El coro de los invisibles

(De Brand)

Nunca, nunca serás tú como él es,

Porque de carne mortal estás hecho;

Ya le obedezcas o le falles

Estás igualmente perdido.

Sierpe, jamás serás como él,

El cáliz de la muerte has apurado;

Síguele o abandónale, es igual,

Pues condenada está tu gloria.

Nunca serás como él, tú, soñador,

Has perdido tus feudos y tu herencia;

¡Tus sacrificios a él no le enriquecen,

Pues perteneces a terrena vida!