Tú, viejo salón de gris piedra,
Do los búhos hacen sus nidos,
Cuandoquier te veo recuerdo
Al rey Lear en silvestres breñas.
Dio a sus hijas el real tesoro,
Les dio su posesión más cara;
Y ellas en turbia noche echáronle
A huir por ásperos caminos.
Tú, sala que del tiempo al peso
Cedes, lo mismo sentir debes,
Si a ingrata posteridad diste
Lo más caro que conocías.
De áurea mies recuerdo nos diste,
Una historia en ricas imágenes.
¿Mas oyóse acaso una voz
Hender con su “gracias” la noche?
Hete allí, cual de Albión el rey,
De salvajes vientos juguete;
Seis siglos de tempestad burla
Han sido tus grises almenas.
Viejo, es alba, tu gente sale;
Reparemos ahora los fallos:
Tu atuendo real remendaremos;
De bufón ya tienes capucha.
Y así, salón de grises muros
Do los búhos hacen sus nidos,
Cuandoquier te veo recuerdo
Al rey Lear en silvestres breñas.