APÉNDICE TÉCNICO

Las siguientes secciones son extractos seleccionados del libro Mi visita a nuestros amigos nucleónicos, de Pierre Carnot Niven, Ballantine Interplanetary, New York, la Tierra, y Washington, Marte (2053). Este libro es el único que ha ganado en el mismo año (2053) los premios Nobel, Pulitzer, Hugo, Nébula y Moebius.

HUEVO DEL DRAGÓN

La estrella natal de los cheela recibió de los humanos este nombre pintoresco de Huevo del Dragón, porque está exactamente al extremo de la constelación Draco (El Dragón), como si el Dragón hubiera dejado tras de sí un huevo en su nido.

Por pura coincidencia, los cheela la llamaron también Huevo, porque es el origen del calor y de la luz que les da vida y reluce cálidamente como los huevos que ellos ponen.

Huevo, al igual que muchas otras estrellas de neutrones, tiene un movimiento de rotación muy rápido porque es un cuerpo compacto, de unos 20 kilómetros de diámetro, que se formó por condensación de una estrella roja gigante, de baja velocidad de rotación y que medía algunos millones de kilómetros de diámetro.

La mayor parte de la masa, campo magnético y momento angular de la estrella original se conservaron en la estrella de neutrones. Huevo del Dragón tiene una gravedad en su superficie 67 mil millones de veces mayor que la de la Tierra, un campo magnético en los polos de un billón de gauss, y una velocidad de rotación de 5,0183495 revoluciones por segundo.

Así, un giro de Huevo es aproximadamente una millonésima parte de un día terrestre.

Esta escala aproximada de un millón a uno en la relación de tiempos, parece también ser aplicable a los procesos vitales de los cheela. Nuestros amigos nucleónicos, piensan, hablan, viven y mueren un millón de veces más aprisa que los humanos.

ESCALAS DE TIEMPOS RELATIVOS

Los cheela usan un sistema de numeración de base doce, porque tienen doce ojos. Las unidades de tiempo cheela se dan en la tabla siguiente, con el equivalente intervalo en la escala humana, teniendo en cuenta el promedio de vida de los cheela comparado con el promedio de vida de los humanos.

Tiempo humano

Tiempo cheela

Observaciones

1 día

3,000 gran

100 generaciones cheela

1 hora

126 gran

4 generaciones cheela

45 min.

94 gran

promedio de vida cheela

15 min.

31 gran

1 generación cheela

29 seg.

1 gran

= 144 giros (equiv. al año humano)

0.2 seg.

1 giro

= rev. Huevo (equiv. a un día humano)

17 miliseg.

1/12 giro

= 1 docigiro (equiv. a la hora humana)

1.4 miliseg.

1/144 giro

= 1 grugiro (equiv. a 10 minutos humanos)

115 microseg.

1/1728 giro

= 1 mizgiro (equiv. a 1 minuto humano)

10 microseg.

1/20736

= 1 sizgiro (equiv. a 4 segundos humanos)

800 nanoseg.

1/248832

= 1 parpadeo (equiv. a 1 parpadeo humano)

NUESTROS AMIGOS NUCLEÓNICOS

Es muy difícil imaginar una forma de vida más extraña que la de un cheela. Un cheela típico pesa lo mismo que un humano, unos 70 kilogramos, pero los núcleos del cuerpo cheela han perdido sus nubes electrónicas, por lo que están condensados en un diminuto cuerpo que está aplastado por la elevada gravedad y estirado por el elevado campo magnético, quedando en forma semejante a la de una tortilla de medio centímetro de diámetro y medio milímetro de alto, o sea algo mayor que una semilla de sésamo.

El cuerpo es duro y flexible, con una arista en la parte inferior semejante a la de una babosa. Pero, a diferencia de la babosa, el cheela puede moverse en todas direcciones. Los cheela tienen doce ojos distribuidos por su periferia, dándoles una visión de 360 grados. Los ojos están en lo alto de unos pedúnculos, parecidos a los de la babosa, pero a causa de la elevada gravedad el pedúnculo es mucho más recio. Los cheela ven usando los rayos ultravioleta y rayos X blandos emitidos por la superficie candente de Huevo a 8,200 grados K.

