[TODAVÍA SABES…]

Todavía sabes: lluvia de estrellas que cruzaban

por el cielo brincando, cual caballos

sobre varas blandidas

por nuestros deseos —¿y teníamos tantos?—,

pues brincaban estrellas, innúmeras estrellas:

casi enlazaba cada mirada que tú alzabas

con el raudo peligro de sus juegos,

se sentía el corazón como un todo

bajo aquella escombrera de su brillo

y estaba a salvo: ¡como si las venciera!

Muzot, junio de 1924