[EL ESPACIO POR EL QUE]

El espacio por el que

los pájaros se lanzan no es ese

espacio familiar que hasta tu ser eleva la figura

(libre en ellos allí, te niegas a ti mismo

desapareces lejos sin retorno).

De nuestro ser se arranca el espacio

y traduce las cosas.

Para que puedas dar a un árbol su existencia, rodéalo

de ese interior que en ti está. Retenlo,

limítalo: él no puede limitarse.

Sólo al tomar su forma en tu renuncia

logrará ser un árbol verdadero.

Muzot, junio de 1924