A veces las respuestas más simples son las correctas. He dedicado muchos años a intentar ganar la partida a mis competidores y siempre he buscado lo más avanzado. En CORRER. Entrenamiento de la fuerza mental, Matt Fitzgerald ha identificado las razones científicas de lo obvio: somos quienes mejor conocemos nuestros cuerpos; solo necesitamos saber lo que nuestros cuerpos nos están diciendo.
Hay muchas «normas industriales» sobre los componentes necesarios para rendir al máximo, pero a veces incorporar dichos elementos en nuestro entrenamiento resulta complicado. Demasiado a menudo nos volvemos dependientes de la literatura y de modelos de entrenamiento específicos, y así nos olvidamos del sentido común. Matt intenta llevarnos de vuelta a ese sentido común, animándonos a escuchar a nuestros cuerpos y a utilizar sus señales para adaptar nuestros programas de entrenamiento y sacar el máximo partido de ellos.
Estas señales no son meras sensaciones vagas e insignificantes que no tienen relación alguna con cómo nos sentimos realmente. Aportan una información importante sobre cuál es la mejor guía de acción. Matt integra la investigación más reciente explicando por qué podemos estar sintiéndonos de determinada forma en un momento concreto y qué es lo que esa sensación puede estar intentando decirnos sobre nuestro entrenamiento.
Recordando mis mejores carreras y mis mejores bloques de entrenamiento, puedo decir con honestidad que durante muchos años he rechazado el libro, por decirlo de alguna forma. Hubo ocasiones en que dependía totalmente de medirlo todo. Vivía en función del monitor de frecuencia cardiaca. Medía cada carrera que realizaba y nunca me retiraba cuando mi cuerpo me decía que estaba cansado. Tal y como Matt reconoce, todas y cada una de esas herramientas pueden ser muy útiles y en ocasiones son fundamentales para saber exactamente dónde se encuentra uno en el entrenamiento. Pero cuando se convierten en prioritarias sobre lo que el cuerpo nos está diciendo, las lesiones y el sobreentrenamiento están a la vuelta de la esquina.
Si siempre hubiera seguido las señales que mi cuerpo me estaba dando en la forma dictada por Matt, creo que habría evitado la mayoría de las lesiones y períodos de sobreentrenamiento que he sufrido a lo largo de mi carrera. Las señales eran obvias antes de batir el récord estadounidense de los 5000 metros y antes de ganar la medalla de bronce de Media Maratón en el Campeonato del Mundo: escuchaba a mi cuerpo y seguía mi intuición diariamente en los entrenamientos y cuando llegué a la línea de salida tenía una confianza inaudita.
La cultura de las carreras de fondo, especialmente en Estados Unidos, se basa en «superar el dolor» y en «cuanto más te esfuerces, mejor». Lo que Matt muestra en este libro es que hay razones por las que nos sentimos como lo hacemos y esos indicadores nos pueden decir si estamos preparados para un gran progreso o si estamos a punto de rompernos. Al destacar las experiencias de algunos de los mejores corredores de resistencia del mundo, Matt muestra lo que es posible incluso para el corredor más modesto. Una de las características más interesantes de las carreras de fondo es que es posible aprender las mismas lecciones sobre el cuerpo y la mente que puede aprender un corredor que en los 5000 metros baja de los 13 minutos: ¡simplemente hay que prestar atención!
Dathan Ritzenhein
Dos veces Olímpico,
Medallista del Campeonato del mundo
y plusmarquista de EE. UU.