[NOS UNIMOS A AQUELLO…]

Nos unimos a aquello que de nosotros todo desconoce

—ramificados árboles que nos sobrepasan,

a cada lejanía, a cada silencio—,

mas es así que de hecho cerramos ese círculo

que, atravesando todo lo que nos es ajeno,

regresa y desemboca siempre a salvo a nosotros.

Oh si tuvierais, cosas, morada en las estrellas…

Y nosotros seguimos. No hemos roto los cursos…

Munich, mayo de 1919