A pesar de su extraña apariencia, no podemos considerarles como repugnantes y terroríficos monstruos. Por el contrario, han llegado a ser buenos amigos nuestros. Es lógico sospechar que su pequeño tamaño influye mucho en esto, igual que el hecho de que no puedan utilizar nada de la Tierra, ni utilizar la Tierra misma. Todo lo que esté constituido por materia normal, se colapsaría, por el simple roce con su ultradenso cuerpo nucleónico.

VIDA EN UNA ESTRELLA DE NEUTRONES

Vivir en una estrella de neutrones es muy diferente a vivir en la Tierra, pero nuestros amigos, los cheela, están muy a gusto. El campo gravitatorio, verdaderamente elevado pues es 67 mil millones de veces mayor que el de la Tierra, obliga a que todo tenga que estar construido muy bajo, sobre la corteza, y que tenga que ser muy reforzado. El campo magnético, también muy elevado, de un billón de gauss, tiene tendencia a alargar los objetos en el sentido de las líneas de fuerza y hace muy difíciles los desplazamientos en sentido transversal a las mismas. Los dos polos magnéticos de Huevo del Dragón están en lugares opuestos de la estrella de neutrones, próximos a su ecuador. Se les llama polos «Este» y «Oeste». A mitad de la distancia entre ellos, las líneas de campo magnético son paralelas a la superficie, y los cheela encuentran fácil moverse hacia el Este o hacia el Oeste, pero les resulta muy difícil hacerlo en direcciones Norte o Sur.

En la estrella de neutrones faltan cosas que nosotros damos por descontadas. No hay ningún sol. La luz y la energía que nos mantienen vivos en la Tierra nos llegan desde el Sol durante el día mientras que por la noche reina la oscuridad y el frío. Por esto, muchas de las formas de vida de la Tierra duermen durante la noche. En Huevo, la luz y la energía que mantiene vivos a los cheela sale hacia arriba desde la corteza. No existe la oscuridad y por esto las formas de vida de Huevo no conocen el sueño. No tienen ninguna luna, o sea que no tienen meses. No están en órbita alrededor de ninguna estrella, o sea que no tienen año. Su única unidad natural de tiempo es la rotación de las estrellas fijas en el firmamento. Así su equivalente del ciclo día-noche es un giro de la estrella.

Los cheela no tienen lámparas, velas, chimeneas o linternas porque no existe la oscuridad ni el frío en la ardiente corteza de Huevo. Hasta el interior de una cueva está iluminado brillantemente por el resplandor de las paredes. Los cheela no tienen cuadros colgados, ni puertas o ventanas con goznes, ni libros con hojas, ni tejados, ni tapaderas porque la gravedad es demasiado alta. No tienen aviones, pelotas, cometas, silbatos, abanicos, pajitas, perfumes, pulmones ni respiración porque allí no hay aire. La poca atmósfera que hay, consiste en unos escasos electrones e iones de hierro o de otros elementos típicos de los núcleos corticales. No tienen sombrillas, bañeras, duchas ni retretes autolimpiantes, porque no existe la lluvia, ni hay ríos, ni lagos, ni mares.

La vida de un cheela moderno no es aburrida. Aunque los cheela no precisan ropa para cubrir sus flexibles y elásticos cuerpos que, además son de forma variable, se visten. Incluso los cheela sin civilizar usan pinturas corporales para cubrir su desnudez, y las pinturas modernas que son líquidas, cristalinas y fluorescentes de emisión variable, hace que las calles resplandezcan con formas y colores, durante las aglomeraciones de las vísperas del giro festivo. Los cheela civilizados nunca abandonan su residencia sin antes insertar, en los esfínteres apropiados en su flanco, un juego de seis insignias que indican su profesión y la categoría que en ella tienen. En ocasiones más sonadas, llevan joyas que sustituyen o complementan a las insignias de su flanco, además de las joyas en forma de anillo que rodean cada uno de sus doce pedúnculos de los ojos.

Figura 1. Edificio de vivienda cheela. Estilo típico primitivo.

