SONETO

Lo nuevo no es, amigos, que las manos

resulten desplazadas por las máquinas.

Lo transitorio nunca os desconcierte,

que pronto callará quien ensalzó «lo nuevo».

¿Pues no os parece el Todo infinitamente más

nuevo acaso que un cable o que un alto edificio?

Contemplad las estrellas: ellas son fuego antiguo,

mientras que vemos cómo se extinguen fuegos nuevos.

No creáis que las más largas transmisiones

ya hacen girar las ruedas del futuro.

Pues los eones hablan con eones.

Más de lo que podemos saber ya ha ocurrido.

Y el futuro recoge en un abrazo puro

lo más lejano y nuestra veraz intimidad.

Muzot, febrero de 1922
Del Ámbito de Los Sonetos a Orfeo