[NO SOMOS MÁS QUE BOCA…]

No somos más que boca. ¿Qué canta el lejano corazón

que habita intacto en medio de las cosas?

Su latido tan vasto se divide en nosotros en latidos más breves

y su enorme dolor, cual su júbilo enorme,

resulta demasiado grande para nosotros.

Así que siempre hemos de escindirnos

Y una y otra vez no somos más que boca,

sin embargo, de súbito, secretamente irrumpe

el enorme latido en nosotros y gritamos…

y entonces somos ser, visión, metamorfosis.

Schöneck, septiembre 1925