En la figura 1 se ve un rincón de una vivienda típica cheela. Hay pinturas en la pared, pero están pintadas directamente en ella. Hay libros, pero son del tipo rollo, que se guardan en paredes de rollos. Hay colchones y almohadas blandos, pero son para descansar y leer y no para dormir, porque los cheela no duermen nunca. Hay ventanas, pero no tienen cristales, porque no han de resguardarse del aire frío ni del caliente. Si un cheela quiere estar en la intimidad, tapa la ventana haciendo deslizar horizontalmente una cortina. Hay una puerta al exterior, que también se desliza sobre un raíl. Aunque los cheela modernos usan cronómetros movidos por energía nuclear para llevar la cuenta del tiempo, el elegante y antiguo reloj de péndulo funciona tan bien en Huevo como en la Tierra, siempre que el soporte del péndulo sea lo bastante reforzado para resistir su enorme peso. En la Tierra un péndulo de un metro bate lentamente segundos, mientras que en Huevo un péndulo de un milímetro bate rapidísimamente tres veces por parpadeo. A la derecha, puede verse uno de los animales de compañía preferidos de los cheela, un Vergonzoso de pelo largo.

Los cheela ponen huevos que dejan en los nidos de su clan, y por esto no forman unidades familiares y cada cheela vive solo, con sus animales de compañía. Muchos cheela prefieren un Vergonzoso. En Huevo hay muchas razas de Vergonzosos, casi tantas como razas de perros hay en la tierra, y probablemente por los mismos motivos.

Un Vergonzoso mestizo típico es un animal peludo de forma ovalada. Tiene una arista inferior para moverse, y doce ojos en lo alto de los pedúnculos. Aunque muchos cheela no lo quieran reconocer, si hacemos caso omiso del pelo y de la inteligencia muy inferior, un Vergonzoso se parece y se comporta como una joven cría de cheela. Si se tratara de la Tierra, sería como si los animales de compañía preferidos fuesen monos, en lugar de gatos o perros.

Los cuerpos de los cheela son muy anchos, comparados con su altura, y por esto ocupan mucha superficie. Para acomodar estos anchos cuerpos sin usar sótanos, ni pisos uno encima de otro, el hogar y el lugar de trabajo también ocupan un área respetable, por lo que las paredes dan directamente a la calle, como sucedía en las antiguas ciudades de la Tierra.

La interpretación dada por un arquitecto de una calle típica cheela, en la ciudad de Ascensión de Ligero, se puede ver en la figura 2. Las montañas del polo Este se pueden ver al fondo. A la derecha se levantan los acantilados del lado Sur que señalan la línea de la falla de aquel lado. La calle principal va de Este a Oeste, con edificios a cada lado, pegados a las aceras de deslizamiento. Cerca del polo Este el campo magnético sale del suelo hacia arriba, por lo que todas las direcciones son de difícil desplazamiento, y los cruces de las calles son ángulos rectos.

En ciudades alejadas de los polos, como es el caso de la capital, Paraíso de Brillante, las calles «transversales» forman un ángulo de treinta a sesenta grados con las calles de fácil circulación que van de Este a Oeste.

Cuando se desplazan por estas calles transversales, los cheela hacen fuerza con sus cuerpos contra las aceras de deslizamiento y empujan su marcha, en ángulo al campo magnético, hasta conseguir alcanzar la próxima calle este-oeste donde el deslizamiento ondulante es más fácil.

Figura 2. Vista de una calle típica en Ascensión de Brillante.

Los cheela se enteraron por los humanos de que existían problemas de tránsito, mucho antes de que sus ciudades fueran lo bastante grandes para tenerlos. Esta calle con la doble línea amarilla en el centro, está a punto para las carreras de coches deslizantes de los días festivos.

Cada edificio ocupa casi siempre todo un bloque por sí solo. (En Paraíso de Brillante, los «bloques» tienen forma de rombo o de triángulo). Los indicadores de nombre de las calles van incrustados en las esquinas de las paredes de los bloques, y las entradas de los edificios se identifican por números en la pared y el nombre del propietario en la acera de deslizamiento. El bloque de viviendas de la izquierda es una versión moderna, con diseños de ventanas semicirculares y un patio interior vallado, con un árbol de tres troncos. El bloque de viviendas de la derecha es una versión más antigua, con ventanas cuadradas sencillas y sin patio interior.

