Mozo ávido, con astillas
Hice una trampa de pájaros,
Y antes de hasta diez contar
Vi caer un pájaro en ella.
Llevéla con brutal gozo,
A mi cuarto de jugar,
Donde asusté al prisionero
Con amenazas y burlas.
Tras así pasarlo bien
Y mi crueldad saciar,
Dejé la trampa en la mesa
Y la entreabrí con cuidado.
¡Ay, cómo agita las alas!,
Vida y libertad le ofrezco;
Al aire quiere lanzarse,
Pero cae al fondo… ¡roto!
¡Ave en trampa, estás vengada!,
También ahora cayó el chico
En un cerco donde sólo
Perplejo agitarse pudo.
También él ahora mira
Con espanto entre barrotes,
Esto aterra su sentido;
De pies a cabeza tiembla.
Y cuando entreabierta piensa
Ver ventana al aire libre,
Cae brusco, sus rotas alas,
De su cerrado camino.