Éste es el lugar que nos prometieron

cuando me dormí,

y me quitaron al despertar.

Éste es el lugar que nadie conoce,

en el que el nombre de barcos y estrellas

se pierde.

Las montañas dejan de ser montañas

y el sol deja de ser el sol.

Uno acaba olvidando cómo era todo.

Me veo a mí mismo, veo

en mi frente la orilla de un mar oscuro.

Hubo un tiempo en que estuve entero, en que fui joven…

Como si eso importara ahora

y pudierais oírme

y el mal tiempo de este lugar fuera a cesar algún día.

«An Old Man Awake In His Own Death»

(Un anciano muerto que despierta),

MARK STRAND