VIDA DE LAS PLANTAS EN HUEVO

Las plantas de Huevo elaboran alimentos extrayendo energía de la corteza caliente de Huevo, por medio de su sistema radicular, y eliminan el calor residual transmitiéndolo a la fría temperatura del cielo. Una de las mayores formas de vida vegetal es el parasol o planta-pétalo que aparece en la figura 3. Tiene una sola raíz perforadora, enterrada profundamente en la corteza. De la única raíz nacen doce reforzados «troncos» curvados, aptos para soportar esfuerzos de compresión. Los doce están sujetos a un poste central mediante tirantes de tensión. Desde los doce extremos de los troncos, y a través de la parte alta de la planta se sujeta muy tensada una membrana o «piel». Esta membrana alta, de cara al frío cielo, es muy emisiva y oscura. En los extremos de los doce troncos están los emisores y receptores de polen.

Figura 3. Planta Parasol.

Los cheela evolucionaron desde la planta parasol y en sus genes todavía tienen el código genético de la planta. Con una adecuada manipulación de su balance «hormonal» pasan a ser inmóviles, disuelven sus músculos interiores y se reorganizan constituyendo una variante de la planta parasol que se conoce con el nombre de planta dragón. Invirtiendo el proceso, desarrollan un cuerpo cheela joven que sirve de nuevo acomodo a su cerebro y sistema nervioso, que no ha sido afectado por la transformación. Este proceso animal-planta-animal ofrece a los cheela un método de rejuvenecimiento de su cuerpo.

Figura 4. Planta triposte.

Otra forma de planta es el triposte (véase la figura 4). Desarrolla troncos secundarios, como el árbol baniano de la Tierra, que luego se enlazan unos con otros con membranas y fibras tensoras que completan la estructura en forma de tronco triple.

Una tercera forma de planta es la rinconera, nombre ya descriptivo de por sí. Se encuentra, por lo general, en hendiduras de las rocas de las áreas montañosas de los polos magnéticos Este y Oeste. Aunque esta resistente planta montañosa también puede crecer en los rincones y grietas de las casas y oficinas de las ciudades. Como puede verse en la figura 5, la rinconera utiliza las rocas y repisas para su soporte mecánico. La raíz perforadora asentada en la base de la grieta, sube por el rincón de ésta hasta la superficie superior, donde se asegura a los lados opuestos de la grieta con unas raíces anchas de superficie. Las raíces de superficie sirven luego de anclaje de fibras tensoras cuya distribución recuerda la de las telas de araña terrestres, formadas en las esquinas de las habitaciones.

Figura 5. Planta rinconera.

Esta telaraña sirve de soporte a una membrana. La superficie de la membrana es altamente emisiva para que el calor pueda escapar al frío cielo de arriba, y la superficie inferior es plateada para que refleje el calor de la candente corteza de abajo.

ESTRELLAMOTOS

El único «fenómeno meteorológico» que los cheela conocen en Huevo, que no tiene casi atmósfera, es el estrellamoto, o seísmo estelar, y más propiamente hablando, distinguiremos entre cortezamoto y estrellamoto según su magnitud. Mientras que un importante seísmo de la Tierra tiene una magnitud Richter de 8 o más grados, los grandes estrellamotos en las estrellas de neutrones pueden alcanzar un equivalente a la magnitud 16 de la escala de Richter.

Pudimos observar un estrellamoto desde muy cerca y puesto que teníamos en funcionamiento varios instrumentos que nos permitieron hacer mediciones, podemos tener una idea bastante clara de cómo es un estrellamoto. Nuestro conocimiento actual está expuesto en un libro recientemente publicado por varios miembros de la tripulación del Matadragones (véase nota 1).

Nuestros hallazgos no son significativamente diferentes de los de otras publicaciones anteriores que trataban de este tema y que explicaban como la energía de vibración de la corteza se transmite al campo magnético y luego a los pocos electrones e iones de la atmósfera (véase notas 2 y 3), como los pequeños seísmos pueden servir para predecir los grandes (véase nota 4), y como un gran seísmo de la corteza puede desencadenar un colapso del núcleo o sea un estrellamoto. Por desgracia la posibilidad de poder predecir un gran seísmo, a partir de datos de seísmos menores, es de muy poca ayuda a los humanos que anden por allí, porque la secuencia ocurre en menos de un segundo.

MAQUINARIA ULTRADENSA

Como ellos mismos son ultradensos y viven en un mundo ultradenso, los cheela han desarrollado una tecnología de máquinas ultradensas que están mucho más allá de nuestras facultades de comprensión actuales, aunque Einstein y otros nos hayan dado algunas pistas. Para podernos acercar a Huevo del Dragón con nuestra nave espacial Matadragones, los humanos construimos algunas máquinas ultradensas sencillas.

