CIELO NOCTURNO Y LLUVIA DE ESTRELLAS

Tan grande cielo lleno de esplendor contenido,

una provisión de espacio, un exceso de mundo:

nosotros colocados demasiado

lejos para poder tomar parte con ellas,

demasiado cerca como para apartarnos.

¡Una estrella que cae! Nuestro deseo con ella.

Atónita mirada que se alza, se liga con urgencia:

¿qué ha comenzado y qué ha transcurrido?

¿Qué se ha culpado y qué se ha perdonado?

Muzot, agosto de 1924