ODETTE R…

Oh lágrimas, las más profundas lágrimas… ¡subid!

Oh cuando ya una vida ha ascendido del todo y allí desde las nubes,

de aquel dolor del propio corazón, se precipita:

y nosotros llamamos a esta lluvia muerte.

Pero por eso se hace más tangible a nosotros,

la oscuridad, oh pobres;

pero por eso se hace más precioso a nosotros,

oh ricos, este reino extraño de la tierra.

Muzot, diciembre de 1922