De las postas y chasquis que usaba el Inga
De correos y postas tenía gran servicio el Inga en todo su reino; llamábanles chasquis, que eran los que llevaban sus mandatos a los gobernadores, y traían avisos de ellos a la corte. Estaban estos chasquis puestos en cada topo, que es legua y media, en dos casillas, donde estaban cuatro indios. Estos se proveían y mudaban por meses de cada comarca, y corrían con el recaudo que se les daba, a toda furia, hasta dallo al otro chasqui, que siempre estaban apercibidos y en vela los que habían de correr. Corrían entre día y noche a cincuenta leguas, con ser tierra la más de ella asperísima. Servían también de traer cosas que el Inga quería con gran brevedad, y así tenía en el Cuzco pescado fresco de la mar (con ser cien leguas) en dos días o poco más.
Después de entrados los españoles, se han usado estos chasquis en tiempos de alteraciones, y con gran necesidad. El virrey don Martín los puso ordinarios a cuatro leguas, para llevar y traer despachos, que es cosa de grandísima importancia en aquel reino, aunque no corren con la velocidad que los antiguos, ni son tantos, y son bien pagados, y sirven como los ordinarios de España, dando los pliegos que llevan a cada cuatro o cinco leguas.