatos juveniles deberían estar exentos de violencia, especialmente de una violencia con connotaciones freudianas. Incluso en los libros de Oz, de L. Frank Baum, tan singularmente desprovistos de los horrores que encontramos en Grimm o en Andersen, contienen muchas escenas de decapitación. Que yo sepa, no se han hecho estudios empíricos sobre cómo reaccionan los niños ante tales escenas, y qué daño psíquico les ha producido, si es que les ha producido alguno. Mi opinión es que el niño normal lo encuentra todo muy divertido y no resulta dañado en absoluto, y que no debería permitirse que libros como Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas y El mago de Oz circularan indiscriminadamente entre aquellos adultos que se encuentran sometidos a psicoanálisis. <<
[3] En el manuscrito original de Alicia, así como en los borradores que Carroll hizo para él, los mazos son avestruces en vez de flamencos. Carroll dedicó mucho tiempo a inventar nuevas e insólitas maneras de jugar a juegos familiares. Sus reglas para el Croquet del Castillo, juego complicado que jugaba a menudo con las pequeñas Liddell, se publicaron en 1863, y se pueden ver reeditadas en The Lewis Carroll Book. Dicho libro contiene también una reimpresión de sus reglas para el Lanrick, juego al que se juega con fichas sobre un tablero de ajedrez. Su folleto sobre «Billares circulares» no ha sido reeditado. De unos doscientos folletos que publicó Carroll, veinte tratan de juegos originales. <<
[4] «Un gato puede mirar a un rey», es un conocido proverbio inglés, y se refiere a que hay cosas que un inferior puede hacer en presencia de un superior. <<