LLEGADA

En una rosa está tu lecho, Amada.

A ti te he perdido (yo nadador a contracorriente del perfume).

Al igual que en la vida precedente, esto ocupa

(no siendo desde fuera mensurable) sus tres veces tres meses,

y así, como doblado hacia adentro, yo voy a ser. De pronto,

dos milenios antes de esta criatura nueva que gozamos,

cuando comienza el tacto, de repente:

contigo cara a cara, yo nazco en tu pupila.

Muzot, junio de 1926