La figura 6 nos permite ver los problemas que se presentan cuando se trata de conocer mejor y más de cerca una estrella neutrónica. Si nuestra espacionave está en órbita a una altitud h sobre una estrella neutrónica de masa M y radio R, resulta que únicamente el centro de la espacionave está en caída libre. El resto de los objetos de la espacionave (incluyendo la tripulación) están sujetos a fuerzas gravitacionales variables. La aceleración a de estas fuerzas que soporta cada uno de los miembros de la tripulación es proporcional a su distancia l al centro de masas de la nave espacial.

Figura 6. Aceleraciones de marea sobre una masa.

Queríamos situar el Matadragones a 406 kilómetros de altitud sobre Huevo de forma que estuviera en órbita sincrónica alrededor de la estrella (con el periodo orbital igual al de la rotación periódica de la estrella). A esta distancia de una estrella de neutrones, a pesar de que el movimiento orbital compensa la atracción de la gravedad en el centro de la nave espacial, la aceleración debida a estas mareas de atracción es de 200 veces «g» («g» es la atracción de la gravedad terrestre) hacia afuera, por cada metro que se aleje en dirección radial hacia la estrella de neutrones, y es de 100 «g» hacia adentro, en un plano tangente a la estrella.

Para contrarrestar estas mareas, la tripulación del San Jorge construyó un compensador de gravitación, con seis masas ultradensas, dispuestas en forma de anillo alrededor de la nave espacial. Como puede verse en la figura 7, las mareas en el centro del anillo de masas tienen una distribución que es exactamente la opuesta de las mareas que hay sobre una sola masa. Ajustando la masa m y la separación r de las masas del anillo pudimos compensar las mareas de la estrella de neutrones y acércanos lo suficiente a ella, para recoger datos científicos.

Figura 7. Aceleraciones de marea con un compensador de mareas de seis esferas.

Figura 8. Aceleraciones de marea en un incrementador de mareas de dos esferas.

Después, cuando los cheela quisieron achicar el anillo de masas, las mareas producidas por las masas del compensador fueron más intensas que las mareas producidas por la propia estrella de neutrones, y fue necesario «aumentar» las mareas de la estrella para que las mareas resultantes se aproximaran a cero. Como se ve en la figura 8, esto se consiguió con un aumentador de mareas de dos masas. Esta configuración de masas no da ninguna fuerza gravitatoria resultante, en el punto que está entre las dos, con lo que no variarán los parámetros orbitales del objeto que esté entre las masas. Un completo desarrollo del estudio de las fuerzas de marea, y de cómo pueden ser compensadas y aumentadas mediante instalación de esferas densas, puede encontrarse en un antiguo trabajo sobre la producción de regiones de picogravedad en las proximidades de la Tierra (véase nota 5).

Las fuerzas de marea de una estrella de neutrones y los compensadores y aumentadores necesarios para poder soslayarlas, podrían haber sido comprendidas por Newton, aunque éste se hubiera sorprendido mucho al saber que existían tales estrellas y máquinas superdensas. Los cheela tienen máquinas superdensas que todavía son más sorprendentes. Sabemos que los cheela usan tecnologías que van mucho más allá que la teoría de la gravitación de Einstein, especialmente tratándose de las densidades, campos y velocidades tan altas, como las que pueden generar los cheela.

Los secretos de fabricación de las máquinas superdensas de los cheela están todavía ocultos tras su código criptográfico en los cristales HoloMem, en el Museo Smithsoniano. No obstante, si las leyes de Newton sobre la gravitación son válidas para densidades de masa bajas, las leyes de Einstein sobre la gravitación son todavía válidas para las altas densidades de masa, y pueden utilizarse para darnos algunas pistas de lo que puede ocurrir cuando las densidades son tan enormes que ya no valen las leyes de Einstein.

