PINTURA EN UN JARRÓN

(Banquete de la muerte)

Mira cómo nuestras copas se penetran

sin un chirrido. Y el vino va a través del vino

como la luna va a través de su reflejo

en las nubes. Oh quieta permanencia en el mundo.

Y el ligero no-tintín juega como una

mariposa con otras mariposas

que están danzando en torno a la piedra tibia.

El ciego bocado se arquea sin rudeza.

Y yo, aunque de nada pudiera alimentarme, al

igual que la ameba,

permitiría siempre, aun si lo acercara más a mí,

que durase ese intervalo de hace poco;

y lo único que habría de demorarme

sería el paso de una bailarina.

Muzot, febrero de 1922