De Noruega habitante, pato de flojel;
Fiel siempre al fiordo gris y plomo.
Con el pico arráncase el plumón del pecho,
Que caldeará su muelle nido.
Mas firme y duro es el pescador del fiordo;
Todo el plumón del nido roba.
Si cruel el pescador, cálida es el ave;
Su seno vuelve a picotear.
Si desnúdase es para vestir su nido
De nuevo en algún rincón lueñe.
Pero el tercer despojo será el último,
Y una noche de primavera
La niebla henderá con pecho ensangrentado;
¡Al sur, a caldeada costa!