Los cheela tenían una máquina que conseguía mandar mensajes hacia el futuro o hacia el pasado. La teoría general de la relatividad de Einstein puede servir para explicar cómo puede construirse tal máquina, a pesar de las paradojas que una máquina como ésta podría crear en caso de que pudiera ser construida. En la figura 9 puede verse que si un cilindro alargado ultradenso se hace girar, del modo que sea, alrededor de su eje largo hasta que la velocidad periférica del cilindro sobrepase la mitad de la velocidad de la luz, un simple análisis (véase nota 6) nos dice que habrá de existir una región próxima a la parte media del cilindro, pero fuera de la superficie del cilindro, donde el espacio y el tiempo están mezclados. Escogiendo una trayectoria apropiada, un objeto o fotón puede enviarse dando círculos alrededor del cilindro, en el mismo sentido o en el sentido contrario de rotación para que se vaya al pasado o al futuro respectivamente. El modo como los cheela consiguieron construir un cilindro ultradenso, que girara durante el tiempo necesario para mandar un mensaje, es algo desconocido.

MULTIPLICADOR PERIÓDICO DEL ESPACIO-TIEMPO

Figura 9. Máquina de Tiempo, de dos sentidos.

El punto de partida del transporte espacial de los cheela fue una catapulta de gravitación. No estamos completamente seguros de su funcionamiento, pero una vez más la Teoría General de la Gravitación de Einstein nos da una pista. Se ha demostrado (véase notas 7 y 8) que la teoría de la gravedad de Einstein tiene algunas semejantes con la teoría del electromagnetismo de Maxwell. En el electromagnetismo, el origen básico de todas las fuerzas es la carga del electrón. La carga genera un campo eléctrico. Si se desplaza la carga para tener una corriente eléctrica, la corriente genera un campo magnético. También es sabido que si aumenta o disminuye un campo magnético, la variación del campo magnético genera un campo eléctrico.

Lo mismo ocurre con la gravedad. El origen básico de todas las fuerzas es la masa de cualesquiera que sean las partículas de que se trate. La masa genera un campo gravitatorio. Si se desplazan las partículas para formar una corriente de masa, esta corriente genera un nuevo campo que es el equivalente gravitacional del campo magnético.

Figura 10. Catapulta gravitatoria.

En la figura 10 hemos dibujado un toro que tiene un tubo arrollado por donde circula una corriente de masa T que genera un nuevo campo P llamado protacional o de Lense-Thirring. Si se aumenta o disminuye el campo protacional genera un campo gravitacional, en el centro de la catapulta, que impulsará hacia arriba a cualquier objeto que se encuentre en el centro del anillo. La catapulta gravitacional de los cheela debe basarse en algo parecido, pero es evidente que deben estar involucrados otros nuevos conceptos físicos. La teoría de Einstein predice que una máquina de este tipo, que use material con la densidad de una estrella de neutrones, no podría generar un campo gravitacional lo bastante potente como para catapultar una nave espacial fuera de Huevo.

La máquina ultradensa más asombrosa que construyeron los cheela era un generador de curvatura del espacio, en miniatura.

La Teoría General de la Relatividad de Einstein puede darnos una pista sobre su fundamento, pero sólo una pista ya que el tamaño del curvador de espacio que construyeron los cheela era mucho mayor que lo que podía predecir la teoría de Einstein. Hay una solución exacta, relativamente simple, de las complejas ecuaciones de campo de Einstein, que describe el campo exterior de una masa densa que gira. Se la conoce como la solución métrica de Kerr.

Figura 11. Distorsión espacial métrica de Kerr.

Si aceptamos que la masa giratoria está en forma de un anillo ultradenso, como se ve en la figura 11, de masa M y carga eléctrica o magnética Q, usando la expresión métrica de Kerr, puede demostrarse (véase notas 9 y 10) que si el anillo que gira es lo bastante denso y gira a suficiente velocidad, actúa como un curvador de espacio y una máquina de tiempo combinados. ¡Cuando se hace pasar un pequeño objeto a través del centro del anillo, no sale por el otro lado!

Al contrario, los matemáticos predicen que el objeto entrará en un hiperespacio, donde espacio y tiempo se han intercambiado. Si el objeto se mueve a favor o en contra del sentido de giro del anillo, se desplazará atrás o adelante en el tiempo. Para retornar a nuestro universo, bastan con mover el objeto hacia atrás, a través del agujero del anillo. Un anillo ultradenso, que gire a tan alta velocidad, es necesariamente muy inestable y se requirió toda la avanzada tecnología de los cheela para mantener estable el anillo un tiempo suficiente, para intentar un rescate.