NOCHE EN EL JARDÍN

Neblinosos flotan a través del arco de las rosas,

el que ha sido doblado para los vivos,

aquellos no del todo convencidos

que la muerte cercana hasta aquí mece.

Ellos, que poseyeron hondamente esta tierra,

saludan con frialdad su superficie,

esperan arañarse en una zarza

con su olvidado sentido del dolor.

Uno de ellos cruza el sendero de las viñas,

busca a tientas la sorprendida hoja:

al rehusar la hoja… le acerca la mejilla,

mas entonces ocupa el lugar de la mejilla

el viento de la noche.

Muzot, final de septiembre de 1924