EL CUERNO DE LA ABUNDANCIA

—Escrito para Hugo von Hofmannsthal—

El arrebato y forma de la jarra más pródiga

apoyada en el hombro de la diosa,

inconcebible en nuestra dimensión,

mas dilatada por nuestro deseo:

en lo profundo de su sinuosidad,

ella abraza la figura y el ímpetu de cada madurez,

pues sólo el corazón de ese más puro huésped

sería molde adecuado para el derramamiento de estos frutos.

En lo alto de todo, la ligera ofrenda de las flores,

frescas aún de su primera aurora,

todas, cual pensamiento, apenas demostrables,

mas, cual sentir, presentes…

¿Derramará su provisión la diosa

sobre los corazones, desbordándolos;

sobre las muchas casas, las cabañas,

sobre aquellos caminos que el errar acostumbra?

No, pues ella se yergue en medida inasible,

portando, alta, el cuerno lleno de desmesura.

Tan sólo el agua corre abajo, cual ondeando

su ofrenda entre las plantas y la hierba.

Muzot, febrero de 1924